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Mis Primos, Los Melli

by Hammer69


El siguiente relato es ficción, pero bien pudo ser lo que le sucedió a un muchacho de 19 años que conocí hace poco y que conversando me contó que su primera vez había sido con sus primos mellizos. Mis padres tuvieron que viajar al exterior por razones laborales. Como estarían ausentes 6 meses, arreglaron con mis tíos para que me quedara con ellos. Mi relación con ellos siempre fue buena ya que “los melli” tenían mi edad, y mis tíos apenas si doblaban la nuestra pues se habían casado muy jovencitos... al quedar embarazada ella de los mellizos. Una vez en su casa, me ubicaron en la habitación con los melli, Gustavo y Gabriel. Desde la primera noche me insinuaron que la pasaría muy bien con ellos. Fui el primero en acostarme y desde la cama pude observar como ellos se desvestían. Me llamó la atención que lo hacían sin prisa, como queriendo que viera sus cuerpos muy bien formados. Quedaron totalmente desnudos y mi vista se detuvo en sus miembros de buen tamaño y expuestos sin ningún pudor. Gustavo se dio cuenta que mi vista estaba fija en ellos, y me preguntó si la mía ya estaba crecidita como la de ellos. Medio tartamudeando le contesté que sí. –Podemos verla?- continuó diciendo Gabriel. Sin mucha convicción retiré las sábanas y bajé mis calzoncillos para que la vean. –Mmmm... prometedora- dijo Gabriel mirando a Gustavo y pasándose la lengua por los labios. -Que duermas bien primito- me dijeron por turno, dándome además un beso de buenas noches. Ellos se acostaron y yo me quedé pensando un rato en todo lo que pasó. En alguna de mis fantasías masturbatorias habían participado algún compañero de clase o algún celador, así que no me llamaba para nada la atención la leve excitación que me provocaron los melli minutos antes. El día siguiente transcurrió algo distinto para mí. Fui al colegio y varias veces me llamaron la atención por estar distraído; por mi cabeza surgían con periodicidad las imágenes de mis primos en bolas y eso me producía un cosquilleo más que inquietante. Por suerte ellos iban a otro colegio, de lo contrario creo que mi distracción hubiera sido constante. Esa noche, a la hora de comer, mis tíos me preguntaron si me sentía cómodo con ellos, cómo lo estaba pasando, etc., etc. En un momento mi tío me preguntó si prefería dormir en otra habitación, una pequeña que usaban de depósito y que podían acondicionar para albergarme. Yo respondí que no era necesario. -¿Seguro?- insistió mi tío, -tal vez los melli te molestan, o no estás cómodo con su compañía- continuó. –Seguro tío. No me molestaron anoche y dudo que ellos vayan a molestarme. Es más, creo que nos llevaremos muy bien.- Mientras decía esto último miré a mis primos y vi como se sonreían, y Gabriel hacía el mismo gesto de la noche anterior... pasó sensualmente su lengua por los labios e hizo un leve guiño con su ojo. Ya no podía esperar para ir a la habitación. Nos quedamos un rato conversando, mirando TV, y decidí retirarme con el pretexto de estar cansado. Fui saludando a cada uno y cuando lo hice con Gustavo, me dijo al oído: -Vamos enseguida, no te vayas a quedar dormido. Me fui a la habitación más que rápido... las últimas palabras de Gustavo provocaron una erección en mi pija y no quería que mis tíos lo notaran. Una vez allí me desvestí completamente y me tendí en la cama. Mi cabeza estaba a mil y mi pija también, así que empecé a tocarme. En eso estaba cuando llegó Gustavo, que al verme así dijo: -Ya estoy acá para ayudarte y enseguida llega Gabriel. Se sacó su ropa y vino hasta mi cama. -Gustavo, yo nunca hice esto, hasta ahora solo me he pajeado pensando en cómo sería tener sexo con otro chico. -No te preocupes primito, con Gabriel te vamos a enseñar todito y lo vas a disfrutar más que en tus fantasías. Gustavo comenzó a pasar sus manos suavemente por mi cuerpo. Esas caricias estaban erizando mi piel. Luego acercó su boca a la mía y muy despacio apoyó sus labios sobre los míos y con su lengua los recorrió lentamente haciendo que yo me retuerza de excitación. Gabriel se acostó a mi lado y siguió con sus caricias y besos; de a poco yo iba imitando todos sus movimientos dándole el mismo placer que él me daba. Así estábamos cuando apareció Gabriel y enseguida estuvo con nosotros. Ahora podía sentir cuatro manos sobre mi cuerpo y dos lenguas que se turnaban para entrar en mi boca. Yo estaba muy excitado y empecé a gemir suavemente. Cerré mis ojos y me dejé llevar por las sensaciones que me estaban dando mis primos. Uno de ellos empezó a recorrer mi cuerpo con su lengua, se detuvo en mis tetillas, las chupó una por una, y siguió hacia abajo hasta llegar a mi pija recorriéndola en toda su extensión. Abrí mis ojos y vi que Gabriel era quien estaba dándole placer a mi pija y Gustavo se disponía a hacer lo mismo. Cuando sentí las dos lenguas sobre mi pija creí que no aguantaría y largaría mi leche ansiosa por salir, pero los melli se dieron cuenta. Subieron nuevamente a mi boca, me besaron y se reubicaron en la cama. Gabriel se paró en un costado y Gustavo se puso en cuatro, sobre mi cuerpo, y se prendió de la pija de Gabriel. Podía ver como la pija de Gabriel entraba y salía de la boca de Gustavo y la expresión de calentura que había en los rostros de los dos. Después de ver un rato esta escena, deslicé un poco mi cuerpo y me prendí de la pija de Gustavo. Al principio no sabía bien como hacer para tener ese trozo de carne caliente en mi boca sin que me de arcadas o me deje sin aire, pero pronto fui encontrándole la vuelta y empecé a disfrutarla. Gustavo se movió, soltó la pija de su hermano, y se colocó de forma que llegó hasta mi pija y empezó a mamármela. Qué placer... su boca hacía maravillas en mi pija y a la vez me enseñaba. En eso veo que Gabriel se acomoda y empieza a pasar su lengua por el culo de Gustavo. Con sus manos le abría las nalgas y me dejaba ver cómo se iba abriendo ese agujerito dejando entrar cada vez más profundo a su lengua, y en pocos minutos también a un dedo. Gabriel comenzó a alternar lengua y dedo en el culo de Gustavo haciendo que éste se abra cada vez más. Gustavo suelta mi pija y dirige su lengua hasta mi culito virgen. Instintivamente abro mis piernas y las levanto un poco permitiéndole así que llegue sin dificultad a su destino. Es indescriptible la sensación que me dio esa lengua en mi hoyo. Con sus manos abría mis nalgas llegando más profundo con su lengua. Gabriel deja de lamer el culo de Gustavo pero sigue con su dedo dilatando ese agujero. Acerca su verga a mi boca y pruebo ahora esa verga. Poco a poco voy lubricándola con mi saliva. Luego de unos minutos la saca de mi boca y la dirige hacia el culo de Gustavo y lo va penetrando suavemente. Desde mi posición veo claramente como esa pija va entrando sin pausa hasta quedar completamente enterrada en Gustavo. Muy pronto el mete y saca comienza y yo quedo extasiado con ese espectáculo. Gustavo movía sus caderas al ritmo de Gabriel y sus gemidos de placer los ahogaba en mis nalgas. Me acomodé mejor y comencé a pasar mi lengua desde la pija de Gustavo hasta la de Gabriel y también me aventuré hasta el culo de Gabriel. Ahora los dos gemían a la par y al poco rato me sumé yo ya que Gustavo me metió sus dedos en mi culito virgen abriéndolo cada vez más. Salí de debajo de ellos. Gustavo se enderezó y me prendí de su pija que estaba durísima. Lo mamaba y con mis manos acariciaba su culo, huevos, y la pija de Gabriel en su recorrido. Mi calentura iba en aumento y decidí ofrecer mi culito a Gustavo. Gabriel detuvo por unos instantes su arremetida esperando que Gustavo metiera su pija en mí. Lo hizo muy lentamente sabiendo que era mi primera vez. Sentí como entró su cabeza y allí se quedó esperando que me relajara. Yo estaba tan caliente que solo empecé a buscar con mi culo su verga y me la fui metiendo de a poco. Cuando sentí sus huevos contra mis nalgas levanté mi cabeza y busqué la boca de Gustavo. Fue la señal para que este empezara el mete y saca en mi culo. Gabriel hacía lo mismo en el culo de Gustavo. Tener la pija de Gustavo dentro mío fue algo sin palabras. Se cumplía lo que me había dicho antes “vas a disfrutarlo más que en tus fantasías”. Luego de varios minutos así, Gabriel dejó de penetrar a Gustavo y entonces sentí como los movimientos de éste se aceleraban. Su pija entraba y salía de mi culo con más velocidad haciéndome disfrutar plenamente de esa cogida, mi primer cogida. -Te gusta primito? Me decía Gabriel. Esperabas algo tan hermoso? Nosotros lo hacemos casi todos los días. -Sí, me encanta y quiero más. -Vas a tener todo lo que quieras, me decía Gustavo mientras seguía cogiéndome. Cambiamos de posición. Gabriel se acostó enfrente mío, levantó sus piernas y me ofreció su culo. Gustavo sacó su pija de mi culo y me dejó maniobrar para poder penetrar a Gabriel. Entrar en ese culo fue una nueva sensación. Sentir como iba entrando en él, cómo su culo apretaba mi pija... era el cielo... Gustavo se sentó sobre la cara de Gabriel y le ofreció su pija. Gabriel empezó a chupar la verga de su hermano mientras yo seguía cogiéndolo. -Despacio primito, me decía Gabriel. Quiero sentirte un buen rato. Yo no aguantaba más. Mis huevos estaban duros y a punto de expulsar mi leche. Empecé a moverme más rápido y en pocos minutos estaba inundando con mi leche el culo de Gabriel. Mi pija seguía dura y ahora con la lubricación de mi leche el deslizamiento era mucho más placentero. Gustavo también se descargó en la boca de Gabriel y vi como éste trataba de tragarse toda esa leche. Agarré la pija de Gabriel y lo masturbé hasta que acabó en su abdomen. Las contracciones de su culo le dieron más vida a mi pija que seguía entrando y saliendo de su culo. -Parece que tiene para un rato más, dijo Gabriel. -Dámela a mí, suplicó Gustavo. Gustavo se puso en cuatro y de una le enterré mi verga. Gustavo lanzó un gemido fuerte pero enseguida empezó a mover su culo queriendo tener toda mi pija en su interior. Mientras lo cogía, Gabriel se paró a mi lado y me dio su verga por la boca. Ahora tenía otro sabor con los restos de su semen. Me prendí como bebé al biberón. Muy pronto estuvo bien dura nuevamente y le pedí que me cogiera él. Sin dejar de coger a Gustavo, me preparé para recibir la pija de Gabriel. Este entró más fácil que Gustavo ya que estaba muy dilatado y Gabriel usó algo de su leche para lubricarla. Nos movíamos al unísono y muy pronto yo estaba listo para descargarme en el culo de Gustavo y así lo hice. Mis contracciones hicieron que Gabriel también se derramara en mi culo y sentí un nuevo placer... recibir ese tibio néctar en mis entrañas. Con Gabriel nos movimos y empezamos a mamar la pija de Gustavo que enseguida largó su leche en nuestras bocas. Nos peleábamos por tragar su semen. Nos besamos los tres, nos acariciamos y recuperamos nuestro aliento. -Te gustó primito? -Sí, y quiero que sigan enseñándome. -Tranquilo primito, ya vas a tener todo lo que quieras. Y así fue. El resto del tiempo que estuve con ellos fue hermoso para mí. Casi todas las noches tenía sexo con mis primos y disfrutaba cada día más. hammer69@starmedia.com

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Despues de Clase

Cualquier parecido con la realidad es coincidencia. Desde hacía un tiempo, Claudio venía fantaseando con algunos de sus compañeros de clase. Ese día el tema desarrollado fue “Penes Comparados en las Especies Domésticas”. Al final de la clase, Claudio se quedó un rato más mirando los preparados que quedaron sobre la mesa y su imaginación empezó a volar a mil viendo esos miembros.

Mis Primos, Los Melli

El siguiente relato es ficción, pero bien pudo ser lo que le sucedió a un muchacho de 19 años que conocí hace poco y que conversando me contó que su primera vez había sido con sus primos mellizos. Mis padres tuvieron que viajar al exterior por razones laborales. Como estarían ausentes 6 meses, arreglaron con mis tíos para que me quedara con ellos. Mi relación con ellos siempre fue

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Web-02: vampire_2.0.3.07
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