Gay Erotic Stories

Siempre había admirado el cuerpo de mi padre. A pesar de estar casi llegando a los 60 se cuidaba muy bien, hacia ejercicio y llevaba una buena dieta. Tenía un buen cuerpo y era muy simpatico. Mi madre siempre tenía que estar ojo a visor con las criadas, las vecinas. Papá era una presa deseable. También andaba preocupada porque desde que cumplí 18 las relaciones con mi padre no eran buenas. LO que no sabía ella era que su hijo le hacia la competencia y que en realidad papá y yo eramos amantes. Todo empezó porque yo espiaba a mi papá cuando se entraba a bañar. Con el pretexto de sacar algo o hacer algo me colaba en el baño y lo veía bajo la ducha, como el agua le rodaba por el culo lampiño y bien formado. Alguna vez lo vi de frente sobandose sus 18 cms de polla. Era una delicia ver a ese hombre en todo su esplendor. LLegue a envidiar a mamá que lo tenia para ella cada Noche. Un día, como de costubre me entré al baño cuando papá estaba en la ducha. Esta vez había algo raro. él no habia cerrado la cortina de modo que lo tenía frente a mi en vivo y en directo. DE pronto me pidió que le alcanzara la toalla, sin volverse a mirarme. Cuando se la alcancé me agarró del brazo y me hizo entrar en la ducha. -Ven acá pilluelo, ya se que me has estado espiando, que te mueres por mi y no te voy a defraudar-. Inmediatamente me abrazó y me beso. SU lengua entraba en mi boca como queriendo llegar hasta mi garganta. Sus manos me recorrian la espalda y se metian en mis pantalones mojados apretandome las nalgas. Yo sentía la polla de mi padre que crecía y crecía presionando contra la mia que no se quedaba atrás. Sin apartar sus labios de mi boca, papá fue sacandome el pantalón que calló al piso. Ya sentia yo la carne de papá sobre la mia. Lentamente me empezó a besar la cara el cuello, me chupó las tetillas y me las mordisqueó. La verdad es que me hacia gemir de emoción. Siguió bajado pasando su lengua por mi vientre, metiendola en mi ombligo, hasta que llegó a mi polla. primero la lamió como si fuera una paleta, de arriba abajo. LUego se la metió a la boca y me dio una mamada de campeonato, casi me desmayo de la emoción. Mientras me mamaba la verga, las manos de mi padre recorrían mi cuerpo, mis tetillas, mi vientre, hasta que se detuvieron en mis nalgas. Papá apretaba mi culo y lentamente deslizaba los dedos por mi raja haciendome delirar con arrechera. Lentamente me dió la vuelta y empezó a morderme las nalgas, a besarmelas, a lamermelas, al tiempo que me hacia la paja. Luego me hizo inclinar hacia adelante, abrió mis nalgas y me metió la lengua en el culo. NO lo podía creer. MI padre me penetraba con su lengua hasta mas no poder. Sentía toda su cara contra mi culo, parecía que iba a estallar. Luego empezó a alternar la lengua con sus dedos. La sensación no era placentera al principio. Al darse cuenta papá dijo: -parece que mi muchacho es virgen del culo todavía, hay que solucionar eso- Se puso de pie y empezó a restregar su verga contra mi culo mientras me mordía las orejas y me hacia besarlo. Se untó de jabón la polla y me untó el culo. Yo sentí como la cabeza de su herramienta trataba de entrar perforandome el hueco del culo. Papá pedía que me relajara, que no me iba a doler. Como hijo obediente le hice caso y el dolor del principio se cambió en placer después. MI padre me enterró toda su polla, la metía y la sacaba. NO me dejaba masturbar para que no me viniera tan rápido. Salimos de la ducha y me acomodó en el mueble del lavamanos, puso mis piernas sobre sus hombros y siguiò penetrandome. La visión de mi padre cogiendome me hizo venir. MI chorro calló sobre mi pecho y mi papá se inclinó para lamnberlo mientras me seguía clavando. DE pronto sentí su chorro dentro de mi. Papá me clavaba con mas furia. Me rompía el culo. Al terminar nos duchamos juntos sin decir una palabra. Desde ahi empezamos a vernos con más frecuencia, a salir juntos a todos lados. Mi madre estaba feliz, pues por fin veía que las relaciones entre los dos hombre más importantes de su vida marchaban de maravilla. LO que ella no sabía es que siempre que estabamos solos papá me culiaba de una manera que me hacía llegar al extasis.