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Amor Oriental

by THONY WEINSTEN


Esta es una historia verdadera de cuando me trasladaron a una oficina en Hong Kong. Tengo 38 años y trabajo para una empresa multinacional y fui trasladado a Hong Kong. Grande fue mi expectativa porque siempre fantasee con como serian las vergas orientales. Llegue a Hong Kong una fría mañana. Al llegar al aeropuerto fui recibido por el secretario de mi nuevo jefe, quien me llevo hasta mi nuevo departamento a fin de que me instalara y horas mas tarde me recogería para ir a la oficina. Al llegar a la oficina me presenta a mi nuevo jefe, el cual era un señor de unos 45 años aproximadamente, muy bien parecido y sin la contextura física propia de los orientales. Era alto, lindo rostro, buen cuerpo, usaba barba candado y realmente era muy atractivo. El nuevo jefe me saludo y me dio la bienvenida y note en su sonrisa algo de secreta picardía, pues al sonreírme se paso la lengua por los labios. Así empece a trabajar y como tenia que ponerme al tanto de todo, los días siguientes me quede después de hora a fin de enterarme de todo cuanto hacia a mi trabajo. Mi jefe se quedaba conmigo y realmente me ayudo mucho, pronto descubriría que tanta atención tenía un propósito. En esos días en que se quedaba después de hora, no desaprovechaba la oportunidad de frotarse la verga delante mío o de agacharse y mostrarme su culo sin decir nada. Para hacer honor a la verdad esta muy bien y varias veces me provoco una erección incontrolable. Un día viernes a unos 7 días de mi llegada el jefe me dice que si tenia algo que hacer a la salida, a lo cual le respondí que no. Que prácticamente no conocía a nadie y que ya habían pasado las celebraciones de bienvenida que me habían ofrecido mis nuevos compañeros. Me invito a cenar a su casa a lo cual accedí intuyendo alguna oscura intención. Fuimos en su auto y por el camino conversamos de todo. Ahí descubrí que era soltero, vivía solo con 2 sirvientes y que ganaba muy buen dinero. Me contó que le gustaba viajar, la música, los deportes etc. Así llegamos a su casa y cuando me muestra el edificio en el que vivía casi caigo de espaldas. Debía ser el edificio más lujoso de Hong Kong. Estaciono el auto y subimos a su departamento. Al llegar un sirviente tomo nuestros abrigos y nos ofrecio de tomar. Mas relajados nos sentamos en el living y escuchamos algo de musica, demás esta decir que todo en la casa era de ultima generación. Pasamos al comedor y nos dispusimos a cenar. En la cena me comento que luego me enseñaría toda la casa a lo que asentí sonriendo. Terminamos de cenar y recorrimos la casa, ya el sirviente se había retirado a descansar y estabamos solos el y yo. Llegamos a la parte de los dormitorios después de pasar por el gimnasio, su despacho privado, su sala de juegos. Me mostró el cuarto de huéspedes y me dijo que cuando quisiera podría venir a dormir a su casa. Trague saliva sin entender mucho la intención de esa invitación. Al final llegamos a su dormitorio. HMMMMMMMmm era realmente hermoso, lujoso. Una cama enorme, en la cual se sentó y me dijo que la probara para que sintiera lo cómoda que era. Al sentarme le dije que era realmente cómoda a lo que él agrego: y muy lujuriosa. Ya estaba esa era la idea: LUJURIA. Me miro a los ojos y comenzó a tocarse la verga por encima del pantalón. Eso me excito muchisimo y comenze a tocarme también, se cerco a mí y puso sus labios encima de los míos y a continuación deslizo su lengua dentro de mi boca. Eso era sencillamente maravilloso. Lentamente fue acariciandome y comenzó a desvestirme hasta quedar en slip, luego el se desnudó y quedo en suspensorio. Vaya sorpresa jamas imagine que los orientales usaran ese tipo de ropa interior. Su cuerpo era realmente hermoso, musculoso, velludo, fuerte, con pechos firmes, un culo duro como roca y bien parado y redondo. Baje la mirada hacia su verga y podía ver la cabeza asomando por el costado. No lo podía creer, tenia una verga que fácilmente llegaba a los 23 cm de largo y era muy gorda. Siempre creí que los orientales no eran tan dotados. Me tendió la mano como invitándome y nos abrazamos, pegándonos el uno al otro. Los besos encendían nuestros cuerpos y nuestras manos se deslizaban de arriba abajo. Me dijo al oído si quería ir al jacuzzi, a lo cual le dije que sí. Nos deshicimos mutuamente de nuestras ropas interiores y nos metimos al jacuzzi con agua caliente. Ya allí dentro no dejamos de besarnos y en un momento se levanto y me dijo que esperara que ya volvía. Poco tiempo después volvio con una botella de champagne y dos copas y las luces habían bajado de intensidad y una suave música envolvía la habitación. Era el marco propicio para iniciar una noche lujuriosa. Se metió al agua y nos besamos nuevamente, él comenzó descender por mi pecho velludo y mordisqueo mis pezones, bajo mas y lamió mi estomago hasta llegar a mi verga, la cual lamió con suavidad y luego se la metió entera en la boca. Yo estaba en éxtasis, me movía y gemía y el también gemía. Sentía como sus manos se deslizaban por mi cuerpo y su boca no dejaba de satisfacer a mi verga. Separo mas mis piernas y me lamió el culo, sentí a su lengua entrando dentro mío y eso me producía un placer inimaginable. Luego dejo mi culo y volvimos a besarnos y ya entendía que ahora me tocaba a mí. Descendí por su pecho velludo y lamí todo su estomago. Legue a su verga y por fin la vi bien dura, era enorme y la lamí con la misma suavidad con la que me había lamido él a mí. Sentía como su cuerpo se estremecía de placer, baje mas y le lamí los testículos y dirigí mi lengua hacia su caliente agujero. Sin decir nada abrió sus piernas y con sus manos separo sus nalgas dejando al descubierto ese culo delicioso y caliente. Me pidió que se lo lamiera con ganas. Así lo hice y el casi se viene de la excitación. Al terminar esta parte me dijo que quería llevarme a la cama porque quería hacer el amor conmigo. Salimos del Jacuzzi, nos secamos el uno al otro y no dejamos de besarnos. Sin darme cuenta me tomo en brazos y así me llevo hasta la cama. Me bajo suavemente y comenzamos un 69 maravilloso, con lamidas ardientes y dedos entrando en nuestros calientes agujeros. Gemíamos de una manera en la que nunca por lo menos yo había hecho. Después se acostó encima mío y besándome me dijo que quería estar dentro mío, a lo cual accedí, dándole un beso. Separo lentamente mis piernas y las levanto encima de sus hombros, sonriendo amorosamente fue deslizando su verga dentro mío. Al principio la cabeza de su verga me hizo ver estrellas pero poco a poco el dolor se transformó en placer. Así una vez totalmente adentro comenzó a moverse de una manera tal que los gemidos que soltábamos se podían escuchar en los pisos de arriba. Ya casi gritábamos pero era un placer inexplicable. Cambiamos de posición y me monte en él, moviéndome con suavidad y por momentos mas frenéticamente. Cuando me aviso que estaba por venirse, quito su verga de mi culo y me lanzo todo el semen en el pecho y en la cara al tiempo que gritaba de placer. Al terminar me dijo que queria tenerme dentro suyo. Se puso en cuatro y me abrió el culo con las manos y me dijo que se lo metiera de una vez. Le dije que le dolería a lo cual respondió que lo que sentía por mi era más grande que el dolor, eso me enterneció y se la metí de una vez. Dio un alarido y comenzó moverse con fuerza. Se la metía y se la sacaba toda y se la volvía a meter, él deliraba y yo gemía como loco. Al cabo de una media hora le avise que me venía y se salió de mi verga y se la metió en la boca, diciéndome que quería mi leche en su boca. Me comenzó a chupar la vega y pocos segundos después un torrente de leche se descargo en su boca. Se trago todo mi semen y me limpio la verga con la lengua. Nos dejamos caer en la cama mirando al techo. Lo mire y vi que estaba lagrimeando, le pregunte si había sido muy rudo y me dijo que no que lloraba por que nunca se había sentido tan amado en la vida. Se levanto y fue a la ducha, lo seguí y nos bañamos juntos, enjabonándonos mutuamente, nos besamos y volvimos a hacer el amor en la ducha. AL salir comencé a vestirme y me dijo si adonde iba, a lo cual respondí que tenia que salir a buscar un taxi para volver a mi departamento. Él respondió que de ninguna manera podría irme. Dude un poco y accedí a quedarme el fin de semana. Dormimos juntos aquella noche y desde ese día todas las noches. Volví a mi departamento a buscar mis cosas y mude con él. Somos muy felices desde hace 6 años, y siempre recordamos nuestra primera noche y al hacerlo lagrimas brotan de nuestros ojos. Ahora él es presidente de la compañía y yo vicepresidente. Viajamos por todo el mundo y ahora nos mudamos a Los Angeles pero siempre que podemos, volvemos a nuestra casa en Hong Kong, allí donde nos conocimos. Due to international translation technology this story may contain spelling or grammatical errors. To the best of our knowledge it meets our guidelines. If there are any concerns please e-mail us at: CustomerService@MenontheNet


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Web-02: vampire_2.1.0.01
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