Gay Erotic Stories

MenOnTheNet.com

Que Te Haría

by Ludovico Zambrano


Déjame decirte cómo lo haríamos si fuera yo: Primero tendríamos que ir a un lugar donde podríamos tener paz, pues no me gusta estar apurado en estos asuntos. Una vez que estamos detrás de puertas cerradas te empezaría por darte un abrazo, un abrazo muy masculino, fuerte y seguro, el hecho de que seas delgado me gusta mucho, de que tengas un poquito de nervios y miedillo, me llama a tenerte en cuenta y tomar el cuidado de no tratarte como si fuera un veterano, sino un novato que va a estar muy sensible a cada movimiento y gesto. Poco a poco de ese abrazo lleno de ternura nos acercamos las caderas hasta que estamos en contacto abajo con algo de presión y un poquito de roce. Siento ese calorcito que empieza en la cara y va bajando por el pecho hasta llegar a mi verga y a la vez siento que empiezas a responder un poquito. Como es la primera vez, no estás seguro de qué hacer y estás siguiendo mis iniciativas. Yo entiendo eso y te voy enseñando. Ya que nuestros cuerpos están pegados y sentimos algo durito debajo de la ropa, te doy un besito en el cuello, y después dos o tres más rapiditos. Tú cuerpo se endurece y me respondes con lo mismo. Después permito que mi boca rocía tu oído y permito que algo de mi aliento se te de cosquillas y tiemblas del gusto que te da. Después me acerco toda la boca a tu oído y meto mi lengua allí adentro y te susurro que te quiero y que tenemos que hacer esto con calma. Te pregunto directamente en el oído si te sientes bien y tú en el mío me contestas que si y tu aliento me hace temblar a mí. Mientras nuestros cuerpos siguen pegados y muevo mi boca más cerca de la tuya. Hasta que nuestros labios apenas se rocen y vuelvo a tu cuello y a tu oído por otra ronda así. vuelvo mis labios cerrados a los tuyos pues, nunca has hecho esto y tu primer beso debe der una experiencia de respeto por tu persona y algo que sientes en tus entrañas. Se unen nuestros labios y abro los míos y permito que mi lengua llega a tocar los tuyos de afuera. No quieres abrir la puerta al primer toque, pero otra vez meto la lengua entre tus labios y esta vez abres y mi lengua entra en tu boca. Te olvidas abrir los dientes pero rápido recapacitas. Busco tu lengua con la mía y poco a poco te relajas y permitas que los puntos de las dos lenguas hacen contacto. Como un rayo sentimos la conección y los dos abrimos la boca como queriendo comernos el uno al otro. Cambiamos respiración como un solo ser, tomo tu lengua entre mis labios y los aprieto y tú hace lo mismo a mí. Sentimos que los dos estamos formando un solo ser. Cuerpo contra cuerpo compartiendo el mismo aire de la creación. Y así seguimos buen rato, descubriendo lo que es un beso de veras. Mientras bajo mi mano y permito que pasa por encima de donde siento lo duro de tu verga. Solamente un roce suave, después vuelvo otra vez y tu, impaciente, bajas tu mano y detienes el mío allá. Yo feliz te pongo algo de presión y de repente encuentro tu mano encima del mío. Entrelazamos los dedos y con mis dedos acaricio los tuyos en los puntos de los dedos hasta la palma de tu mano. Después las manos vuelven a posar sobre la dureza de nuestros miembros. Yo voy primero, pues esa es tu primera vez y tengo que enseñarte poco a poco como aceptar placer de un hombre que te quiere ver feliz. Busco encerrar tu verga con mis manos a través de tus pantalones y logro encontrar la cabeza y bajo la mano hasta entepierna formar una canasta para tus huevos, no los aprieto, solamente quiero que sepas que están en buenas manos y vuelvo a buscar esa penca para darle unas caricias. Aprendes rápido y me sigues mis huellas y siento que tu inexperiencia está siendo vencida por las ganas que tienes y los sueños que has tenido. Pienso que es bonito ayudarte así de esta manera a conocer que otro ser humano puede darte placer. Sentimos algo de calor, y suavemente mis manos suben arriba a tu pecho y abre uno de tus botones de la camisa y meto mi mano adentro. Siento tu corazón latiendo a todo dar y paso mi mano por tu pecho varias veces pero suavemente. La saco y abro los demás botones y te lo saco de los pantalones. Tu temblando ya, abres la mía. Sentimos directamente ese calor que sale de nuestros corazones. Carne contra carne. Como mi pecho es algo velludo, te da cosquillitas y a la vez el sentido de seda contra tu pecho. Tú ,como eres delgado, sientes duro contra mí, algo que me agrada mucho. Tengo miedo de lastimarte con la fuerza de mi abrazo. Mis brazos te aprietan fuertemente, pero con cuidado, no quiero usar toda mi fuerza. Tú respondes dando me abrazo fuerte con las manos subiendo y bajando mi espalda como dándome un masaje, ahora me estás enseñándome a mí. ¡Que tranquilidad y que confianza sentimos en este momento! Te digo en el oído entre besos en tu cuello que estoy feliz. Te pregunto cómo te sientes y solamente respiras profundamente en mi oído dando me como una carga de gusto. Otra vez las manos bajan para acariciarnos los miembros, los soldados ya están en !Atención!. Hago intentos de abrir tu cinto, pero no puedo entenderlo, tú, con ciertos apuros lo abres y después abres el mío. El botón de tus pantalones es más fácil y lo abro y nuestros pantalones nos caen por las rodillas. Veo ahora lo que tenías escondido pero todavía por medio de tus interiores. Te guío a la cama y te ayudo a sentarte, ya que estás un poquito desequilibrado por tener los pantalones por las rodillas. Te quito los zapatos y los calcetines y por fin tus pantalones. Después quito los míos. Allí estamos nada más en calconcillos mirándonos con anticipación. Unimos nuestros cuerpos una vez más y esta ves tenemos el gusto de sentir ese calor de cuerpo contra cuerpo y la solidez de tu verga contra la mía. Entre besos al cuello y al oído, en la boca, las manos subiendo y bajando y deteniéndose donde quieren para una apretón por allá y una una presión aplicada por allá vamos calentándonos. Parece que tus fantasías las quieres hacer realidad. Tengo que frenarte, pues la primera vez no debe de ser tan rápido, "Suave, Suave" te digo en el oído. "Tranquilo, tranquilo, todo se va a realizar, no te preocupes."Ahora nos bajamos a la cama. Yo me acuésto primero y tú te acuestas en mis brazos. Ahora sí nos quitamos los interiores y los aventamos de la cama usando nuestros pies pues las manos están demasiado ocupados. Tu pinga va entre mis piernes y con los musculos de mis piernas la aprieto. No sudo mucho pero sientes que la fricción es suavizado por lopoquito que estoy y empiezas a moverte despacio arriba y abajo, anticipando lo que vendrá después. Nos volteamos y yo voy arriba. Mis labios te besan donde quiera que puedan. Los puntos de nuestras raices se tocan y jugando a esquimales nos rozamos las narices. Te beso en la frente entrelas cejas. Y nos detenemos un segundo para mirarnos en los ojos, profundamente capturados en la vista el uno del otro. Ya estamos sintiendo ganas de cogernos. Tú no estás seguro si quieres o no. Yo no quiero lastimarte por nada. Te pregunto si quieres que nos metamos la verga. Me dices que si moviendo la cabeza no más. Esto no es poca cosa para tí, ni para mí tampoco. Te pido si puedo hacertelo a tí primero. Y lleno de confianza me dices que sí, pues sabes que no te robaré el placer después. Busco una crema que traimos para este momento y me unto la verga. A tu culito, que no quiero lastimar, to lo unto también. Después, tu vas boquiabajo en la cama y yo permito que mi cabeza de penca apenas te toca la boca de tu culo. Pongo un poquito de presión para ver cómo estás. Pero estás cerradito, pues te es muy difícil relajar. Te hablo en el oído que tienes que confiar en mi y aceptarme en tí. Que nunca te haría daño ni latimarte. Te doy masaje a tus nalgas, que, a pesar de que eres delgado, son suaves y redondos. Te empiezas a relajar un poquito. Otra vez, me acerco, con mucha delicadeza y esta vez eres un poquito más abierto y relajado. Meto apenas un centímitro y hecho un poquito más de crema y la saco. Así voy repitiendo metiéndolo un poquito más cada vez. Te pregunto cómo te sientes, y me dices que siga así. Poco a poco. Y antes de mucho ya estoy todo adentro. Siento un calor tremendo y hasta me apriestas mi verga con tu músculo, cosa que casi me hace desmayar. empiezo a moverme arriba y abajo, muy despacio para empezar, pues soy consciente de que eres nuevo y al fin siento que me estás respondiendo y empiezas a gemir un poquito, ya no porque te duele nada, sino porque estás aprendiendo a sentir el gusto de tener un hombre entregado a tí y dándote una parte de él que comparte con muy pocos. Otra vez me aprietas y mepongo en extasis. El movimiento está bien lubricado y no te duela nada. Al contrario sientes una fascinación y empiezas a pensar en cómo te vas a sentir cuando te toca a tí. Me aprietas y te mueves en el contrario mío para que yo sienta lo máximo y así me voy llegando a sentir la presión y el calor que inunda mi ser hasta que ya me vengo en una extasis de moviemiento. Me quedo tan agradecido por tu bondad y tu paciencia que con gusto que ya te ofrezco el mío. Que sorpresas te esperan. Me acuesto con la espalda a tu vista y te unto tu verga con crema. Te agarro en mis manos y también me unto mi culito. Tengo miedo pues, no hago esto mucho, solamente con alguien especial y no sé cómo serás. si serás bruto o simplemente rápido. No sé. pero veo que estás deseoso de hacer esto con calma, pues no quieres perder ni una gota del gusto. Te voy guiando hasta mi agujero, el anillo que te espera. Tú me preguntas si lo quiero despacio y te digo que tal como yo te lo hize y así entras en mí. Noto que no eres muy seguro pero la crema ayuda de que no me lastimes y cuando siento que estás todo dentro de mi, yo te aprieto a tí varias veces y gritas de gusto. Parece que nunca has sentido cosa parecida. No necesitas usar tus manos pues todo se hace como se debe. Empiezas el movimiento despacio y después más rápido, oigo tu respiración fuerte en mi oído, me abrazas, me besas el oído, me aprietas mis pechos y todo llega a un final con tu temblando y vibrando para sacar toda tu leche en mí. hasta yo me quedo sin respiración al sentir tus movimientos y tus desesperados besos y suspiros y ese tamblorcito al final. Estoy impresionado. y así nos quedamos en nuestros brazos. Nos bañamos juntos después, suavemente tratando con respeto nuestros cuerpos que son tan masculinos y tan capaces de dar y recibir placer, nos enjabonamos parte por parte, con un besito robado entre caricias. Te pares otra vez. ¿Que voy a hacer? Estás listo otra vez tan pronto. Ya es más fácil, te digo que me enjabones mi espalda y desde atrás me abrazas con el jabón haciéndonos resbalasos y siento que te verga dura se acerca otra vez a mi culo. Ya el mío se ha parado otra vez, parece que tu ánimo se me ha transmitido. Y ya me lo metes, y empiezas otra vez. Es muy fácil ahora, nada de dolor, nada de preocupación y me agarras fuerte y repites, pero ahora más despacio. Tu mano encierra mi verga y mientras tu estás dentro de mí mi estás acariciandome y dandome placer a mí también. Más y más rápido no vamos hasta que llegamos al gusto de todos los gusto los dos venimos juntos y mi culito en espasmas te vibra tu verga y casi te caes de la carga recibida. Ahora con más respeto todavía nos terminamos de bañar y nos secamos uno al otro con la toalla. Nos quedamos despeinados y me gusta correr la toalla por tu cabeza para secarte el pelo. Y cuando alcanzo debajo de tus huevos para secarte allí, siento no sé que. Tú me haces lo mismo y veo que te detengas sobre varias partes para estar seguro de que esté bien seco. hasta das unos repasos para estar seguro. Al fin, al volver a la cama para dormir en nuestros brazos, esperando que se nos recarguen las pilas para otra tanda, si así quieres. vogel77@hotmail.com Due to international translation technology this story may contain spelling or grammatical errors. To the best of our knowledge it meets our guidelines. If there are any concerns please e-mail us at: CustomerService@MenontheNet


###

1 Gay Erotic Stories from Ludovico Zambrano

Que Te Haría

Déjame decirte cómo lo haríamos si fuera yo: Primero tendríamos que ir a un lugar donde podríamos tener paz, pues no me gusta estar apurado en estos asuntos. Una vez que estamos detrás de puertas cerradas te empezaría por darte un abrazo, un abrazo muy masculino, fuerte y seguro, el hecho de que seas delgado me gusta mucho, de que tengas un poquito de nervios y miedillo, me llama a

###

Web-02: vampire_2.1.0.01
_stories_story