Gay Erotic Stories

El director de nuestra compañía donde yo trabajaba como investigador científico nos anunció: "Todos los investigadores que trabajen en laboratorios tendrán secretarios en vez de secretarias. En primer lugar, a las chicas no les gustra trabajar en los laboratorios, aisladas y sin poder chismorrear agusto, y segundo, como los investigadores tienen que viajar todo el tiempo, es más fácil que un secretario varón pueda viajar con ellos". Yo inmediatamente recordé el dicho de mi abuelita cuando dejaban encargado algo con alguien no digno de confianza: "Van a dejar la Iglesia en manos de Lutero", y es que antes de que me pusieran un secretario ya estaba pensando en seducirlo. Le pregunté al jefe cómo iban a asignar los secretarios. Él dijo: "La oficina de personal los asignará de acuerdo a méritos y habilidades requeridas para el trabajo. Tú por supuesto, Dani, por tu carga de trabajo y tu record de investigación, contarás con un secretario exclusivo para ti". Apenas salió el jefe, llamé por teléfono al jefe de personal, el cual era mi amigo y además era homosexual. Le dije: "Ya sabes, Toño, me pones a mí el secretario más guapo y sexy". Él me dijo: "Dando y dando, ¿qué me vas a dar?". Le dije: "Aquí te tengo algo de 8 1/2 pulgadas guardado dentro de mi pantalón. Te veo a las 11:30 en el baño de caballeros del edificio D". A las 11:30 entré a los baños y me metí en el último cubículo, el cual era más amplio que los demás y tenía más privacía. Después de uno o dos minutos entró Toño, el jefe de personal, y se metió a mi cubículo. Él era alto, fornido, blanco, cabello negro, bigote poblado, y un culo perfecto y redondeado, así como unas piernas gruesas y musculosas. Entró, se hincó y me abrió la bragueta, sacó mi verga y empezó a lamerla y mamarla con mucha pasión. Yo le acariciaba su cabello negro y sedoso, sus hombros musculosos y empujaba mis caderas para meter mi verga hasta el fondo de su garganta. Él se estremecía de placer y me sobaba las piernas y los huevos, y por fin me vine en su garganta, echando chorros de esperma cálido y terso. Él se tragó todo, me besó las piernas y los huevos, y se desnudó por completo. Me acarició la verga para excitarla de nuevo y de un brinco se colgó de mi cuello y abrazó mi cintura con sus piernas. Yo no soy un debilucho pero tuve que cogerme de las paredes para no caerme con él. Le ensarté mi verga en el culo y él empezó a subir y bajar cogiéndose con mi verga erecta. Así estuvimos mucho tiempo hasta que me vine en su culo, llenándolo de semen. Él estaba feliz, me dio las gracias y me pidió que lo masturbara. Así lo hice y en pocos segundo se vino en mi mano. Su verga tenía unas 7 pulgadas de largo, circuncidada y muy hermosa, y me hubiera gustado mamarla, pero Toño era completamente pasivo, le gustaba dar el culo y chupar, per no que se lo hagan a él. Me dijo: "Gracias Dani!, eres lo máximo, toda la semana recordaré esta cogida y me masturbaré pensando en ti. Espero que se repita la semana entrante. Ni te imaginas qué secretario te conseguí, mañana lo verás. Te juro que me vas a dar las gracias". Al día siguiente estaba yo en mi laboratiorio revisando unos documentos en la computadora cuando entró el director con mi secretario para presentármelo. !Waw!, ¡qué sorpresa!, casi me quedé boquiabierto. Me dijo: "Éste es Jacques, él es tu nuevo secretario. Tiene una licenciatura en computación y te va a ser muy útil, especialmente para llevar la contabilidad de tus proyectos, lo que tanto te choca". Le dije mucho gusto y saludé de mano, pero yo casi no oía nada, estaba completamente absorbido mirando a ese hombre increíble. El director se fue y nos dejó solos. Yo recorría a Jacques con la mirada, ¿cómo podría describirlo? ¿una estatua griega? No, algo más hermoso todavía. Entonces vi claramente, ¡sí!, ¡eso es!, ¡un dibujo de Tom of Finland! Eso era exactamente como se veía Jacques: rubio, con cabello de oro, realmente dorado, ojos enormes y azules como el cielo o coo zafiros brillantes, facciones angulosas, nariz recta, labios delgados pero carnosos, haciendo "pucheros" o más bien hechos específicamente para besars y para mamar. Bigote rubio dorado espeso y poblado. Su cuellolargo y musculoso conectaba esa cabeza perfecta con unos hombros anchísimos a los que seguía un pecho amplio y musculoso, un torso en V que se reducía a una cintura increíblemente pequeña, exactamente 23 pulgadas, como pude comprobar después, y de allí se formaba un culo redondo, levantado, firme, globular, con cada nalga perfectamente separada y definida, pudiéndose notar a través del pantalón la curva de cada una. Al frente, un paquete enorme con el bulto de una verga gruesa y larga cuyo contorno se divisaba casi hasta la cadera. Sus extremidades, brazos y piernas increíblemente gruesos y duros como el acero: bíceps enormes y muslos gigantescos. Jacques mediía unos 6'3" de alto (yo tengo 6'2"), traía una playera azul marino ajustada a su musculoso torso, y unos pantalones negros de poliéster que parecía habían sido pintados sobre su cuerpo. No había líneas que echaran a perder la suavidad y tersura del pantalón sobre su piel, lo que me hizo pensar que no traía ropa interior. Le pregunté que si era fisicoculturista y dijo que sólo iba al gimnasio 2 veces por semana y levantaba pesas y hacía ejercicios como por una hora, pero eso era suficiente para darle ese físico impresionante. Estuvimos platicando acerca del trabajo que tendría que hacer, y luego fue la hora del café. Le indiqué dónde estaba todo y cómo me gustaba el café. Le dije: "No tienes que hacerme café. El que esté más cerca de la cafetera a las 10 a.m., él prepara el café, así que dime como te gusta el tuyo para hacértelo si me toca". Indagué que era soltero, supuse que con esa belleza o era gay o estaba lleno de chicas que lo asediaban. Me dijo que no tenía novia, y me dije: "Ojalá que sea por lo que supongo". Ese día Jacques la pasó revisando los archivos en su computadora y familiarizándose con el trabajo. Le dije que estábamos encerrados siempre, por motivos de seguridad, le di la clave numérica para abrir la puerta del laboratorio, y que los únicos que la sabíamos éramos él, yo y el director. Cuando alguien tocara a la puerta, había cámara de TV y si lo dejábamos entrar, se tecleaba la clave en la computadora o en el panel junto a la puerta para que entrara. Le di la lista de personas que podían entrar, cada nombre tenía a su lado la foto correspondiente. Le ije que yo generalmente estaba en el laboratorio, ante la computadora o algún aparato científico, y que él fuera a donde yo estaba para dictarle o revisar lo que tuviera. Al día siguiente yo estaba sentado en un banco alto tomando lecturas de un aparato científico. Jacques vino a que le dictara. Se paró junto a mí y su pelvis quedaba exactamente al nivel de mi muslo. Yo tenía los dos pies recargados en un descanso del banco bajo el asiento. Me di un cuarto de vuelta hacia donde él estaba parado para atenderlo y al hacerlo, mi muslo quedó exactamente junto a su pelvis. Yo me giré un poco más y entonces mi muslo tocó su cuerpo. La sensación era increíble, sentía ese cuerpo duro, firme, palpitante, joven, sexy, recargado contra mi muslo. Mientras hablábamos y yo dictaba, yo movía mi pie derecho hacia adelante y atrás apoyado sobre la barra del descanso del banco y entonces mi muslo subía y bajaba frotando el cuerpo de Jacques. Sentí que algo crecía y se endurecía dentro del pantalón y noté cómo su bulto crecía. Me hice como que no me daba cuenta, pero sentía su verga palpitar contra mi muslo. Un día después, me puse más atrevido. Estábamos en la misma posición y entonces yo bajé mi pie derecho del descanso, así que mi pierna se estiró y mi pie llegó al suelo. Me giré un poco en el asiento hacia la derecha, y entonces la parte de adentro de mi muslo izquierdo fue lo que tocó el cuerpo de Jacques; él se sonrojó pero no se retiró. Entonces volví a subir mi pie derecho al descanso del banco, de manera que la parte de adentro de mi muslo derecho tocó el culo de Jacques. Él estaba parado entre mis dos piernas. Inmediatamente se empezó a excitar y yo sentía su verga empujar contra mi muslo y yo movía los dos pies, así que mis dos muslos subían y bajaban, frotando el frente y el trasero de Jacques. Entonces empujé mi cuerpo hacia el frente acercando mis nalgas más adelante, y mi bulto entre mis pierans tocó la cadera de Jacques. Él se excitó más y yo, por supuesto, también. Yo no traía ropa interior, así que Jacques podía sentir mi verga creciendo dentro de mis pantalones y apretando contra su cadera. Él empezó a girar lentamente sus caderas, frotándose contra mi verga y mis piernas. Yo le puse una mano sobre su hombro y sentía su suerpo temblando ligeramente bajo mi mano. Al día siguiente se repitió todo, yo estaba trabajando ante un microscopio y le dije: "¿Te gustaría ver lo que estoy viendo en el microscopio?". Él dijo que sí y entonces, estando entre mis piernas, se volteó hacia el aparato, dándome la espalda. Mientras él se asomaba a los lentes, yo me hice hacia adelante y pegué mi pelvis contra sus nalgas. Él las echó hacia atrás, ofreciéndome su culo, y yo empujaba una y otra vez con mi verga contra su culo. Él estaba gozando y práctacamente estaba recargado en mí, dejando que me lo cogiera a través de nuestros pantalones. Entonces me vine y él lo sintió ya que todo el frente de mis pantalones se humedeció y también le mojé el trasero de su pantalón. Entonces él volteó, sonrojado, y yo, jugando, lo atrapé con mis piernas y no lo dejaba salir. Le dije: "¿Qué te hago para que puedas salir?". Él dijo: "Dame una nalgada". Yo se la di, pero no con la mano extendida sino acopando su redondo trasero y la dejé allí por unos minutos. Entonces lo dejé salir y mientras salía puso su mano sobre mis muslos y antes de salirse pasó las manos a lo largo de los muslos unas 2 veces. La situación ya era claramente sexual, pero yo tenía otros planes para la seducción completa. Le dije: "Jacques, tenemos viaje este sábado, espero que no sea problema para ti". Él dijo: "Claro que no, ¿a dónde vamos?". Le dije: "Es un congreso en Barcelona, 4 días. Yo tengo que dar una conferencia el primer día y quiero asistir a otra el último, pero el resto del tiempo estaré libre y quiero descansar. Tú También aprovecha para descansar, trae contigo tu tanga para que nades y te asolees". Él se ruborizó y sonrió. Llegó el fin de semana y salimos los dos en avión hacia Barcelona, nos hospedamos en el hotel, que también era la sede del congreso. Asistimos a la conferencia que tenía que dar y, apenas terminé, le dije a Jacques que fuéramos a cambiarnos para irnos a la piscina. Fuimos a nuestra suite, yo entré a mi cuarto, me desnudé y me di una ducha y llamé a Jacques, quien también se había desvestido y puesto una tanga color rojo obscuro, que dejaba al descubierto sus redondos glúteos y apenas podía contener su verga enorme. Jacques entró y se quedó boquiabierto mirando mi cuerpo desnudo. Yo me acariciaba para resaltar mi cuerpo, que no era gran cosa junto al suyo, pero que es muy esbelto, con buenos músculos donde es necesario, y cubierto de vello dorado. Jacques tenía algo de vello pero estaba rasurado para sus actividades de fisicoculturismo. Se acercó poco a poco a mí y de pronto me abrazó y dijo: "¡Oh Dani!, no puedo contenerme más, deseo tu cuerpo y quiero hacerte el amor, cada vez que me tocas o te toco siento que todo mi cuerpo está encendido quemándose de pasión. Yo le bajé su tanga y le acaricié las nalgas, y le dije: "¿Y cómo crees que estoy yo, viendo tu belleza todo el tiempo, deseándote y controlándome para no echarme sobre ti en el laboratorio?". Mis manos rodearon su breve cintura, exactamente 23 pulgadas, acariciaron su culo perfecto y entonces agarré su verga enorme. Medía fácilmente 1 pie de largo, gruesa, circuncidada, roja como cereza con venas azules gruesas como macarrones, sus huevos eran como limones o melocotones. Y su piel era lo más sexy en todo su cuerpo: firme, lisa, tersa, vibrante y palpitante. Empecé a lamer su pecho y bajé a su estómago de lavadero y por fin engullí su enorme miembro, tratando de acomodarlo completamente en mi boca. Lo mamé y lamí con pasión, sentía que me llegaba hasta la garganta o más adentro, sentía cómo me lastimaba las amígdalas y la campanilla, pero me controlaba para no toser o ahogarme. Cuando Jacques se vino, yo sentía litros de líquido caliente en mi garganta. Luego él puso su boquita en la punta de mi verga y la abrió para dejarla entrar. Me empezó a chupar y lamer en forma muy experta, me chupaba los huevos y lamía las ingles, dándome un placer increíble. Me vine en su boca y él se tragó todo mi semen. Luego vino lo más delicioso, cogerme ese culo precioso y perfecto. Lo cogí por la cinturita, rodeándola con mis manos, lo levanté y senté sobre mi verga enhiesta, y él se dejó empalar con placer. Mientras, yo me deleitaba acariciando ese cuerpo bello e increíblemente perfecto, contemplando ese rostro hermosísimo, y me lo cogí con todas mis fuerzas, haciéndolo subir y bajar sobre mi verga, subiendo hasta que ésta casi se le salía y luego bajando para meterla hasta el fondo de sus entrañas. Su verga me llegaba hasta el pecho y mientras lo follaba, yo masturbaba ese mástil perfecto y enorme y nos venimos simultáneamente, yo irrigando su recto y él salpicándome la cara y el pecho con su semen. Jacques y yo tuvimos todo el tiempo del mundo para gozar mutuamente de nuestors cuerpos en el aislamiento de mi laboratorio, a veces hacíamos el amor en el cuarto frío, a -22°C, otras veces sobre el escritorio, otras en la terraza rodeada de vidrio polarizado, donde podíamos contemplar el panorama exterior sin que nadie nos viera entrelazar nuestros cuerpos desnudos o disfrutar del sabor de nuestras vergas. Jacques se mudó a vivir conmigo, así que también durante la noche disfrutábamos el uno del otro, Y en nuestros viajes, dábamos rienda suelta a nuestra pasión. Cómo le agradezco al director la decisión de quitar a las secretarias chismosas y descontentas para darme este hermoso ejemplar del sexo masculino, perfecto en todo aspecto, con quien he sido tan feliz.