Esto me sucedió una semana de enero donde me enviaron a trabajar a una de las ciudades importantes de mi país, me iba un jueves y regresaría hasta el sábado. Al salir de la oficina como a las seis me dirigí al hotel, uno de los mejores de la ciudad, sin llegar a cinco estrellas. En él me atendió una señora mayor quien me entregó la llave y el control remoto del televisor. Resulto que el dichoso control no funcionaba y tuve que ir varias veces a la recepción a solicitarle otro, en eso me dijo: "porque no se espera al muchacho que entra a turno a las nueve, él sabe mas de estos aparatos." Así quedamos y me dispuse a ordenar mi ropa y demás. Como a las nueve y minutos tocaron a mi puerta, abrí y era un joven guapo de pies a cabeza, con un rostro infantil, lampiño, una sonrisa para no olvidarla y con voz ronca me dijo que venia a revisar el televisor. Venia vestido con un pantalón azul, bien ajustado al cuerpo puede ver un buen trasero y unas interesantes piernas. Una camisa negra como para salir a bailar, no adecuada para trabajar pero ni modo, tal vez no tenia otra. "Me llamo Fernando, estoy a sus ordenes, solo marque cero en el teléfono" me dijo, "Yo Carlos" le conteste. Arreglo el desperfecto y salió seguido de un "muchas gracias" de mi parte. Quede impactado pero no me detuve y seguí desempacando mi ropa y otros. Al buen rato me puse a ver televisión y monitoreaba todos los canales del cable. Como a las once estaba ya acostado con el control en una mano y mi verga completamente dura en la otra, me estaba acariciando a través del bóxer que llevaba puesto. En eso se me vino a la mente Fernando, tome valor y le llame, solicitándole algo y que necesitaba que llegara a mi habitación, él me dijo que al instante. Como a los cinco minutos tocaban mi puerta, abrí con solo mi bóxer de ropa y le pedí que pasara. Él entró algo confundido y me pregunto que necesitaba. Yo sin contestarle le tome la mano y la dirigí a mi cuerpo, él al tocarme inmediatamente se alejo de mí. De nuevo se la tome y la puse en mi pecho, ahora no se alejo y empezó a acariciarme y este bajaba su mano a mi abdomen, donde se notaba algo de ejercicios y pesas, luego acerco su otra mano y empezó con mas ímpetu a acariciarme, sus manos me rodeaban ahora, me tocaba la espalda, mi pecho, llegaba hasta mi trasero el cual apretaba con furia y deseo. Ahora entraban en acción mis manos, empecé a desabotonarle la camisa negra que llevaba hasta que se la quite del todo, puede acariciar su pecho, sus brazos, su abdomen, su espalda y alrededores. Me dirigí mientras él seguía acariciándome a su pantalón, afloje su faja, desabotone su pantalón y lo baje al suelo, quedo ante mí con un hermoso calzoncillo verde, apretado y que delataba una enorme verga a medio crecer, se miraba algo de liquido en su punta a través de la delicada tela. Él fue metiendo sus manos en mi bóxer, me lo fue bajando despacio haciéndome caricias en mi trasero y dándome uno que otro apretón que me excitaba aun más. Le baje su calzoncillo y salió frente a mí su hermoso trozo de carne, jugoso y delicioso. Nos tiramos a la cama y nuestras caricias se intensificaban, llenos de placer y deseo nuestros cuerpos se fusionaban y se estaban literalmente comiendo, nos estábamos devorando de pies a cabeza, nuestras lenguas ya se estaban conociendo y no dejaban que nos separáramos. Así fui subiendo poco a poco a Fernando a mi pecho, su verga completamente dura estaba frente a mi boca, no me puede resistir y empecé con la punta de mi lengua a hacerle caricias, con mis manos fui empujando su cuerpo a mi rostro, solo así pudo entrar en mi boca ese leño, que delicadamente empecé a humedecer con mi lengua y a incitarlo a que se moviera dentro de mi boca y me hiciera tocar el cielo. Mis manos se estaban dando un banquete, acariciando el hermoso culo de Fernando y su espalda, él empujaba con fuerza dentro de mi boca y sentía como si llegara a mis amígdalas, era increíble el placer que sentía en ese momento, hasta por momentos me quedaba sin aire, se escuchaba como gemía él, se retorcía con cada entrada en mi boca. Sus movimientos intensos por momentos me ponían la piel caliente, mi cuerpo estaba excitadisimo y mi verga de lo más grande del mundo. Lo baje y lo acosté a mi lado, sin dejarlo reaccionar me le lance y de nuevo busque su verga con mi boca, él seguía gimiendo y se notaba en su rostro lo bien que lo estaba pasando, jugaba con sus bolas y le hacia caricias con mi lengua en su agujero. En eso tome sus piernas y sin mas las puse sobre mi hombro, tome con mi mano derecha mi verga y la fui dirigiendo a su húmedo agujero, empecé a meterla con delicadeza, él al sentirme hacerlo me decía con una voz entrecortada que no, que no quería eso. Yo hice caso omiso a su plegaria y empecé a empujar con mas fuerza, me costo entrar pero al fin lo logre, estaba dentro de este hermoso culo, solo ahí fue cuando Fernando se quedó callado y dejo de decir "NO". empecé a moverme delicadamente dentro de él y a los minutos escuchaba de nuevo su respiración acelerándose, el miedo que él había experimentado al inicio de mi penetración se le había quitado, ahora solo era placer y empezaba a disfrutarlo. Mis movimientos se intensificaban por momentos y bajaba el ritmo en otros, estábamos completamente sudados y sonrientes, en su rostro notaba yo como reaccionaba con cada una de mis entradas, sentía como él vibraba de placer y deseo. Yo no me aguante y a los minutos entre mis fuertes embestidas llene todo su conducto de leche, mi hermosa y caliente leche estaba dentro de él, sentí en todo mi cuerpo cada una de mis gotas, cada salida, cada bombeo lo sentí hasta en los huesos. Mi cuerpo perdió fuerza, me debilite de tanta acción y me desplome a su lado. En eso lo quede viendo, él estaba con los ojos cerrados y su pecho lleno de semen, mientras yo me movía en él y resultado de tanta fricción su cuerpo también había eyaculado y llenado de placer su vida. Estuvimos así, callados por unos minutos cuando el se levanto bruscamente, "ojalá no haya llegado nadie a buscarme" me dijo. Al parecer no había dejado a nadie encargado de atender a los otros huéspedes y enrollado entre tanto placer lo había olvidado, se levanto rápido y empezó a vestirse, así todavía a medio vestir salió de la habitación dejando solo un "nos vemos luego" saliendo de sus hermosos labios. Yo me levante y me fui a bañar, estaba sudado y cansado. Salí de la ducha y me puse a dormir. Al día siguiente salí del hotel para la oficina el viernes, Fernando ya no estaba él entregaba turno a las seis de la mañana, lo vi de nuevo hasta en la noche, lo invite a un refresco y estuvimos platicando de la vida y le conté que era mi ultima noche ahí y que quería estar con él, el no me contesto, se levanto y se fue a su lugar de trabajo. Como a las tres de la madrugada, tocaron a mi puerta, me levante todavía con los ojos pegados y abrí, era Fernando que bruscamente me empujo hacia adentro y cerro la puerta, me planto un beso que no olvidare, lo desnude y nos tiramos a la cama hasta el amanecer. Me vine de ese pueblo y no he vuelto a ir y no se nada de él. Escríbanme a: loverboy_69@latinmail.com Due to international translation technology this story may contain spelling or grammatical errors. To the best of our knowledge it meets our guidelines. If there are any concerns please e-mail us at: CustomerService@MenontheNet