Gay Erotic Stories

Muchas veces pensé en escribir esto, pero me detenía un falso pudor. Debo iniciar contandoles que tenía 22 años cuando esto sucedió. LLegaba a la Ciudad de México, y buscaba colocarme en un trabajo. Leyendo el periódico encontré un departamento que me pareció ideal ya que estavba ubicado en el centro de la ciudad, después entendí que no era la mejor ubicación pero ahora estaba contento. Al tercer día descubrí que tenía problemas de dotación de agua potable y le comenté a mis vecinos y me comentaron que esto sucedpia en ocasiones ya que la bomba de agua ya estaba dañada. Uno de ellos me dijo que en ocasiones era necesario usar un baño público. Jamás había usado un baño público ya que del puertp de donde provengo no es común su existencia. LLegé al lugar y solicité un sauna, me condujeron a mi baño y me ofrecieron algo para beber y si deseaba un masaje, sin reflexionar me respuesta, acepté, pensando que era una práctica usual, pasado algunos minutos tocaron a la puerta y me ofrecieron la bebida solicitada y me preguntaron si estaba listo para el masaje, sin dejarme reflexionar, el ingresó en mi apartado y de inmediato comenzó a desvestirse, yo, un poco tubado me dirijí hacia la regadera pensnado como debía reaccionar ya que jamás me había permanecido desnudo con personas de mi sexo. Estaba absorto cuando entro a la sección del baño y me pidió que me acostara para iniciar el masaje, el se refrescó en la regadera y fué allí cuando reparé en mi masajista, me dijo se llamaba Gregorio, eras un chavo de aproximadamente 25 años, 1.85 cm de estatura de tez blanca y de anchas caderas (esto fué lo único que aprecié mientras se bañaba), cerré lo ojos y pronto noté un suave masaje en mi cuerpo, me recorría de arriba a abajo, se detenía en ocasiones en mis íngles y aún cuando em encontraba turbado no pude evitar el inicio de una erección, agardecí que me pidiera en ese momento que me diera la vuelta, siguió el masaje y ahora percibí que ponía especial énfasis en mis nalgas, un poco incomodo, pero en realidad disfrutando del masaje, me relaje y permanecí con lo ojos cerrados, cuando abrí de nuevo los ojos se encontraba detenido en mis hombros y quedé sorprendido con el miembro que tenía frente a mis ojos, instintivamente cerré inmediatamente los ojos, para de nuevo abrirlos cautelosamente. Era inmenso y se encontraba en total erección, yo pensé siempre que tenía un falo de regulares dimensiones comparandolo con los de mis compañeros de escuela o mis amigos, al fijarme en los migitorios, sin embargo lo que ahora miraba era alñgo fuera de lo común. El percibió mi asombro y de inmediato tomó mi mano y la coloco sobre su su pene, intenté retirarla pero el me contuvo, paso mi mano sobre toda su extensión y yo sorprendido traté de atrapar con mi mano su grosor para cofirmar lo que imaginaba, no pude cerrar mi mano sobre ella. Confiado, inmediatamente la acerco a mi boca, instintivamente me levante resistiendome, pero el imponiendo su fuerza me obligó a acostarme nuevamente y colocó aquella cosa frente a mis labios forzó su entrada y no tuve mas remedio que abrir mis labios, apenas podía atrapar el gigantesco glande, pero el no se conformó y empujó el resto de su verga en mi boca, no tení ni la mitad pero sentí que quen me ahogaba y que jaás podría permitir un centimetro mas. El no se detenbía en su intento, y trataba a toda costa de insertar un poco mas su descomunal instrumento. Así permanecimos por espaccio de 5 minutos, yo tratando de resistirme y el colocando de todas las formas posibles su miembro dentro de mi boca deteniendome de los cabellos, debo reconocer que algo morboso me permitió disfrutar este trance. De pronto se detuvo, tomó de la toalla que tenía bajo mi cabeza un condom y enb vano trato de cubrirse el pene se notaba a leguas que le ajustaba en demasía y no llegaba a inicio del tronco. Alli fué fuendo no teniendo mas remedio grité pidiendo ayuda y corri alrededor de la plancha, el me tomó por la espalda, tapandome la boca y presionando mis nalgas ci¿on su inmenso miembro, me puso boca abajo sobre la plancha y trató de introducirme esa cosa enorme. Jamasm lo lograría fué entonces uando cambió de táctica y metío en mi ano uno de sus dedos y aún con su mano sobre mi boca no pudo ahogar mi grito, lugo fueron dos dedos y ya bo pude soportar, me safé y corri hacia la puerta, me tomo nuevamente y sin darme triempo a gritar me dio un beso tomandome la cara entre sus manos, fué alli cuando percibí que sus dedos sangraban y entendé el ardor que sentía en el trasero. Me llevó besando hacia un divan y continuó introduciendome los dedos, yo gemía pero el no se detenía, de pronto me levato las piernas, sabia que era lo que pretendía y le suplique que no lo hiciera. esto solo lo alento mas y sin compasión apoyandome sobra la pared introdujo su menso glande, no pude eviar y solté el peor grito de mi vida, el al ver las lágrimas de mis ojos se detuvo un momento pero imediatamente siguió introduciendo su moustrosa verga, sentí de imediato como rompia mis plieges y la sangre escurría sobre la manta bajo de mi, los golpes en la puerta eran cada vez mayores atraidos por mis gritos. el solo se detuvo para gritar que se fueran que todo estaba bien, solo había entrado poco mas de la mitad, la extrajo y retiró el condom, lo vació sobre mi pecho, me dió un beso, se enrredó la toalla, tomo su ropa y salió. Solo regresó para decirme que la próxima vez me la metería todo y en verdad me costaría, quede rendido y no me moví por espacio de media hora. Luego les contaré mi vuelta al baño 2 meses después.