Gay Erotic Stories

Por ahora les digo lo que me sucediñ la ultima vez que participe de una actividad del grupo juvenil de mi barrio. Algunos amigos me invitaron a un paseo patrocinado por la asociaciñn juvenil con ayuda de nuestra agrupaciñn religiosa. Era un fin de semana en una granja del interior. Yo me anime ya que acababa de terminar una relaciñn un poco inestable y accidentada, creo que por mi poca edad. Al llegar el viernes en la noche nos dirigimos hacia la hacienda y durante el camino algunos de los muchachos comenzaron a beber vino, cosa que a më me sorprendiñ por la naturaleza del grupo pero no lo censure.

Ya en nuestro destino fuimos divididos en grupos por edades y a cada grupo nos fue encargado un joven adulto, el cual deberëa ser nuestro coordinador. Jaime quien fue el designado para nuestro grupo, era un hermoso joven de 23 aïos, cabellos un poco largo, cuerpo escultural, ojos verdes, rostro de revista de modelos, en fin era un premio que cualquiera hubiera deseado tener o mejor dicho quitárselo a su novia, Helena un a morena maravillosa de nacionalidad Dominicana y por lo que habëamos escuchado incansable en lo referente a sexo.

Jaime nos organizñ y distribuyo todas las colchonetas e sleeping bags, no sin antes notar la manera especial como yo lo miraba. Me pareciñ que mi mirada lo incomodaba pero no era censurada, por lo contrario era animada. Si seïores realmente yo ya estaba deseando aquel monumento y no escondë en ningþn momento mi interés salvaje por aquel espécimen.

Ya eran casi las diez de la noche cuando luego de la cena y de darle las buenas noches a su querida Helena, lo que incluyo una buena culiada y su respectiva dosis de sexo violento como pudimos observar junto al granero, nosotros que espiábamos al lëder. Jaime regresa a nuestra sala, encontrando a casi todos los muchachos dormidos y a solo tres de nosotros hablando y refiriendo historias.

Al entrar a la sala lo primero que hizo fue quejarse por que su Helena se habëa ido a dormir sin poder consolarlo sexualmente esa noche de la forma como de costumbre lo hacëa, ya que las mujeres dormëan en otras habitaciones, yo por mi lado y luego de obsérvalo en acciñn ya estaba casi mojado de deseo y pensé que si aquella culiada en el granero no era suficiente este tipo era de otro mundo.

Jaime además de todo lo hermoso que era también era humano y le gustaba beber y mantenerse sexualmente activo (como pude confirmar posteriormente. El se uniñ al grupo en lo de las historias, aïadiendo sus experiencias sexuales y aventuras con Helena y otras, además de ofrecernos algunas cervezas que contrabandeara a la sala. Yo no me hice de rogar y enseguida tome junto a Jaime y Gustavo, ya que los otros dos chicos ya estaban durmiendo.

Al cabo de unas horas ya cerca de la media noche, Gustavo se rindiñ y nos abandono yéndose a dormir. Jaime que durante todo ese tiempo además de contar sus aventuras, no me quitaba los ojos de encima, ( que se entienda no parezco afeminado, por lo contrario siempre las niïas de la escuela y de la comunidad me buscan, segþn ellas por tener una apariencia adulta y más varonil que el resto de mis amigos) cosa que creo que impresiono a Jaime, quien al vernos solos, lo primero que me dijo fue que si querëa dar una vuelta por los establos ya que allë él no podëa fumar. Lo acompaïe con la idea de que el cigarro que él encendiera no fuera otro sino el mëo. Si, lo deseaba mucho y él lo noto por mi erecciñn. Mi pantalñn ya no podëa aguantar dentro mi miembro que habëa crecido y que como un monstruo reclamaba su presa. La verdad yo me excite viendo las nalgas y las piernas de Jaime y el suave rozar de sus manos encima de su pantalñn.

No quiero hacer este relato largo pero cuando me di cuenta, al estar orinando por causa de la cerveza ya tenia a Jaime mirándome el miembro al lado mëo y de repente me estaba alisando y tocando, cosa que yo no evite por lo contrario, lo anime a que siguiera haciéndolo. El placer inundñ mi cuerpo al ver el bello cuerpo atlético de aquel joven junto al mëo susurrándome cosas al oëdo y dejándome en un estado de excitaciñn salvaje que nunca antes habëa experimentado. Hubiera hecho cualquier cosa que me pidiera, pero no fue necesario ya que las palabras sobraban, de repente me bajñ los pantalones y nos fuimos a un lugar mas seguro. Hasta ahora me preocupaba que irëamos a hacer ya que por lo que habëa visto ese animal era inmenso y lo peor de todo era muy grueso, por lo que temë una penetraciñn. Pero llegamos a tal grado de excitaciñn que cuando mi di cuenta, ya estaba dándome una buena lamida en mi culo, lo que me llevo a la locura siendo penetrado por un miembro inmenso solo limitado por el uso de un preservativo extra largo de color negro lo que hacia el momento algo más especial. El dolor fue inmenso a pesar de todos los cuidados de Jaime, pero sucede que ese miembro era simplemente Monstruoso.

Me trato de todas formas, me coloco en todas las posiciones y el dolor que sentëa al inicio era ahora un placer interminable, sentëa que su miembro me tocaba el corazñn y que sus inmensas bolas irëan a explotar a cualquier momento. Pero dentro de la actividad sexual recreativa de Jaime existëan otras sorpresas fue cuando observe que Gustavo nos estaba expiando y se masturbaba detrás de una columna. Al inicio me asuste pero luego Jaime lo invito a participar, a lo que Gustavo no se negñ, llego retirando el condñn de Jaime y desapareciendo ese monstruoso miembro en su boca lo que me impresiono mucho, ya que por mucha experiencia y por muy bocona que una persona pueda ser, ese miembro no cabe fácilmente en la garganta de nadie.

De repente Jaime saco otro condñn, este un poco menor y con olor a fresa y lo coloco en mi miembro. Pensé que desearëa que yo me comiese a Gustavo pero mi sorpresa fue ver a aquel Monumento Romano virarse y ayudarme a penetrarlo. Yo no me quedo atrás, tengo un buen miembro y al inicio lo hice pagar por todo el dolor y placer que me hizo sentir.a todo esto Gustavo no dejaba de masturbarse y jugar con un preservativo que le habëan colocado, cuando de repente sé calentñ tanto que aprovecho mi descuido y me penetro completando el tren de la alegrëa. Lo hicimos por mas o menos unas dos horas y el “cambia, cambia” fue algo justo y delicioso, ya que no hubo orificio corporal de los tres que no fuera experimentado.

Gustavo y Yo, gozamos varias veces y seguëamos buscando ese inmenso miembro de Jaime ahora compartido, pero nunca flácido, por todo lo contrario cada vez mas duro y potente y más sediento a reventar unos culitos como los nuestros. Hasta que llego la hora y de repente pudimos observar, luego de estar penetrado por Gustavo como Jaime se retira de repente el condñn y como si estuviera orinando, salir un chorro de esperma, y otro, y otro y otro, era algo que parecëa interminable, por lo menos yo conté 7 chorros de esperma blanca azulada y potente que era expulsada a varios pies de distancia. Lo que me excitaba mas de este juego era que cada vez que él (Jaime) querëa que uno de nosotros se viniera (gozara) nos acariciaba nuestros miembros y nos lambia nuestros culos lo que nos llevaba a la locura y por consecuencia al éxtasis. Ya a Jaime, lo que lo venciñ fue la penetraciñn compartida entre Gustavo y yo y luego la penetraciñn que Gustavo le dio.

Con todo terminado y limpio me confesaron que ese encuentro no habëa sido casual y que Jaime le habëa pedido a Gustavo que me acercara a él, ya que siempre me habëa admirado. Ellos ya se conocëan de un paseo anterior.

El paseo terminñ y hoy en dëa somos muy buenos amigos, tanto asë que ya experimente sexo a tres incluyendo a Helena y Jaime, pero este es tema para otro cuento. Espero les haya gustado.......... Obs Gustavo sigue asistiendo a los paseos y de vez en cuando aparece en mi colegio o por mi casa con algþn amiguito suyo el cual necesita ser bautizado......

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âJadernuevas 2002