Gay Erotic Stories

Tengo 18 años, me llamo Pablo. Todos mis amigos en la escuela me dicen que soy muy atractivo y que me sería muy fácil conquistar a cualquier chica, pero lo que no saben es que he conquistado a papá y él me ha conquistado a mí. Papá y yo vivimos solos. De hecho, yo era muy pequeño cuando mamá se fue de la casa y no recuerdo ya su cara. Papá y yo pasamos muy buenos ratos juntos, pero los momentos que más me gustan son cuando vamos a la cama y nos desnudamos completamente. Papá me abraza de frente, me dice que soy muy lindo, me acaricia mi pelo, comienza a besarme dulcemente en la boca. Pasa sus manos fuertes por todo mi cuerpo, mi piel se eriza de emoción. Siento el pecho velludo de papá contra mi cuerpo, siento los dedos de sus manos como invaden poco a poco terrenos que ya son tan familiares para ellos. Entonces siento como va creciendo la verga de papá hasta llegar a niveles desproporcionados, es la verga más grande que he visto. Me dice que nos tenemos el uno para el otro y que seremos muy felices, en eso papá comienza a acariciar mis nalgas y me dice que estoy delicioso. Le digo que me coma, que yo también quiero comérmelo a él. Hacemos un 69, me lleno mi boca con su vergota y el comienza a meter su lengua en mi culito, siento tanto placer que me retuerzo y me abro para dar paso a la goloza lengua de papá, mientras siento como se hincha su verga y se pone dura como un martillo. Papá me dice que estamos listos, me pone en posición como una perra, y con su verga ensalivada se va abriendo paso por mi apretado culito. Sentir tremenda vergota me hace gritar, pero él me dice que la aguante toda, que mi culito está hecho justo para satisfacer a su padre, que me va a llenar el intestino de leche. Sus huevos comienzan a chocar contra mis nalgas, es un meneo que va cobrando cada vez más fuerza. Me dice que soy su putita, su perra, que abra las piernas para que sienta toda la verga como a mi me gusta. Empiezo a empujar hacia atrás para encontrar la verga de papá y que se me clave toda, mientras siento como el ritmo nos lleva hacia el orgasmo. Papá grita de placer sin dejar de cabalgarme haciéndome su putita, dice que no ha probado otro culito tan rico como el mío. Siento como de repente me invade una catarata de leche dentro de mi, me masturbo para vaciar mi verga también, papá se queda dentro de mí mientras termino también. Nos quedamos abrazados por un buen rato y después tomamos un baño juntos. Amo a papá, pero sé que un día tendré que hacer mi vida por separado. Mientras tanto, voy a darle mucho amor y placer. Le voy a dar todos mis abrazos, mis besos, y mi culito que tanto le gusta. Papá no sabe que el otro día vi a mi tio Antonio desnudo y que me gustó mucho, quiero también sentir su verga en mi culito. Le voy a decir a papá que quiero estar con los dos haciendo el amor. Escríbeme contándome tu historia. Yo te contaré qué más ha pasado. Pablitoboy@hotmail.com