Gay Erotic Stories

MenOnTheNet.com

Sebastián, Part 2

by Buttover


Como describí en mi la primera parte finalmente acepté lo inevitable de mi orientación sexual y empecé a disfrutar del sexo en demasía. Era un hecho, me descontrolaba cada vez que veia un trasero bien formado cerca de mí! En las épocas cercanas a mi graduación de la Universidad tenía que tomar autobus frecuentemente y en muchas ocasiones cuando el autobus iba lleno y tenía cerca a algún muchacho con culo rico, me las ingeniaba para pasar mi mano por esas nalgas, en algunas ocasiones pasaba desapercibido o por lo menos eso pretendian los objetos de mi deseo, pero en otras, topaba con la suerte de ser correspondido y todo el trayecto pasaba acariciando las nalgas de arriba hacia abajo hasta donde pudiera hacerlo sin ser notado por los demás, qué rico se siente meter los dedos por entre las nalgas y buscar ese orificio delicioso que se guarda allí! Había ocasiones en las cuales tenía que trabajar la seducción hasta lograr que el muchacho aceptara acompañarme al apartamento, ofrecerle una cerveza, conversar y poco a poco dominarlo, toda una técnica, sentarme de modo que se notara bien mi paquete, iniciar conversaciones de sexo aparentemente inocentes y llegar a calentarlo hasta que pudiera hacerlo mío. Al final siempre podia disfrutar de todo su cuerpo a mi antojo. Rápidamente desarrollé tambien la fuerte atracción por los pezones de los hombres, chupar tetillas era una de mis delicias favoritas y por suerte a los chicos les gusta mucho y llegan a gemir de exitación por esta causa, por lo tanto además de mi revisión inicial de los culos se había sumado la inspección de las tetillas, que entre más pronunciadas y notorias anticipan un mayor placer. Sebastián representó una de esas conquistas inolvidables. Venía de Argentina y tenía dos años de estar estudiando en la facultad, solamente fuimos compañeros en dos cursos pero logré entablar amistad con facilidad. Su forma de caminar era notoria y muy prometedora según mi experiencia adquirida. No caminaba como mujer, pero sí con cierto "vaiven" que obligaba a sus muy levantadas y redondas nalgas a ser objeto de muchas de mis fantasías. Por qué este tipo tiene las nalgas así?, me preguntaba yo, por qué vino de tan lejos a causar mi tormento con ese movimiento que hace al caminar!! Por otro lado tenía por costumbre vestir simplemente con jeans un poco ajustados y camisetas blancas con el cuello en V. Esto acrecentaba mi sufriemiento porque tenía que soportar estar viendo estas tetas tan deliciosas que parecía que me pedían que las mordiera. Al ser un muchacho atractivo y simpático, era amigo de practicamente todo los chicos y chicas en la Facultad. Por esta razón no me era muy fácil determinar si los momentos que pasabamos juntos estudiando o fumando cigarrillos y tomando café representaban algo más una muestra más de su su común don de gente. La única forma de comprobarlo era inventando una causa para que tuviera que quedarse algún día en mi apartamento. Esto lo logré desperdiciando un poco el tiempo en las sesiones de estudio de modo que al acercarse el examen final tuvo que surgir la idea de estudiar hasta muy tarde en la noche o toda la noche si era necesario para cubrir la materia. Esa noche era mi noche así que todos mis esfuerzos se centraron en dirigir la convesación hacia el sexo y por su puesto compartir mis revistas pornográficas con él. En las revistas aparecían escenas bien explícitas de hombres cogiendose chicas y en una ocasión me imagino que lo traicionó el subconsiente y soltó el comentario: "Estos tipos de las revistas parecen caballos, no?, o por lo menos yo tomé el comentario como ventaja y seguí la conversación con respecto al tamaño de las vergas. Como yo andaba un pantalón de hacer ejercicios y sin calzoncillos, yo no le quitaba la mirada para verificar si en algún momento me volvía a ver la entrepierna, lo cual por fin sucedió y aproveché para acomodarme el paquete, con lo cual le causé creo, cierta incomodidad. Poco a poco me volví más descarado y le comenté que si tenía hermanas, me respondió que sí, entonces le dije que debían ser muy ricas con un culo y unas tetas de espanto. El comentario no le agradó mucho pero me dijo que por qué razón pensaba eso y entonces me rajé a decirle que él mismo tenía unos pezones muy notorios y que su culo estaba levantado de una forma muy sexy. Toda la incomodidad posible se le vino al rostro que se enrojeció mucho y aproveché para calmarlo con un apretón en una tetilla y fingiendo hacer chiste de sus pechos, le dije: no seás tonto!, lo unico que quiero decir es que estás bastante rico, como para que fueras una mujer y pudiera culearte. Entonces fue cuando el tambien se descaró y me aclaró que su enrojecimiento no era de vergueza sino de exitación y que desde hace rato lo tenía loco con esa picha que; "no necesito imaginarme nada para saber que es grande y gruesa", me dijo. Inmediatamente me levanté dejando mi pubis a la altura de su cara y con un movimiento rápido le empujé la cara a mi pantalón. Sebastián sabía muy bien que hacer pues abrió mi pantalón de inmediato y empezó a mamar hasta tener mi picha bien adentro en su garganta, luego empecé a disfrutar de sus hermosas tetas y sus gemidos me indicaban cuánto disfrutaba de mi servicio. Después vino la usual transformación a la cual me lleva la exitación y comencé a hablar sucio y a pregugunarle que por qué putas tenía que tener el culo tan rico?, esas nalgas de potranca alborotada y esas tetas de puta en celo. El me respondía que había nacido para que se lo cogieran y que se alegraba de tener ese anzuelo que representaba su culo para atraer vergas. Gemía cuando le chupaba el hueco del ano y con sus dos manos se abría las nalgas para que mi lengua penetrara lo más posible. Este culo necesita algo, qué es? le preguntaba yo - y con frenesí contestaba que yo tenía entre mis piernas lo que su culo angustiado estaba pidiendo. Lo clavé de una forma espectacular y comprobé que yo no era ni el primero y muy de seguro tampoco el último que lo penetraba. Ahí estaba Sebastián, el buen chico, el simpático con todos, presa de su pasión y pidiendo que no acabara nunca de culearlo. Qué semestre más corto fue aquel! No me alcanzaba el tiempo ni la leche para su hambre de sexo. Debo confesar que a pesar de que por lo general mis descargas de semen son muy abundantes, Sebastián me ordeñaba tantas veces seguidas que lograba dejarme sin ninguna gota en los huevos. El habia conocido el sexo entre hombres desde hacía tiempo, ya que su tío lo sedujo a la edad de 13 años y lo entrenó para recibir picha por el culo, pero el placer de tomar leche directo de la verga, lo descubrió conmigo, ni siquiera fue mi idea, fue su idea, y después no se contentaba si no había recibido por lo menos una descarga de semen en la boca y otra en el culo. Han pasado algunos años y perdimos el contacto desde su partida. Dónde estás Sebastián? Me imagino que volviste a tu país de nuevo y que algún tipo afortunado de Buenos Aires disfruta de tu hermoso cuerpo y de tu lujuria desenfrenada! ButtLover.

###

1 Gay Erotic Stories from Buttover

Sebastián, Part 2

Como describí en mi la primera parte finalmente acepté lo inevitable de mi orientación sexual y empecé a disfrutar del sexo en demasía. Era un hecho, me descontrolaba cada vez que veia un trasero bien formado cerca de mí! En las épocas cercanas a mi graduación de la Universidad tenía que tomar autobus frecuentemente y en muchas ocasiones cuando el autobus iba lleno y tenía

###

Web-02: vampire_2.0.3.07
_stories_story