Gay Erotic Stories

MenOnTheNet.com

Puñeta en Sanborns

by Samuel Gozne


Hola, amigos, quiero compartir con ustedes una experiencia que tuve recientemente. El viernes en la tarde fui a los baños de un Sanborns cercano a mi trabajo. Me gusta ver las sombras de los chicos que están en los sanitarios junto al mío. Llegó alguien y se sentó a mi izquierda. Vi que se bajó los pantalones hasta los tobillos, igual que yo, y abrió completamente sus piernas. Al cabo de unos momentos empecé a acariciarme el muslo, de modo que la sombra de mi mano no dejara lugar a dudas de lo que yo estaba haciendo. Casi de inmediato vi su codo moverse repetidamente, lo que significaba que se estaba puñeteando. Yo respondí de igual manera, permitiendo que por mi sombra él lo notara. Así estuvimos unos minutos, alternando puñetas con caricias en las piernas, por mi parte, mientras él sólo se masturbaba. Cuando noté que estabamos solos en el baño, metí mi mano por debajo de la separación entre los sanitarios y él me la acarició. Tenía una piel suave y unos dedos muy delgados y blancos. Luego vi que se pegó por completo a la pared. Introduje de nuevo mi mano y le acaricié su pierna velluda. Subí mi mano lentamente y llegué hasta la parte inferior de sus muslos. Traté de alcanzar su culo pero no pude. Entonces él abrió sus piernas y logré introducir mi mano hasta tocarle los huevos. Se los acaricié suavemente con los dedos y él acercó su verga. La tenía muy dura y gruesa. Mientras tanto, yo no dejaba de masturbarme, imaginándome ese cuerpo completamente desnudo entre mis brazos. Escuchamos pasos que se acercaban y nos controlamos. Unos minutos después, en la completa soledad otra vez, vi que sus dedos se introducían por la parte trasera de los sanitarios, entre la pared y la separación de metal. Se puso de pie y me mostró su verga dura, que se veía de muy buen tamaño en la sombra. Yo hice lo mismo y nos estuvimos mostrando los miembros y masturbándonos juntos. Luego de acerqué a la pared y pegué mi cadera a la separación. El introdujo sus dedos y me acarició las nalgas con rudeza. Nos sentamos de nuevo y continuamos dándonos show. Mi mano volvió a acariciar mi muslo y mi codo a mostrarle que seguía dándome placer solitario. El hacía lo mismo, seguramente deseándome tanto como yo a él en esos momentos. Volvimos a ponernos de pie y nos acercamos a la separación entre los sanitarios en su parte posterior. Ambos teníamos los pantalones hasta los tobillos y nos mostrábamos nuestras vergas erectas a contraluz. Pegamos nuestros cuerpos a la separación y nos turnamos acariciándonos todo lo que nuestros dedos alcanzaban: vergas, huevos, muslos, nalgas. La excitación era tremenda, sobre todo por el riesgo de tener sexo en un lugar público. Yo le sobaba una nalga cuando empecé a venirme. Vacié mi leche en la pared del sanitario. Entonces le ofrecí mis huevos cuando vi que aceleró el ritmo de su puñeta, hasta que poco a poco se fue quedando quieto. Nos sentamos para recuperar el aliento, pero casi de inmediato él se subió el pantalón y se retiró. Yo permanecí ahí unos minutos todavía, para no encontrármelo al salir, pues a ese lugar van muchos conocidos míos. Finalmente me retiré. Ahora que escribo esto me siento caliente de nuevo y creo que volveré a visitar ese restaurante. Espero que hayan disfrutado de esta experiencia. Samuel (Mexicali, B.C.) P.D. Comentarios, intercambio de experiencias y fantasia, correspondencia erótica, todo es bienvenido! samgoz@mailexcite.com

###

Popular Blogs From MenOnTheNet.com

Please support our sponsors to keep MenOnTheNet.com free.

7 Gay Erotic Stories from Samuel Gozne

El Cambista

Esta historia me la contó un amigo peruano: Yo estudiaba en un colegio cerca de mi casa, por lo que generalmente me iba y regresaba en bicicleta. Acá en Perú los dólares se venden y compran a través de los llamados "cambistas", que son hombres y mujeres que se empadronan y se paran en las calles ofreciendo la compra-venta de dólares. Es muy común acá en Perú y hay muchísimos.

El Instructor De Mi Gimnasio

Esta es una historia que me envió un amigo: Tengo veinte años y para serte sincero, me gustan los hombres treintones, como el instructor del gimnasio al que asisto tres veces por semana. Es grandote, forzudo y bigotón. Yo me lo comía con la mirada cada vez que iba y él siempre se me acercaba a ayudarme con los ejercicios, se paraba atrás mío y me enderezaba la

Mi Primera Mamada

Esta historia me la envió un amigo: La primera vez que vi una pelicula gay yo tenía 18 años, estaba con un amigo que vivía por mi casa. El había alquilado como tres películas. Las vimos en mi casa, ya que él no tenía video, mientras nos fumábamos un huiro de marihuana. Cuando estábamos viendo las películas (todas hetero) yo le miraba el paquete que se le había hinchado

Mi Primera Vez

Esta historia me la envió un amigo: La primera vez que vi una pelicula de hombres fue cuando tenía 19 años y la disfruté mucho. Entonces me masturbaba todo el día pensando en eso y no veía el momento de tener un contacto con un hombre, el cual lo tuve a los 18. Yo estaba en el paradero esperando mi carro para regresar a mi casa cuando un chico muy simpático me

Oficina Caliente

Mi amigo Miguel (20 años) y yo (33) quedamos de vernos en mi oficina por la noche, para buscar pornografia en la red y darnos un buen agarrón. Anduve bien caliente desde el día anterior, esperando ese momento. Al acostarme no pude aguantar las ganas y me hice una puñeta bien rica, imaginándolo. Cuando llegó de inmediato entramos a la red. Veíamos una imagen tras otra de

Puñeta en Sanborns

Hola, amigos, quiero compartir con ustedes una experiencia que tuve recientemente. El viernes en la tarde fui a los baños de un Sanborns cercano a mi trabajo. Me gusta ver las sombras de los chicos que están en los sanitarios junto al mío. Llegó alguien y se sentó a mi izquierda. Vi que se bajó los pantalones hasta los tobillos, igual que yo, y abrió completamente sus piernas.

Todavía Lo Recuerdo

El tenía 19 años, yo 25. Lo conocí en un cine porno. Después de estar un rato juntos de pie en la parte trasera de la sala, se fue a sentar y lo seguí. Estaba sentado apoyando sus pies en el respaldo de la butaca de enfrente. Me coloqué a su lado y sin decir palabra empecé a acariciarle los muslos. Cuando llegué a sus nalgas las lanzó hacia adelante y casi le metí el dedo

###
Popular Blogs From MenOnTheNet.com

Please support our sponsors to keep MenOnTheNet.com free.

Web-04: vampire_2.0.3.07
_stories_story