Gay Erotic Stories

Gabriel entrñ desprevenidamente al baïo de la casa estudio y estaba a punto de entrar a uno de los inodoros cuando vio una puerta entre abierta. Allë estaba George, con los pantalones a media pierna, sin camisa. Gabriel no pudo mas que fijar sus ojos en la espalda del barranquillero y bajarlos hasta encontrar un par de nalgas bien definidas, lampiïas y musculosas que se abrëan para él. George, se hacëa la paja y tal vez no sabia, o no querëa darse por enterado que otro lo estaba mirando. Un gemido profundo del costeïo le indicñ a Gabriel que el asunto habëa terminado y que era mejor seguir a su destino para no ser encontrado espiando.

La imagen del culo de George no se alejo de la mente de Gabriel desde aquel momento. A veces en el cuarto no podëa contenerse y dejaba que los ojos se le fueran hacia George cuando este se estaba cambiando y paseaba por el cuarto en unos pantaloncillos apretados que no solo le marcaban el culo, sino que además los marcaban la polla y los huevos. George parecëa haberse dado cuenta del asunto de Gabriel y no perdëa oportunidad para dejarse ver de él. Gabriel ya no podëa disimular y prácticamente babeaba al ver a George.

Llegñ el dëa de la eliminaciñn. Antes de entrar a la sala de la casa estudio, George dio un abrazo bastante particular a Gabriel. En el abrazo bajñ la mano hasta rozarle el culo a Gabriel mientras le susurraba al oëdo: “pase lo que pase, te veo en la sauna. Tengo algo que te va a gustar”. El solo pensar en la sorpresa que George le tenëa preparada fue suficiente para distraer a Gabriel, que aparentemente asumiñ con calma su eliminaciñn.

Gabriel se dirigiñ a la sauna y al entrar se encontrñ con George, desnudo de la cintura para abajo. Otra vez la visiñn del culo de George lo hizo perder la calma y se sobñ la polla con una mano mientras que con la otra tocaba el culo de George. No lo podëa creer. George se dio la vuelta dejando al descubierto su polla de casi 20 cm. Gabriel sabëa de la fama de vergones de los costeïos pero lo que tenëa enfrente lo dejaba sin aliento. Sin dudarlo un instante se puso de rodilla y se metiñ a la boca de un solo golpe el pedazo de carne que tenëa al frente. Lo chupaba de arriba abajo, se lo metëa a la boca, chupaba las gùevas lampiïas de George como ternero hambriento.

George por su parte gemëa y empujaba la cabeza del paisa hacia él para que se tragara la polla en toda su longitud. Gabriel desabrochñ el pantalñn como pudo y se empezñ a pajear. George lo hizo tendel en el piso y le sacñ la polla para mamársela, mientras Gabriel continuaba con el trabajo en un 69 fantástico. Gabriel aprovechñ la oportunidad para meter la lengua en el culo de George, quien gozaba cada momento. George se levantñ del piso y se acostñ sobre le banco de la sauna. Gabriel se sentñ encima metiéndose de un solo golpe la verga de George. Los dos disfrutaban el momento, se besaban, jugaban con las tetillas. Gabriel no lo podëa creer. Se iba de la casa estudio, së, pero la despedida no podrëa haber sido mejor. George hizo que Gabriel se sacara la su verga del culo y se levantñ para regarle en la cara todo el semen que tenëa acumulado. Gabriel como pudo atrapñ la dulce miel de George y se la tragñ. Luego George mamñ la polla de Gabriel hasta que este se le vino en la boca.

Estaban en este éxtasis cuando escucharon que alguien tocaba a la puerta de la sauna. Al salir encontraron a Luis Meza, el conductor de programa que venëa por Gabriel para llevarlo afuera de la casa estudio. George y Gabriel se dieron cuenta que Luis trataba de disimular su arrechera poniendo el pasaje del Gabriel delante de su verga. Gabriel le susurrñ a George “tu te quedas, cáele y comete esa verga por mi” George contestñ, “ es un trato a cambio de tus puntos” Gabriel respondiñ “hecho”.

La siguiente semana fue especial para George en el estudio, mientras Gabriel vivëa y se hacia la paja recordando la verga y el culo de George y envidiándolo de lo bien que lo estarëa pasando con Luis Meza.