Gay Erotic Stories

Extraños Placeres Esta es un historia real, cualquei comentario a: Helias@hotmail.com Yo vivía con mi padre en casa de mi abuelo. Mi padre era el menor de una inmensa lista de hijos, era muy tímido, introvertido, tenia 35 años y mas que mi padre parecía mi hermano mayor. Era bastante bello y simpático aunque tímido en exceso. Su mejor amigo era Carlos, un hombre que vivía en frente de nuestra casa, era 3 años mayor que el, pero siempre se habían llevado muy bien. Carlos tenia solamente un hijo, casi de mi edad, un poco mas grande, Marcelo. Marcelo se la pasaba abrazándome y tratando de tocarme, yo siempre creí que lo hacia pro juego, peor pronto descubriría la realidad. La ventana de mi cuarto, daba exactamente al cuarto de Don Lorenzo, un hombre de cerca de 80 años, pero sumamente guapo, era el amigo de la infancia de mi abuelo, y estaba todo el día metido en la casa. Tras la muerte de mi madre, Mis tíos y mi abuelo, manipularon de tal forma a mi padre para que regresara a la casa de mi abuelo, haciéndole creer que el nunca podría vivir solo y tratándolo, casi de inútil. Una vez, desde mi ventana vi como Don Lorenzo se masturbaba, era muy guapo, yo diría que guapísimo, estaba cubierto por un retorcido vello blanco, que abundaba en todas partes de su cuerpo. Pese a su edad, sus piernas y sus brazos era muy fuertes y regordetes, era algo así como musculoso, pero viejo, su cara estaba un poco arrugada, pero era hermosísima, el solo verlo te producía una cierta clase de orgasmo. Sus nalgas eran como dos globos bastante inflados. Cada vez que jalaba su verga esta crecía mas y mas, hasta que alcanzo poco mas de 20 cm de largo y como 4 de ancho, era un verga espectacular, sentí como mi verga empezó a pararse y la sobe, mientras veía como Don Lorenzo jalaba su verga con su enorme manos hasta venirse y hacer un batideros de su propio semen y luego se tiro en la cama con la verga aun erecta y se quedó dormido. A la mañana siguiente, en la escuela le conté a Marcelo lo que había visto desde la ventana, y que me sentía muy confundido, el me vio a los ojos y se rió, me dijo que era normal y que si me había gustado, me puse un poco nervioso, peor el recreo había terminado y ya no hablamos. Al salir de la escuela teníamos que caminar a casa, pues estaba cerca y el coche solo nos lo prestaban para salir lejos. Marcelo me alcanzo ya que yo había tratado de evitarlo para que no siguiéramos hablando de lo que vi, pero Marcelo me alcanzo y cargo mi mochila, me tomo de la mano y empezamos a caminar, por el atajo, donde nadie pasaba, éramos como novios, en eso, así como íbamos d ella mano se acerco a mi y me pregunto si quería ser su novio, yo me enrojecí mucho y baje la cara. No podía creer lo que me estaba pidiendo, me dijo que lo pensará. Marcelo en verdad me atraía, era un poco mas alto que yo, era de un cuerpo excelente, delgado y de músculos que apenas empezaban a notarse, siempre olía muy bien y era de los mas guapos en la escuela, muchas niñas andaban tras él. Me levanto la cara y me beso en la mejilla, me dijo que le encantaba mi cara de ángel, mi cuerpo con cero grasa y mi nalgas, apretando estas muy fuerte, yo me reí y le dije que si quería ser su novio, así llegamos a la casa. Entre y me di cuenta de que mi abuelo estaba con Don Lorenzo, entre a saludar y el solo ver a ese hombre provocó una pequeña erección. Mi abuelo me pidió que le hiciera compañía mientras iba a hacer unas cosas, yo no tenía plática para es eguapisimo hombre que me examinaba con la vista, poniéndome nervioso, así que dije lo primero que me vino a la mente "tiene el pie muy grande, de que número calza usted?", el bajo la vista para ver su pie forrado por un calcetín negro y adentro de un elegante zapato, moviendo el pie dijo "pues en verdad es grande no?, te gustaría sentirlo adentro de tu culo mi rey?", la pregunta me saco de órbita, sin decir una palabra, Don Lorenzo se saco su pie del zapato y empezó a recorrer mi cuerpo con el, yo apreté mis rodillas y el se abrió espacio entre ellas para llegar hasta mi verga y empezara sobarla con su pie y hacer caras de placer, mientras yo me aferraba a la silla, el se saco su verga y empezó a jalársela, mientras con su pie me masturbaba cada vez mas duro hasta hacerme venir, yo lo vi a los ojos, el me guiñó uno de sus hermosos ojos azules y yo me fui muy apenado. Me encerré en el cuarto y recordé a mi hermoso novio joven. Ya era de tarde cuando oí que sonó el timbre, era Marcelo que venía a verme, me sentí un poco nervioso, pero pues no podía hacer nada, el estaba casi en mi cuarto. Al entrara me vio pícaramente y sonrió diciendo: "Ahora si, nadie te va a salvar de mi enorme verga", yo me reí, mas por las cosquillas que empezó a hacerme mientras me abrazaba que pro su comentario. Pronto nos subimos a la cama y el empezó a meter sus manos adentro de mi ropa y a besarme toda parte de mi cuerpo. Yo solo pude meter mis manos bajos u chamarra y apretarlo contra mi, su olor me enloquecía, el contacto de su manos y sus labio me aceleraba el pulso, entonces, lo vi a los ojos, éramos unos niños jugando a ser grandes, bueno, erramos lo suficiente grandes para saber lo que hacíamos, pero no para entenderlo, entonces me separe de el de inmediato y me senté a llorar en la cama, le dije que no podía, que me gustaba mucho, peor que no podía hacerlo, el me abrazo por detrás, recargo su cabeza en mi espalda y sonriente me dijo que sería cuando yo quisiera, me limpió las lágrimas, me tomo de la mano y me saco a dar una vuelta. Al llegar de nuevo a la casa, Marcelo me abrió la puerta del coche, platicamos un rato en la puerta de la casa y luego se fue besándome, asegurándose de que nadie nos viera. Entre apresurado a mi cuarto sin prender luces ni nada, me asome a la ventana para ver si Don Lorenzo se masturbaría hoy, peor creí que era demasiado tarde, pues la luz de su cuarto estaba apagada y probablemente ya se abría dormido. Me desvestí y me puse la pijama, me lave los dientes, rece y en eso prendí la luz para buscar algo, en eso mire a m cama, ahí estaba, Don Lorenzo, completamente desnudo acariciando su verga y sonriéndome. "Qué hace aquí?", pregunté un poco molesto "Creo que me debías un show, yo te di uno ayer y tu te acabas de desvestir justo frente a mi, valla que tienes buen cuerpo, porque no lo ponemos a trabajar?", me puse muy nervioso "Vallase de aquí viejo sucio o le voy a hablar a mi papá o a mi abuelito" el sin moverse se rió y me dijo: "Tu abuelito esta bien dormido, y tu papá esta siendo cogido por Carlos, su amigo, si lo conoces no?, su hijo anda tras de ti, que crees que no me he dado cuenta?", yo no podía creer lo que el decía, hizo una seña para que me sentara en la cama junto a el, y así lo hice "quieres que te cuente lo de tu papi?", pregunto cínicamente "Sí, cuénteme" le dije ansioso de escucharlo todo "Bueno, pues mira, tu papá siempre fue débil de carácter y tus tíos mucho mayores que él, y todos hombres lo consintieron mucho y lo echaron a perder, tenía 18 cuando dijo que había embarazado a una mujerzuela, peor antes de eso...." Callo unos segundos "Antes de eso que?" le pregunte ansioso. " A los 10 años, tu abuelo encontró a Carlos y a tu padre fornicando en su cuarto, tu sabes, ustedes siempre han tenido mucho dinero y un escándalo no era lo mejor, así que tu padre se hizo el que no vio nada y desde entonces a sobreprotegido a tu padre, quein desde ese momento se convirtió en el amante de Carlos, he de decirte que Carlos esta loco por el y que lo quiere mucho, yo diría que demasiado, y no es para menos, tu padre es un jovencito que cualquiera quisiera cuidar, o que, tu nunca has tenido sueños eróticos con él?", pregunto morbosamente "Sí" mentí, pues nunca había visto a mi padre como un objeto sexual, mas bien, siempre lo había visto como un niño que necesitaba afecto y cuidados, peor en ese momento jugaba a ser el hombre de mundo que sabe de todo "Y que, piensas quedarte ahí sentado toda la noche, tienes un cara hermosa, un cuerpo perfecto, ponlo a trabajar y dame atención, ya oíste lo que querías no?, ahora trabaja" Yo lo mire retadoramente y le dije "Yo creo que a usted ya no se le para nada y solo me va a hacer perder mi tiempo, así que mejor vallase", mentira número dos, ardía en deseos de coger con ese hombre, pero no sabía como hacerlo y tenía miedo de que me lastimara "Uhhhyy, pues te chingaste pinche puto de mierda", me dijo el anciano y me tomo entre sus brazos, me beso y empezó a masturbarme y a tocarme, yo trataba de defenderme, peor en el fondo eso era lo que deseaba, así que no opuse resistencia, el empezó a ensalivar mi culo y a meter sus dedos "Eres virgen verdad?", pregunto el hombre "Si, por favor, no valla a lastimarme", exclame viéndolo inocentemente "A parte de puto, chismoso, no que muy experto", decía a la vez que me metía la verga en su boca, empece a mamársela lo mejor que pude, pero su enorme verga no me cabía en mi boca, y me molestaba un poco, pero me exitaba tener ese monstruo adentro de mi, lamía sus huevo y besaba cada parte de esa enorme verga, "métetela toda, que para eso es mi vida" decía entre gemidos de placer Don Lorenzo, me levantó entonces y me ensarto su verga sin decir nada, dentro de mi culo previamente lubricado, pero pues no importa, su verga era enorme y si me lastimó, perr con cada vez que entraba mi culo se abría mas y me llenaba de placer, empezó a mover sus pelvis, de tal manera que su verga entrara y saliera de mi culo con furia, así lo hizo repetidamente hasta que se vino en mi cara, me jalo la verga para que me viniera yo también, y me quede profundamente dormido en sus brazos. "Ya despierta dormilón, es hora de ir a la escuela", me dijo con una voz muy dulce mi padre, yo lo abrace al despertar y el sonrió, despejo mi frente y me invitó a despertarme, así lo hice y al acabar de desayunar salí para encontrar que mi novio, mi querido Marcelo me esperaba para irnos juntos, yo dirigí una mirada hacía la casa de Don Lorenzo y le dije a Marcelo,: "Ahora si, soy todo tuyo y haré todo lo que tu quieras", el me miro desconcertado, me sonrío y acaricio mis mejillas, nos tomamos de la mano y caminamos rumbo a la escuela. Aunque mi culo me dolía como nunca. Continuara......