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Amigos y Algo Más

by Kees


Esta es una historia real, de cómo mi mejor amigo y yo llegamos a convertirnos en amantes, y de cómo pasamos de la camaradería a compartir nuestros cuerpos. Nuestra historia no difiere mucho de las de muchos otros amigos que pasaron del status de mejores amigos al de compañeros de vida. Pasa a menudo, pero al igual que con cada tipo de pareja, cada situación es diferente y maravillosa para cada uno. Naturalmente, no pasó de un momento al otro. Yo ya me había dado cuanta que Rick me atraía hacía tiempo. Al principio no le di importancia, pues las chicas me gustaban también y yo estaba tratando de salir con alguna. Pero Rick y yo éramos muy buenos amigos y compartíamos muchos ratos juntos. Por ello, la cercanía de su cuerpo muchas veces me ponía muy caliente, y me hacía echar miradas furtivas hacia su entrepierna, donde un buen bulto señalaba siempre su sexo. Me gustaba mucho su cuerpo. Rick era alto, rubio, con cara de increíble buena persona, sus hombros eran anchos y redondos, tenía unos brazos grandes y fuertes. Me gustaba sobre todo su piel, clara pero de un color muy bonito, que enseguida, desde que recibía el sol, se ponía de un color dorado precioso. No era una piel velluda, donde tenía vello este era corto, suave y muy claro, por lo que apenas se veía. A veces, al venir el a mi casa, se quedaba a dormir conmigo en la cama contigua a la mía. Varias veces le miraba por las noches con ojos entrecerrados admirando lo hermoso que era. Mi mano se me iba a la entrepierna y me masturbaba en silencio mirándole. Me gustaba tanto que no tenía que imaginar nada, me bastaba verlo para masturbándome, llegar al orgasmo. Yo no quería hacer nada con él, me gustaba como era, y me gustaba la camaradería que teníamos. Pero poco a poco se fue convirtiendo en una obsesión. Cuando él no estaba yo sólo quería que el mundo se detuviera hasta que volviera junto a mí. Un día vino a quedarse conmigo. Antes de ir a dormir se metió en la ducha. Dejó la puerta entreabierta, por lo que no pude evitar espiarle. Qué hermoso era. Me quedé con la boca abierta viéndole ducharse y secarse. Le miré entre las piernas y casi me falla la respiración, su pene colgaba en medio de un espeso y suave vello oscuro, y era grande!, grande y redondo, abultado, fuerte. Cuando terminó de secarse se cubrió con la toalla y vino al dormitorio. Yo tenía una erección tan grande que casi no se podía ocultar, por lo que cogí una toalla, y hecha un lío me la puse delante y dije,- yo también me voy a duchar,- y desaparecí hacia el cuarto de baño. Me desvestí, tratando de quitarme de la cabeza lo que me estaba pasando por ella. Me metí bajo la ducha y me dejé relajar por el agua. De pronto miré hacia la rendija de la puerta y vi a Rick mirándome. Rápidamente aparté la mirada, él no me había visto verle porque estaba mirándome el pene. De pronto volvió toda la excitación y mi pene se puso como una piedra. Lo enjaboné, tratando de ocultarlo un poco, y me dí la vuelta, para que no lo viera. Pero no podía estar eternamente bajo la ducha, y mi erección no cedía. Salí de la ducha y me sequé. Miré de reojo hacia la puerta y ví una sombra, allí estaba él, mirándome. Entonces decidí lo que iba a hacer, y sentí un pánico enorme. Me erguí y dejé de esconder mi erección. Tomé un poco de colonia y me la eché sobre el cuerpo, extendiéndola bien, mostrándome completamente. Cuando terminé, sin mirar hacia la puerta, salí al dormitorio, desnudo completamente, como si me hubiera dejado el pijama en la habitación. Allí estaba Rick, con su pijama en las manos, también desnudo, sentado en la cama, pensativo. Pasé al lado de él y me senté en la cama frente a él. Ni siquiera me molesté en disimular y coger el pijama. Sencillamente me senté frente a él y le miré a los ojos. El me miró también y se sobresaltó de de mi seriedad. Se le fueron los ojos a mi pene, completamente erecto. Volvió a mirarme y quiso hacer algún comentario, pero se quedó con la boca abierta. Yo me levanté, fui hacia él y agachándome, le besé en la boca, le empujé hacia atrás y me eché encima de él de modo que nuestros penes se tocaran. Rick de nuevo quiso decir algo pero no pudo, se quedó parado un momento y después respondió a mi beso. Así estuvimos, besándonos, acariciándonos y apretándonos el uno contra el otro durante más de una hora. Al principio frenéticamente, después más pausadamente, descubriendo nuestros resortes del placer. Mi mano se fue hacia su entrepierna y él se estremeció. Le acaricié su pene y me estremecí yo. Él también me tocó a mí. Así estuvimos, como dije, más de una hora. Mis caricias fueron siendo cada vez más atrevidas, y me deslicé con los labios hacia su entrepierna. Cuando llegué a su pene lo cogí con una mano y empecé a masturbarlo. Rick empezó a jadear, y su pene se puso durísimo. Era admirable, largo y fuerte. LE dí con la mano hacia arriba y hacia abajo. Rick empezó a mover sus caderas y yo le daba con la mano al ritmo, cada vez más rápido. Rick me cogió la cabeza y la empujó hacia su entrepierna. Yo abrí la boca y dejé entrar su pene en mí. Sabía bien, lo chupé y empecé a chuparlo, me gustó mucho. Empecé a hacerlo con entusiasmo, dejando entrar su pene hasta mi garganta. Succionando y lamiéndoselo, Le besé los testículos, se los lamí, hice resbalar la punta de la lengua bajo los testículos hasta el culo, ahí Rick saltó y dio un grito de placer. Empezó a gritar que se venía, y se movía erráticamente, le dí fuerte con la mano hacia arriba y hacia abajo, se la chupé de nuevo, mientras él gritaba ah, ah, ah. Hasta que se vino dentro de mi boca. Era bastante semen, qué barbaridad, se quedó echándome semen en la boca unos segundos, dando cada vez un empujón y apretándome entre sus piernas, hasta que al fin se relajó y se quedó tendido sobre la cama, sudoroso. Yo me separé de su entrepierna y tragué su semen. Era rico, un poco salado. Luego me tendí junto a él y le acaricié el pecho. - ¿te gustó? - Mucho, muchísimo...Te quiero. Se acercó a mí y me besó tiernamente. Luego se quedó mirándome, y al ver el deseo en mis ojos, sonrió. - creo que ahora te toca a ti, - dijo. - Me encantaría, Rick, pero no tienes que hacerlo si no quieres. - Claro que quiero. Me muero de ganas de hacerlo. Hace tiempo que me muero de ganas... Diciendo esto, se dirigió a mi entrepierna y hundió su cara en ella. Me cubrió de besos. Me besó el vello púbico, me acarició las piernas, dirigiéndose con ambas manos hacia dentro. Me besó el pene, que casi dolía, de tenso y lleno de deseo que estaba. Me besó el pene muchas veces, besos ligeros, besos fuertes, lo mordisqueó, me besó el prepucio y abriendo los labios, dejó que mi pene entrara en su boca. Lo saboreó y empezó a rodearlo con su lengua. Yo estaba tan excitado que quería que lo hiciese más fuerte, necesitaba descargarme urgentemente. Le sujeté la cabeza y empujé dentro de su boca hasta que él me hizo detenerme. Luego empecé a mover mis caderas. Él lo hacía con energía, apretándome con su lengua. Mi orgasmo iba acercándose mientras yo empujaba y tiraba de su cabeza con fuerza. Al poco tiempo pudo tragarlo todo, y sus labios apretaban con fuerza al hundirse sobre mi verga. Se separó un momento de mí para gritar- oh, que bien- y de nuevo se abalanzó sobre mí y se la tragó toda entera comenzando de nuevo a bombear golosamente. No pude resistir más, y me corrí todo. Esta vez él no pudo tragarse todo mi semen. Parte se le escapaba por las comisuras de la boca. Cuando terminé del todo, me acerqué a su boca y le besé salvajemente, emocionado, le mordí el labio inferior y metí mi lengua en su boca, saboreando los restos de mi propio semen. Así fue nuestra primera vez. Si te gustó lo historia y quieres comunicarte conmigo para intercambio de otras historias o para comentar algo, mi dirección es keesarrow@hotmail.com

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Amigos y Algo Más

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Amigos y Algo más 2

Otra de las veces que recuerdo perfectamente cómo llegamos a hacer el amor: Fue una noche a final de verano. Ya llevábamos unos dos años viviendo juntos, cada vez más felices. Solíamos salir por las noches a dar una vuelta. Vivíamos entonces en una pequeña ciudad holandesa llamada Delft. Íbamos en bicicleta pasando por las callejuelas y alejándonos del centro. Al cabo de un rato

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Web-01: vampire_2.0.3.07
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