Gay Erotic Stories

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David y Goliat II (El Masaje)

by LoverBoy


Después de nuestro encuentro en su cuarto, Luis y yo, empezamos a llevarnos mejor, salíamos a comer, al cine, de paseo, a correr, incluso íbamos al gimnasio donde se desarrolla lo que les voy a contar, por su fanatismo a las pesas me fue involucrando a mí en sus rutinas, yo así flaco y débil hacia el intento para corresponder a su amistad e interés en que estuviera bien de salud. Pues un fin de semana fuimos por la tarde, el día sábado, precisamente cuando casi nadie llega, por lo general se descansa el sábado, pero Luis no lo hacia así y yo, por ende tampoco. Pues ese sábado por la tarde estábamos como 6 personas nada mas en la sección de pesas, estuvimos como una hora en esta tarea de incrementar los músculos, aunque acepto que se me han formado uno que otro, si vieran mis brazos como están ahora. Pues yo tenia gano de tomar un masaje, para así evitar los dolores musculares y de paso como relax para olvidarme del trabajo por unos momentos. Le dije a Luis que subiría a la tercera planta, él me indico que me alcanzaría luego. Llegue y no encontré al masajista así que me puse en el balcón a esperarlo; en eso llegó Luis y me dijo: "Si quieres te lo doy yo, me han enseñado varios trucos para relajar músculos", accedí inmediatamente. Nos metimos en una de las cabinas, Luis puso seguro en la puerta para que nadie entrara, me quite la ropa y me acosté boca abajo, solo con la toalla en mi cintura. En eso escuche que Luis se ponía aceite, me gusto la idea de Luis así que me prepare para disfrutarlo. Él empezó con mis hombros, sus grandes manos hacían movimientos deliciosos en mis hombros y bajaban a la espalda, algunos llegaban a mi toalla y algunos de sus dedos entraba en ella, después volvía despacio a subir hasta llegar a mi cuello, sus apretones me gustaban bastante hasta el punto que me empezaban a excitar. Luis seguía con sus movimientos deliciosos cuando de repente se fue metiendo mas en mi toalla, me la saco de un solo tirón y mi trasero velludo quedo ante él, siguió haciendo masajes a mi abultado trasero, eso me excitaba aun más, luego sentí como me empezaba a besar la espalda, eso me provocaba cosquillas; sus besos iban descendiendo por mi cuerpo, ya abajo abrió mis nalgas y sentí como besaba mi agujero, sentí lo frío de su saliva. Al rato sentí como entraba un dedo, un gran dedo; empezó a hacerme caricias y a satisfacer mi agujero, era algo nuevo, Luis nunca había llegado a ese lugar secreto, yo sí al de él. Sentía como sus grandes dedos entraban por mi agujero, eso me hacia estremecer de pies a cabeza, sentía como su fría saliva me empapaba mi trasero; sentía el aceite en sus manos y no me podía contener, mi verga estaba bien dura y yo seguí boca abajo, en eso Luis me dio vuelta, quede ahora boca arriba ofreciendo mi tremendo leño a mi amante, estaba dura y caliente por la fricción con el cuero de la camilla donde estaba acostado. Luis no aguanto mas y se dirigió a mí; con su boca empezó dándome besos, su lengua humedecía mi verga que estaba caliente, empezó a mamarme como un loco, me succionaba como un loco, me sacaba cada suspiro cada gemido de placer. Como pude le quite su camiseta, sus músculos estaban a mi disposición, lo acaricie mientras él me mamaba deliciosamente; le acariciaba la espalda, incluso llegaba a su raya, tocaba sobre su ropa su tremendo trasero, sus vellos me hacían cosquillas al meter mis manos en él. Como pude me incorpore, Luis se me alejo un poco, de forma brusca le baje su ropa; su verga salto inmediatamente a mí, con mi boca la recibí y empecé a mamarlo con la misma intensidad que él me imprimía, era delicioso sentir ese tremendo trozo en mi boca, sentir que me faltaba el aire, sentir que me ahogaba; increíble, estábamos ambos muy excitados, solo se escuchaban los suspiros y gemidos de ambos. En eso le di vuelta, me puse a su espalda, con mis manos dirigí mi verga a su gran culo, empecé a empujarlo de forma desesperada, quería cogérmelo como diera lugar, empecé a meter con fuerza mi palo en su agujero, su trasero grande y carnoso estaba delicioso al tacto de mis manos. Tome del aceite que me estaba poniendo y le empecé a hacer masajes en su espalda mientras entraba por su camino, lo tomaba de la cintura y empujaba mi cuerpo con el único fin de entrar por completo a su cuerpo. Así entre a los minutos, yo seguía acariciándolo con aceite en mis manos, estábamos llenos de placer y el sudor hizo acto de presencia; yo estaba embistiendo su culo con fuerza, mis movimientos eran intensos y sin pausas, mi cuerpo quería placer y esa tarde de sábado estaba cumpliéndose mi deseo. Seguí bombeando a mi Luis por su hermoso culo como quince minutos; increíble mi cuerpo no quería correrse, no quería terminar, lo estábamos disfrutando ambos, Luis con sus piernas abiertas y yo con mi verga en su culo. Al fin llegó el momento, mi cuerpo expulso mi masculinidad, mi semen lleno su conducto de placer y satisfacción, mi cuerpo caía en esos momentos desplomado en su espalda, temblaba de pies a cabeza, abrace como pude a Luis, mientras tanto él con tanta fricción contra la camilla, el cuero, mis movimientos él se había venido hacia unos minutos antes que yo, estuvimos los dos suspirando y haciendo que nuestros corazones volvieran a la normalidad. A los minutos salimos de ahí a medio vestir, nos dirigimos a los camerinos y duchas a bañarnos; estábamos empapados en sudor y llenos de aceite, nos bañamos y salimos a la cafetería a tomarnos una soda bien fría, luego nos fuimos al cine a ver una película de acción, fue un sábado inolvidable, ahora le encuentro mas gusto al ir al gimnasio con Luis. Escríbanme a: loverboy_69@latinmail.com

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8 Gay Erotic Stories from LoverBoy

Cain Y Abel

Esto me sucedió en el pueblo de mis padres, me mandaron de vacaciones y estando ahí conocí a dos vecinos que estaba bien buenos, además que eran guapos, de hecho eran iguales, eran gemelos, unos se llamaba Alex y el otro Edwin. Eran rubios, con unos cachetes y labios hermosos, sus ojos claros hipnotizaban a cualquiera. Y el cuerpo, que decir del cuerpo, estaba para chuparlos desde la

David y Goliat

En el colegio teníamos un compañero de casi 2 metros de estatura, era enorme, pero no solo eso, le gustaba hacer pesas por lo que tenia un cuerpazo, no era guapo pero si el cuerpo le ayudaba a verse mejor. Practicaba el Atletismo de forma profesional Se llamaba Luis, un año mayor que yo, nos llevábamos bien máxime cuando nos graduamos, ya en la universidad, éramos compañeros y

David y Goliat II (El Masaje)

Después de nuestro encuentro en su cuarto, Luis y yo, empezamos a llevarnos mejor, salíamos a comer, al cine, de paseo, a correr, incluso íbamos al gimnasio donde se desarrolla lo que les voy a contar, por su fanatismo a las pesas me fue involucrando a mí en sus rutinas, yo así flaco y débil hacia el intento para corresponder a su amistad e interés en que estuviera bien de salud. Pues un fin

En El Hotel

Esto me sucedió una semana de enero donde me enviaron a trabajar a una de las ciudades importantes de mi país, me iba un jueves y regresaría hasta el sábado. Al salir de la oficina como a las seis me dirigí al hotel, uno de los mejores de la ciudad, sin llegar a cinco estrellas. En él me atendió una señora mayor quien me entregó la llave y el control remoto del televisor. Resulto

En La Oficina

Esta es la historia sobre una de las mejores experiencias que he tenido, y sucedió precisamente en el trabajo, en ella aparece Iván, uno de mis subordinados y José Luis, un temporal, resulta que yo miraba que ellos se llevaban bastante, platicaban, secreteaban, ambos eran de la misma edad, 3 años menor que yo, ambos buenos prospectos, guapos, bajos de estatura, pero cada uno tenia un culito

En La Oficina II (De Nuevo Al Archivo)

Recuerdan que por cuestiones de la vida vi a dos de mis compañeros de trabajo, José Luis e Iván, como tenían sexo en el archivo de la empresa; como se mamaban, como se comían los huevos, como culiaba José a Iván, como vi correr su "joven leche" por sus cuerpos. ¿Lo recuerdan?. Yo ya conociendo los deseos ocultos de mis compañeros, buscaba maneras de sacarles platica y de insinuarme ante

Hielo, Ron Y Sexo

Un fin de semana toda mi familia se fue a diferentes lugares, algunos de vacaciones, otros de fiestas, etc. en resumen ninguno volvería hasta el domingo por la tarde y la casa estaba para mi sólito; yo pues para no aburrirme llame a un amigo que hice en un trabajo que tuve que se llamaba Adolfo, un chico menor que yo como de 22, trigueño, buen cuerpo, un rostro como de niño, muy

Hielo, Ron Y Sexo II (Seguimos Solos)

Seguí jugando con el hielo, mientras nos tomábamos otro trago de ron, yo no soy muy tomador que digamos, pero la ocasión lo amerita, acababa de mamar a uno de mis "hombres preferidos" como les llamo yo, Adolfo, un trigueño que esta como me lo recetó el doctor, es increíble y después de haberlo mamado, lo sentía mas cerca de mi, con el hielo seguí mojándolo, le di vuelta e hice lo

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Web-01: vampire_2.0.3.07
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