Gay Erotic Stories

EL DIARIO SECRETO Comentarios enviarlos a email lgpg@hotmail.com Escrito al día siguiente de uno de los sucesos más significativos de mi vida La esmerada educación que recibí, sirve de poco cuando alguien vive la soledad como yo lo ha he vivido , durante años, largos e interminables años, en lucha constante contra la locura, años de sentir todos los días el aguijón de la desesperación, de que no hay nadie con quien comunicarme a quien acudir durante mis angustias, a quien manifestarle mi desesperación, alguien de quien recibir comprensión, alguien que me entienda. Sobre todo tener a alguien a quien entregar afecto, a quien proteger Se dice que necesitamos de los demás, que el ser humano no puede estar solo, se asegura que la soledad extrema solo puede ser producto de una enfermedad mental, se pretende que al hombre le es irremediablemente angustiante el estar sin compañía en caso de que llegue a producirse se dice que el desequilibrio mental es inevitable. No se si yo ya este loco y mis actos son solo sean reflejo de mis delirios ¿ Como saberlo? , a mi me ha tocado saber lo que es estar aislado de todos, y no porque lo haya buscado o deseado sino que se me impuso en una forma brutal. Al principio evite enfrentarme, busque refugiarme en la lectura infatigable de los libros, me entregue al trabajo físico, me dedique a sobrevivir, en este ambiente hostil, pero nada he logrado para silenciar mi desesperante aislamiento, alguna gente pensara que ha vivido lo que yo, que ha estado solo y que puede entender a lo que me refiero, o piense tal vez que estoy exagerando, pero de lo que si estoy seguro es que la imaginación más descabellada no puede siquiera suponer lo que yo he pasado. Se que soy parte del genero humano pero en estos momentos me siento tan extraño invadido por una soledad constante, que me hace imaginar cosas, saltar sobresaltado temeroso de las sombras, he llegado al extremo de buscar mi eco para conversar. Parece que exagero que pretendo descargar mis culpas justificándome, pero mi intención al escribir esto es principalmente explicarme a mi mismo como ocurrió como me decidí a dar los pasos que me llevaron a relajar mi estricta moral. Como decía antes siempre me adapte a las normas que establece la sociedad, es más siempre fui un firme defensor de las buenas costumbres, nunca las puse en duda, solo sabía que debían cumplirse. Cada cosa tiene su lugar, pero es en las situaciones extremas cuando enfrentamos nuestros conceptos aprendidos con la realidad y así adquirimos una nueva visión de las cosas a pesar de que contravenga todo lo que creíamos. Debo aclarar que a lo largo de mi vida tuve relaciones que llenaron mis expectativas y supuse que en esas relaciones era donde encontraría el mayor placer al que pudiera aspirar en este mundo. Relaciones con el sexo opuesto en donde se conjuntaba el placer, la compañía, el reconocimiento social. Mi supuestos se derrumbaron, al principio lo atribuí a la soledad, aunque después pensé que hay algo más y que el aislamiento solo ayudo a que emergiera. Todo comenzó con un encuentro inesperado, cuando lo vi me pareció asustado, con miedo, su aspecto físico no era especial pero me llamó la atención su mirar huidizo, que cuando mantiene la mirada sus ojos rebelaban un brillo de inocencia y picardía, un brillo de entender más allá, un brillo de inteligencia. Aceptó acogerse a mi protección y a pesar de la diferencia de edades nos entendimos maravillosamente, conforme adquiría confianza manifestó nuevas cualidades insospechadas, cada vez me sorprendía su actitud, sus reacciones, su asombro por lo nuevo. Su sonrisa fresca me contagiaba de entusiasmo, su gusto por la vida, el disfrutar lo que hacía hizo que lo admirara, que valorara la confianza que me tenía y a su vez yo sabía que podía contar con él sus compromisos los asumía resueltamente. Un día que se convertiría en algo especial para ambos, a lo mejor más para mi. Comenzó en una forma tan inesperada cuando trabajando juntos accidentalmente recargo sus firmes nalgas en mi mano, la cual pense quitar instintivamente, pero la deje ahí y el seguía en la misma postura sin inmutarse, por lo que estaba haciendo necesito moverse y lo hizo con total desenvolvimiento, seguimos en nuestras labores, cuando por tercera ocasión volvimos a tener un encuentro similar al relatado antes, sin mucho pensarlo acerque mi cuerpo rozando su espalda, que aun sin tocarnos completamente comenzó a fluir una extraña energía entre nosotros, como imanes que se atraen, me acerque hasta juntarnos, empece a percibir el latido de su corazón y su aceleramiento, se sincronizaron nuestras respiraciones, con un inmenso placer sentí el calor que se concentraba en sus nalgas que gozosas se expandían invitándome, me aproxime más percibiendo su dulce temblor ante las respuestas de mi vientre que empujaba con suaves movimientos la exquisita redondez de sus muy bien formados gluteos. Cerré los ojos en arrebato de placer al notar la presión con que respondía a mis embates y como se colocaba en posición para acercar cada vez más nuestras partes, su deseo desprendía un perfume de sudor y hormonas que me embriagó de deseo. Empece a acariciar con ternura sus duros muslos hasta llegar a las redondeces de su cuerpo , sin apenas moverse permitía que mis ávidos dedos palparan su cuerpo, hasta rodearlo y acercarlo a mi hasta fundimos. Tome una de sus manos la mezcle con la mía, él me dejaba guiarla, la vi muy bella, pequeña comprada con la mía, no quería soltarla, no me atreví a besarla Su inhibición para entregarse provocó el incrementó de mi fuego, su cercanía me hace arder de deseo, deseo de abrazarlo deseo de acariciarlo deseo de estrecharlo deseo de verlo deseo de amarlo Beso su cuello y voy bajando por su espalda hasta que mis labios llegan a la mitad de su cuerpo, noto su extrañeza, pero poco a poco fue respondiendo a mis besos en su parte mas secreta, respondiendo él a su manera. ....¡Que beso tan especial como disfrute al hacerlo! Me levante y volví a abrazarlo con fuerza, acariciando su pecho, ante mi sorpresa él se dio vuelta y nos unimos en un largo abrazo pegando nuestros erectos y palpitantes penes, mientras juntando nuestros labios, con un temblor compartido en un excelso orgasmo, dejamos el libre fluir de nuestras ansias. Continuamos abrazados sin culpa disfrutando del hartazgo. Lo mejor fue cuando al día siguiente se encontraron nuestras miradas no había remordimientos sino una afinidad incrementada, el gozo de quienes se aman; sin decir palabra sabíamos que entre nosotros había nacido una profunda amistad, habíamos compartido el exterior y sabíamos que ese era el camino para compartir nuestras almas con una intensidad inimaginada Para evitar la segura critica de la sociedad que no es capaz de entender un amor como el que he relatado y seguramente reprobará la amistad tan intensa y enriquecedora que tuve la suerte de vivir he decidido separar este episodio del diario, solo espero que lo que se ha iniciado entre "Viernes" y yo, dure mucho tiempo. Robinson Crusoe. PD. Me pregunto si existe otra parte complementaría de mi y si la habré encontrado