Fecha: Agosto 14 de 1998 De: Carlos98@xxx.com Tema: Re: Re:Re: I Lección. Buen trabajo Carlos. Para: gran_danakil@LatinMail.com Garn Danakil: Perdona que te interrumpa. Quizás me he vuelto a expresar mal otra vez, aunque no fue intencionadamente. Lo pasé mal con el bolígrafo porque es algo que tenía que hacerme yo con algo frio y sin vida. Me imagino que con tu verga sería completamente distinto, aunque naturalmente como no la he visto no sé como es. Pero por lo que me dices ya me está dando miedo el que me metieras tu polla, pues si es como insinúas creo que aunque no quiera me resistiré bastante. Bueno, ya sé que estarás pensando decirme que no me preocupe de eso, ya que eso a mí no me importa y que serás tu el que decide cuando y como se hace, y que si te empeñas en hacerlo, lo harás aunque me resista. Y eso es lo que me da miedo de tí y lo que no me facilitará la decisión de ser el sustito de Ernesto. Compréndeme, por favor, Gran Danakil, Ernesto era distinto a mí, el ya no tenía más voluntad que servirte, de vivir para y por tí, lo admiro, pues él había logrado doblegarse, humillarse, ponerse a tu servicio completamente ciego, diciendo a todo que sí, despojándose de su personalidad. Por eso Ernesto te satisfacía en todo y te sentías a gusto con él. Yo, por mucho que me agradría ponerme a tu servicio, creo que no lograré lo mismo y al final de defraudaré, cosa que me entristecería y deprimiría muchísimo, pues por otra parte me atraes tanto que no quisiera perderte. Me quiero llevar por mis sentidos, no quiero engañarme y tampoco, ni se me ocurriría, engañarte a tí, mi Gran Danakil. Qué hago? Ayúdame un poco, por favor, me arrodillo delante de tí y te lo suplico. Sé que eres un macho grande, fuerte y autoritario, pero quiero - si es que puedo pronunciar esta palabra - que me comprendas. Qué hago? Me siento feliz cuando me pones cachondo, lo sabes, pero mi forma de ser y mi interior me impiden seguirte a ciegas: Es un conflicto tremendo, Gran Danakil. Tú, que según dices, estás previendo desde las más pequeñas reacciones de mi cuerpo hasta mis más secretos deseos (como lo haces?, podrás ayudarme. Así lo espero y deseo. Medio lloroso y asustado se despide de tí, mi Gran Danakil, tu pequeño Carlos Fecha: Agosto 17 de 1998 De: Carlos98@xxx.com Tema: Hola Gran Danakil Para: gran_danakil@LatinMail.com Hola Gran Danakil: Espero que estés bien y no muy enfadado conmigo, aunque me lo merezca. El viernes después de contestarte me fui a casa con el convencimiento de olvidarme de tí. Cuando llegué, saqué de la mesita de noche tus relatos que tengo impresos y leía todas las noches antes de acostarme, casi me los sé de memoria. Pero al querer romperlos volví a leer el principio del primer relato, justo cuando cuentas que cogías por los cabellos a Ernesto para obligarlo a levantar la cabeza y lo miraste fijamente a los ojos. En ese momento pensé que me estabas mirando a mí, yo agaché de vergüenza la cabeza y me imaginaba que estaba en el suelo desnudo y sumiso y de rodillas ante tí. Entonces lloré y me desesperé y envidié a Ernesto. Ernesto si vió cumplidas sus fantasías con creces. Entonces recordé tu orden de meterme algo en el culo, me fui enseguida a la cocina a por un banano. Le quité la cáscara y después de quitarme la ropa traté de metérmelo. Pero no lo logré, el banano se rompió. Así es que fui y me traje dos más. El segundo también se me rompió. Mi culo estaba muy apretado y tenso. Creo que ni tú lo hubieras logrado abrir. Así es que lo que hice fue meterme un dedo, moverlo en sentido giratorio, meterlo y sacarlo muchas veces; después hice la mismo con dos dedos. Al fin, casi necesité una hora, logré meterme el banano, primero un trozo, después hasta la mitad. Yo empujaba y empujaba más, sentía dolor, pero también el placer de estar cumpliendo tus órdenes. Seguí y seguí empujando, hasta que al final el banano desapareció en mi culo por completo. Con una sensación entre agradable y extraña me senté con el banano dentro en mi cama y me puse a leer otra vez tus relatos. Ahora me sentía más contento, pues al fin hice que lo que tu me mandaste y eso significaba para mi un gran avance, pues se acercaba quizás así el momento en que podría usar mi lengua, para lamer suave y cuidadosamente a lo largo de la parte inferior de tu órgano erecto. He hecho lo que me mandaste, por favor Gran Danakil díme si estás contento conmigo, pues me ha costado un gran esfuerzo, sobre todo expulsar el banano al cabo de unas horas, pues ya no podía más. Te quiero, mi Gran Danakil Tu pequeño Carlos Fecha: Agosto 18 de 1998 De: Carlos98@xxx.com Tema: REPORTE DEL EJERCICIO PRÁCTICO Para: gran_danakil@LatinMail.com Hola mi gran maestro y amo GRAN DANAKIL: La llegada de tus tres e-mail me ha convertido en un hombre feliz, pues puedo comprobar que sigues siendo mi Gran Danakil. Tienes razón, a veces soy bastante estrecho y me resisto, lo reconozco, pero no te puedo prometer que no se volverá a repetir, pues sé como soy, me conozco demasiado bien. Esta es la razón por la que he desaprovechado muchas oportunidades, lo que después me ha amargado mucho. Lo que sí quiero prometerte es que haré todo lo posible, y te quiero pedir, que cuando falle en algo me corrijas, pues tu ya me has dicho que sabes mejor que nadie lo que necesito y quiero. Sobre mi ejercicio que me mandaste para agudizar mis sentidos y hacerme sentir tu presencia te puedo decir que en principio me puse muy nervioso, pero seguí leyendo y de verdad que me parecía sentir tus pasos. Quise volverme, mi Amo, pero no lo hice, tal y como tu me dijiste. Pero debo confesarte, y te pido perdón, que no lo hice realmente porque tu así me lo mandaras, sino porque me daba miedo de que al mirar todo el embrujo que creaste a mi lado se pudiera desvanecer como en un cuento de hadas. Cuando inspiraba mi pulso aumentaba de verdad y me parecía que por mi nariz entraba realmente tu característico olor a macho. Me pareció oir realmente abrirse tu cremallera y sentir el golpe de tu polla en mi cara. A partir de entonces no se lo que pasó realmente, si tu estabas aquí o no, pero mi polla se puso caliente y palpitante, me tuve que abrir la cremallera. A medida que leía tu e-mail iba sintiendo de verdad tus testículos pesados, vellosos, y cálidos. Hubiera querido volverme para besarlos, pero no lo hice por temor a un castigo tuyo y no me quedó otra cosa que masturbarme, y al sentir tu primera humedad en mi mejilla me puse a punto de explotar. Debo reconocer que empecé a relamerme la cara con la lengua, y en el momento en que me agarrabas fuertemente la cabeza y eyaculabas en mi cara, me la meneé tan fuerte que eché un fuerte chorro de leche. Sabes lo que hice con mi leche? Me la restregué por la mejilla y me la chupé, imaginándome que era la tuya. Sabía de forma distinta al sabor que habitualmente tiene mi semen!!! Porqué será? Gran Danakil, el haber experimentado que tu glande, abultado y rojo me pertenecía por un momento, me hizo sentirme en un paraíso. Naturalmente que acabo de imprimir tu e-mail y me lo llevaré a casa y lo tendré en mi mesita de noche. Seguro que lo releeré muchas veces. Gracias por haberme hecho sentir la aceleración de tus movimientos, por haberme agarrado fuertemente la cabeza, por haber llegado a saber cuan grande es la rigidez de tu polla y qué agradable el golpeteo de tus huevos, y tus convulsiones y tu eyaculación sobre mi cara, ha sido una estupenda sensación haber sentido tus líquidos escurriendo pesadamente sobre mi cara, y haber olido el olor dulzón y acre de tu semen. No te vayas nunca de mí, mi Gran Danakil, quiero estar siempre a tu lado. Bueno, este es mi reporte, hice todo cuanto me dijiste, a excepción de ir al baño, ya que me corrí delante de la computadora. No me daba tiempo a irme. Espero me comprendas y no te enfades. A ver si la próxima vez cumplo realmente al 100 por 100 tus órdenes. Se despide de ti con un beso en los pies tu pequeño Carlos.
