Gay Erotic Stories

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Historia de dos...y tres.

by HugoMM


Claudio, Miguel Angel y yo éramos compañeros en tercero de la secundaria nocturna. Ellos dos eran amigos inseparables. Siempre llegaban juntos en el autobús y a veces en la moto de alta cilindrada que Miguel Angel compró más tarde. Claudio era alto, rubio de pelo corto y encrespado, ojos verde claros, boca muy fina, sonrisa escasa, practicaba fútbol y su cuerpo parecía pura fibra. Miguel Angel era un poco más bajo, de pelo lacio negro azabache, ojos de azul profundo, formas algo redondeadas y eterna sonrisa simpática en su rostro aniñado de labios grandes. Todos teníamos fama de muy machitos y nuestras bonitas novias. El dúo inseparable llegaba conversando animadamente para unirse al resto del grupo de nuestro curso. Hacía poco tiempo que nuestra escuela había inaugurado su segundo nuevo local con gran fiesta. La larga galería terminaba en los modernos sanitarios equipados con todas las comodidades en los que habitualmente íbamos a fumar con permiso complaciente de los profesores. Aquella noche, a poco de iniciar las últimas horas de clase pedí permiso para ir a los sanitarios. Una gran L separaba la zona de duchas y vestidores del resto. Cuando estaba orinando me pareció sentir unos jadeos, así que fui hasta el fondo ...y al girar lo que vi me dejó inmóvil. Allí estaban Claudio y Miguel Angel totalmente desnudos, sus ropas estaban sobre uno de los bancos. Miguel Angel estaba tomado del cuello de Claudio, sus piernas estaban entrelazadas por detrás con las de él. Claudio, apoyado contra la pared, lo sostenía por debajo de las axilas firmemente con sus manos sobre los pectorales de Miguel Angel. Miguel tenía el cuello girado hacia atrás y estaban fundidos en un apasionado beso...y la verga de Claudio firmemente clavada en su culo. El rostro de Claudio estaba iluminado de placer. Cuando se percataron de mi presencia separaron sus bocas y Miguel Angel me pidió :"Hugo, chúpamela, por favor!!!". Nunca había hecho algo así...pero me acerqué a ellos, me desvestí yo también y me agaché lo suficiente como para meterme la verga de Miguel Angel en la boca. Su excitación creció inmensamente. Desde su posición Miguel movía la cintura para meterme más su verga en la boca y con ese vaivén la verga de Claudio entraba y salía de su culo. Claudio apenas podía hacer unos movimientos cortos pero acompasados con los de Miguel Angel aumentaban su penetración. La verga de Claudio se veía muy grande y dura. Tomé los huevos de los dos entre mis manos y comencé a acariciarlos. Los sentí estremecerse de placer. En un gran espasmo acabaron los dos: Miguel en mi boca y Claudio estalló dentro de él aprisionándolo más aún contra su cuerpo. Luego de ese momento supremo me incorporé mientras ellos se separaban lentamente y ya de frente se fundían en otro beso. Las manos de Claudio acariciaban el hermoso culo de Miguel Angel y las de éste la fornida espalda de Claudio. Yo estaba allí sin haber acabado con mi verga dura como un garrote. Miguel se fijó en ello y me pidió que me recostara de espaldas sobre el banco en el que estaban nuestras ropas. Se sentó entre mis piernas y me dio la mamada más fenomenal de mi vida. Mientras tanto Claudio se masturbó y acabó sobre mi pecho. Después nos besamos los tres guiñándonos los ojos de manera cómplice, nos limpiamos, nos vestimos y regresamos a la sala de clases muy satisfechos de nuestra primera vez. Ellos siguieron cogiendo muy a menudo...para mi esa experiencia había sido hasta allí debut y despedida. Pero una buena noche Claudio faltó pues debía jugar un partido de fútbol en la capital. Un Miguel Angel un poco triste me llamó desde el fondo de la galería y me invitó a pasar esa noche con él. Era viernes por la noche y sus padres estarían de viaje hasta el domingo. A la salida de clases fuimos hasta su casa en la moto. Durante el trayecto me pegué bien a su cuerpo y aproveché para iniciar el juego acariciándole las tetillas y apoyándole mi verga en el trasero. Llegamos hirviendo. Guardamos la moto y en pocos minutos estábamos desnudos en la cama de su habitación fundidos en besos y caricias. Miguel tenía unas hermosas tetas y me pidió que se las chupara mientras él jugaba con mi verga y gemía de placer. Abrió las piernas, se acomodó un almohadón para elevar su pubis, me alcanzó un tubo de lubricante y me dijo: "cógeme, Huguito". Lubriqué mi verga y su culito y se la metí lentamente hasta el fondo. El me rodeó la cintura con las piernas y yo comencé a jugar con su verga medio parada mientras me lo cogía y se le puso bien dura. En pocos minutos me vine dentro de él en una catarata de semen. Me pidió que se la dejara adentro mientras me relajaba y me ayudó a sacársela despacio. Me tendí a su lado y lo abracé. El no había terminado y estaba aún muy caliente, me pidió que lo masturbara. Se me ocurrió preguntarle si ya se había cogido a Claudio y me respondió: "...no, él es muy macho...me coge y me masturba..." "Pero tienes una hermosa verga para ofrecerle...", le respondí. "Te gusta?", me preguntó él...mientras yo por toda respuesta ya había dejado su cabeza al descubierto, la había lubricado bien y me sentaba lentamente en ella hasta que la tuve toda adentro. La sensación inicial de dolor cedió muy pronto y me encontré en las nubes. Lo invité a cambiar de posición sin sacármela para sentir su cuerpo sobre mí y darle libertad en el ritmo de la penetración. Me dio una culeada fenomenal mientras me mordisqueaba las orejas, me besaba el cuello y me metía la lengua hasta la garganta. Acabó en un tremendo chorro y un interminable ahhhhh!!!, ahhhhhh!!!, ahhhhhh!!! Y se desplomó sobre mí. Esa noche y casi todo el sábado sólo dejamos la cama para comer o beber algo. Ambos presentíamos que la virginidad de Claudio pronto sería cosa del pasado. Me moría de ganas de ver al machote con una verga en su duro culito y le pedí a Miguel Angel que me invitara a la fiesta. Eso ocurrió a los pocos días. A una seña de Miguel Angel retorné a los sanitarios de la escuela como la primera vez y allí estaban nuevamente los dos, pero esta vez Miguel acariciaba el culo de Claudio mientras le iba metiendo uno dos y tres dedos adentro y Claudio jugaba con la verga de Miguel ya en posición de ataque. Miguel se sentó en el banco y Claudio de frente a él lo ayudó a meter toda la verga adentro de su culo. Fue hermoso ver cómo se la tragaba y su rostro mostraba el paso del dolor al placer. Ya sabían que yo estaba allí, así que me desnudé y coloqué mi verga entre las bocas de ambos. Claudio demostró tener muy buenas condiciones para este trabajo porque disputaba mi verga con la lengua a Miguel y se la metió en la boca hasta los huevos. Luego de que Miguel y yo acabamos mi premio fue recibir la verga de Claudio que parecía agradecerme con la mirada el nuevo placer descubierto. Hoy los tres estamos casados y tenemos nuestras familias...pero si alguna vez nos cruzamos nuestras miradas lo dicen todo: no podemos olvidar aquellas hermosas experiencias de la secundaria nocturna !!!

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Historia de dos...y tres.

Claudio, Miguel Angel y yo éramos compañeros en tercero de la secundaria nocturna. Ellos dos eran amigos inseparables. Siempre llegaban juntos en el autobús y a veces en la moto de alta cilindrada que Miguel Angel compró más tarde. Claudio era alto, rubio de pelo corto y encrespado, ojos verde claros, boca muy fina, sonrisa escasa, practicaba fútbol y su cuerpo parecía pura fibra.

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Web-02: vampire_2.0.3.07
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