Gay Erotic Stories

MenOnTheNet.com

El policía de barrio

by Paris2001mx@hotmail.com


El policía de barrio Voy a relatarles algo que me pasó hace unos meses, primero les quiero decir que tenido algunas experiencias homosexuales, siempre con gente que abiertamente, no lo es. Aunque de mi, por mi edad: 32 años, mucha gente sospecha, siempre me he mantenido por la línea del soltero empedernido dedicado únicamente al trabajo. Antes de vivir esta experiencia fui liquidado del trabajo donde me encontraba y con lo de mi liquidación puse una tienda de abarrotes que aunque pequeña estaba muy bien surtida. Por lo mismo todo el día me mantenía sumamente ocupado despachando, atendiendo clientes y proveedores. Un día cualquiera entró un policía de barrio, de los llamados bicicletos, por aquello que andan en bicicletas y me pidió permiso de pasar el baño, con las reservas propias que debemos tener en esta ciudad, lo dejé pasar , y él, salió enseguida después de hacer sus necesidades. Esto se empezó a repetir cada vez con mas frecuencia y si bien era algo que no me disgustaba prefería que nadie entrara a la tienda, nadie mas que yo. Pero eso cambió un buen día cuando llegó acompañado de Alfonso, el policía que iba a encargarse de la seguridad del vecindario ya que él había sido asignado a otra parte. Alfonso era moreno, de esos morenos con la piel uniforme, brillante y firme. Estatura promedio, cuerpo recio, brazos fuertes, espalda amplia, trasero de tentación y un bulto mas que antojable entre las piernas. Tenía gesto adusto, gesto de hombre adulto, varonil, de esos que no te los puedes imaginar ni como niños ni como adolescentes, sino como hombres. Como cuando de niño veía ciertos especímenes que irremediablemente les llamaba “señor” y me refería a ellos como hombres, no como muchachos. A Alfonso precisamente lo habían llevado para presentármelo y a la vez indicarle en dónde podía “ir al baño”, en cuanto el anterior policía dejó de presentarse, mi atención para con él se incrementó aunque sin exagerar pues no quería delatarme. Nos la pasábamos platicando a ratos, le invitaba refrescos y el correspondía ayudándome a cerrar la tienda y sobre todo haciéndose presente para “imponer respeto”. El trato fue haciéndose de más confianza llegando incluso a quedarnos platicando después de yo cerrar la tienda y él de terminar su turno. Un viernes le propuse tomar algunas cervezas pero me comentó que no podía quedarse muy tarde ya que debía regresar de fin de semana a su pueblo, un lugar en el estado de Morelos. Comenzamos a tomar y cuando él insistió más en irse por la razón de que ya no iba a encontrar transporte, lancé el primer anzuelo y le propuse pasar la noche en la tienda a lo que él, después de la debida resistencia, accedió. Esto iba por buen camino. Pequeños incidentes me daban a entender que podía intentar algo más: miradas a mi entrepierna y a mi trasero, tocarnos los brazos, hombros y espalda para enfatizar algún punto de la plática, roces evitables que ninguno de los dos eludía, etc. Todo esto mientras hacía las labores diarias que implicaba el cierre de la tienda. Terminadas éstas nos sentamos frente a frente ya sin ninguna distracción y nos concentramos en la plática y yo, aunque creo que también él, a estudiarnos físicamente con mas calma y con cada vez, menos disimulo. Llegó mi turno de lanzar el segundo anzuelo, le pregunté por su preparación física para conservarse en forma, él, ni tardo ni perezoso se lanzó al piso a hacer abdominales, lagartijas y toda clase de ejercicios gimnásticos que me permitieron tener un panorama completo de su cuerpo. Lo pequeño de la tienda, los refrigeradores y lámparas funcionando y el calor de las cervezas, hicieron que al terminar la demostración de su estupenda forma, terminara bañado en sudor. Con la justificación de que era la ropa que usaría al día siguiente, sugerí que se la quitara a lo que sorprendentemente accedió, se quedó solo en boxers, que por amplios no solo no mataban la pasión sino que la incrementaban pues yo no perdía la oportunidad de estar al pendiente de ver algo de sus entrepiernas. Yo no tenía pretextos para aligerarme de ropa, así que solo me desabotoné la camisa, me desabroché el pantalón y me quite zapatos y calcetines. Las cervezas nos hacía ir seguido al baño y en una de las idas me deje el cierre abajo y se podía ver el bikini que usaba, mi pantalón se caía en cuanto me ponía de pié a lo que el mismo sugirió que me lo quitara y yo accedí gustoso. Mi mano iba cada vez mas seguido a rascarme a veces por encima del bikini y otras por adentro. Su pene, al sentirse mas libre andaba con soltura dentro del boxer lo que hacía que se notara también mas. De pronto nos paramos los dos al mismo tiempo al baño, nos detuvimos por un segundo como vacilando e inmediatamente, haciendo un mohín de: ¡total, ya que!, nos dirigimos al baño. Por el poco espacio , quedamos los dos pegados de costado orinando, viéndonos nuestros penes que empezaban a engrosarse y nuestro abdómenes cubiertos ambos de pelos desde el pecho y sin interrupción llegar hasta nuestros penes pasando por los ombligos. Yo tome la iniciativa: rodeando su pene puse sobre la palma de mi mano sus huevos que no alcanzaba a tomarlos todos, él cerro los ojos y me paso el brazo por la espalda. Mi otra mano tomo mi pene y con el le acariciaba sus ingles. El abrazo se tornó completo y sus manos bajaron a mi trasero estrujando mis nalgas. Mi boca se dirigió a su cuello, sudado, moreno y salado. El se estremecía y por fin..., pude meter mi lengua en su boca que un poco torpe al principio y ansiosa después respondió a mi beso. Nos fuimos a la pequeña cama en la trastienda y ahí probé su pene y el probó mío, lo probó mi boca y lo probó mi culo..., él hizo lo propio. Desde entonces ya nunca cierro solo mi tienda y mi cama que de por sí era pequeña, lo parece mas aún. Si te gustó y/o quieres hacerme algún comentario escribeme: paris2001mx@hotmail.com

###

Popular Blogs From MenOnTheNet.com

Please support our sponsors to keep MenOnTheNet.com free.

1 Gay Erotic Stories from Paris2001mx@hotmail.com

El policía de barrio

El policía de barrio Voy a relatarles algo que me pasó hace unos meses, primero les quiero decir que tenido algunas experiencias homosexuales, siempre con gente que abiertamente, no lo es. Aunque de mi, por mi edad: 32 años, mucha gente sospecha, siempre me he mantenido por la línea del soltero empedernido dedicado únicamente al trabajo. Antes de vivir esta experiencia fui liquidado

###

Web-01: vampire_2.0.3.07
_stories_story