Gay Erotic Stories

esta historia es totalmente ficiión y no tiene nada que ver con la sexualidad de los personajes mencionados. Fernando Colunga fue contratado para particiár en una nueva novela en una estación televisa muy importante de México donde él y Fernando Carrillo compartirían papeles estelares como mejores amigos. Fernando estaba tan entusiamado con su nuevo papel que no tardó en prepararse física y mentalmente para su nuevo rol de galán junto a Carrillo que de igual manera iba a poner todo su entusiasmo en esta nueva serie. Como ya se conocían aunque no habían tendio la oportunidad de compartir un escenario decidieron compartir más y decidieron ir a un restaurante de comida venezolana en la capital mexicana. Luego se dirigieron a un club donde se divirtieron a lo lindo con música y bebida. Ya entrada la noche decidieron abandonar el jolgorio y cada cual marchar hacia sus respectivas viviendas no sin antes intercambiar números de sus celulares. Eran alrededor de las diez de la noche cuando terminaron la juerga y no hizo más que Colunga llegar a su departamento echarse un buen duchazo cuando el celular sonó. Alargando su mano por la puerta corrediza de la regadera alcanzó el celular. _Bueno _¿Colunga? -¿Quién habla? _Perdona el atrevimiento, es Carrillo. Te llamaba para ver si mañana nos reunimos para practicar una de las escenas donde tenemos un intercambio de palabras y luego nos agarramos a puñetazos. _¡Cómo no hombre! (Decía Colunga mientras se agarraba el pene que se endurecía y comenzó a darse unos masajitos) es muy buena idea. Dime la hora y el lugar. _Que tal mi departamento a las 5 de la tarde. _Allá nos vemos. Buenas noches Y continuaba masturbándose hasta que todo el líquido preciado y blanco hirviendo salío a borbotones de su monstruo que medía unas nueve pulgadas. Mientras tanto Colunga con sus calzoncillos bikini color blanco estaba sobre su cama haciendo movimientos sensuales y rozzndo su pene de diez pulgadas sobre las sábanas de su cama. Se volteó, se bajó lso calzoncillos y comenzó a masturbarse pasándose la lebgua por los labios mientras que que con la mano derecha se mertía dos dedos en su culo y se vino como un volcán sobre su estómago con aullidos de lobo feroz. Despertaron ansiosos de que llegáse la hora indicada. El celular de carrillo sonó. _¡Bueno! _¡Hola, es Colunga! ¿Cómo te va? _¡Bien, y a tí! _Muy bien. Te llamaba para saber si todavía estban en pie los planes para esta tarde. _Claro hombre, aquí te espero. _Te molestaría si llego una hora antes. _¡Qué va! Aquí te espero. En eso Colunga se levantó apresudaramente del sofá tirando el guión a un lado y dirigiéndose al baño para darse un duchazo. Luego busco unas copas y unas botellas de vino. Y al rato sonaba el tie}mbre. Colunga con sus pantalones cortos pegados a su formidable cuerpo y una camisilla bien ajustada a sus pectorales abrió la puerta ansiosamente. Y en eso Colunga le extendió la mano y una botella de vino. Colunga con su cuerpo de dios griego venía con unos mahones ajustadísimos y una camisa ancha. Carrillo buscó dos copas y comenzaron a leer y a repasar el guión. La escena tenía unas partes fuertes de intercambio de palabras y escenas de lucha libre. Luego de una hora de pra´ctica verbal y casi dos botellas de vino, decidieron practicar el contacto físico. Entre agarradas de golpes simulacros y lucha libre a Colunga se le rompieron los pantalones. En eso Carillo le dijo que fueran al cuarto para que se midiése alguna ropa y en eso Colunga optó por unos pantalones cortos. Mientras se cambiaba carrillo estaba en la puerta del cuarto observando y dialogando. De espalda Colunga le enseñó el ano ya que llevaba unas tongas. Carrillo no pudo aguantar y se le acercó por detrás y en eso Colunga dió un salto de sorpresa. _¡Qué haces hombre! _Solo quería practicar la escenas d elucha libre. Colunga se abrochonó el pantalón y comenzó a forzear con Carrillo y cayeron sobre el colchón de la cama gigante que tenía Carrillo y entre lucha y lucha se rompieron las camissillas y camisas y los pantalones iban perdiendo botones y quedaron en ropa interior. Seguían luchando hasta que Carrillo quedó encimad del cuerpo de Colunga quien estaba bocabajo y con las piernas separadas. Carrillo sin perder oportunidad se le pegó bien al cuerpo y Colunga tratndo en vano de soltarse no podía y sin´tió como el pene de Carrillo estaba erecto sobre sus nalgas y no pudo evitar su propia erección. Carrillo siguió luchando y entre movimiento y movimiento rozaba su pene sobre la ranura de Colunga quien ya no hacía tanta fuerza opara soltarse. En eso Carrillo aprovechó la oportunidad y levantándose bruscamente volteó a Colunga y se le tiró sobre su cuerpo quedando esta vez ambos de frente y Colunga lo abrazó y Carrillo unió sus labios a los de él y se besaron fuertemente con las lenguas dentro explorando el nuevo universo. Como locos se hupaban y Colunga quitándole los calzoncillos a Carrillo dejó al descubierto las diez pulgadas. Sin pérdida de tiempo se colocaron en posición 69, Colunga debajo de Carrillo y entre ratos dejaba de tragarse el pene de Carrillo para depositar la lengua en el ano de éste que gemía como un niño enloquecido. Carrillo también de vez en cuando chupaba con fuerza el ano de Colunga que era una delicia. Carrillo se levantó para buscar vaselina y condones. Se echó una poca en la mano y se la pasó por su verga enorme y luego por toda la ranura de Colunga. Colocándose un condon se acostó sobre Colunga que ya tenía las piernasseparadas enseñando ese hueco rosadito y hambriento. Carrillo Colocó la cabeza en el ano y comenzó a entrarla suavemente hasta que Colunga sintió cinco de las pulgadas dentro y comenzó a gemir con gusto ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh que sabroso se siente ser cogido por un venezolano caliente. Y carrillo le enterró dos pulgadas más. Ahhhhhhhhhhhhhhhh agárrame bien fuerte papacito. Y Carrillo enterró el resto de sus 10 pulgadas en el culo de COlunga que comenzó a moverse como todo un experto y campeón. Carrillo le colocó los brazos por debajo y abrazándole nien fuerte comenzó a pompear con majestad y ritmo caribeño. Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyy gritaba Carrillo y Colunga más quería. Suavemente se la sacaba y fuertemente se la enterraba como un clavo en la madera para dejársela adentro y movérsela con ritmo de rock 'n roll. Papacito, que sabroso se siente ser clavado. Sigue cogiéndome más fuertemente. Y Carrillo Sin más poder comenzó a dar clavadas más y más fuertes a un ritmo de 100 millas por hora y sintió como la leche corría por pene hasta que se depositó en el condom. Y Colunga se volteó y con su mano derecha agarraba su pene y a toda velocidad se masturbaba y Carrillo lo agarró y se depositó el pene en la boca mientras lo agitaba velozmente y sintió toda la leche hirviendo quemarle las ancías y tragó como bebé hambriento. _A esto le llamo ser un protagonista de priemera clase. decía Carrillo. Pero Colunga se quedó con deseos y se acostó sobre Carrillo abriéndole las pierans y levantándoselas mientras lo besaba ardientemente y le colocaba la cabeza de sus nueve pulgadas en la entrada del ano de Carrillo. _No, no manito, yo eso no lo agarro. A mí me gusta dar, pero no coger. Colunga sin importarle enterró la cabeza ligeramente y Carrillo aguantadolo por la cintura gritaba ayyyyyyyyyyyyy sacámelo hombre, te dije que no. Pero Colunga siguó con sus embestidas animalescas y sin darse cuenta ya Carrillo tenía ocho pulgadas dentro y Colunga se lo dejó dentro y lo besaba apasionadamente y comenzó a scarlo poco a poco. _Perdona hombre Pero Carrillo esta vez no escuchaba y seguí mordiendole los labios y besándolo apasionadamente y con sus manos sobre las nalgas de Colunga lo empujaba hacia sí enterrádose las nueve pulgadas. Para adentro papi, dame todo lo que tienes. Y Colunga comenzó a entrar y sacar esa verga caliente con ritmo de salsa y merengue. Ayyyyyyyyyyyyyy ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh uhhhhhhhhhhhhmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm solo se escuchaba en la habitación. CArrillo levantó su torso y se fue levantando poco a poco hasta que Colunga cayó sobre el colchón y Carrillo aún con la mitad dentro de sí quedó encima de COlunga. Y comenzó a subir y bajar hasta enterrarse por completo el pene que le llenaba como ninguno otro le había entrado. Y subía y bajaba fuertmente y sentía como sus culo se llenaba todo. Y se bajaba y besaba ardientemente a su hombre y entre gritos de placer y dolor seguía subiendo y bajando hasta que los dos se desbordaron como un volcán. Leche dentro de Carrillo y leche caliente sobre los pectorales de Colunga. El cansancio les venció y quedaron extenuados hasta que recobraron las fuerzas a la media hora y comenzaron la práctica de las escenas que los llevarían al triunfo total.