Gay Erotic Stories

Nada más entrar en la habitación te cojo de los hombros y te acerco hasta mí hasta pegar tu cuerpo al mío, cara a cara, entonces acerco mis labios a los tuyos, sacamos las lenguas y empezamos a darnos pequeños lametazos lengua contra lengua, mientras nos apretamos y sobamos mutuamente el culo. Nuestras penes se han levantado en sólo unos segundos, y se apretujan dentro de los slips luchando por salir, juntas pero separadas aun por la ropa. Dejamos de lamernos y juntamos ahora nuestros labios, sellando cualquier hueco para que no pueda escaparse ni una sola gota de saliva de la que esta yendo de una boca a otra. Nuestras lenguas se deslizan una contra otra, se enrollan y acarician hasta el último rincón de la boca del otro. Nos separamos, nos desnudamos mutuamente entre caricias y nos quedamos solo con los slips y los calcetines. Me agacho y pongo mi cara a la altura de tu paquete. Acerco mi cara hasta pegarla a tu bulto y huelo tu esencia, tu olor a chico ardiendo en deseos, tu olor a pene caliente y húmedo, tu olor personal... Agarro tus slips con mis dientes y te los bajo con la boca hasta dejártelos a la altura de los tobillos, vuelvo a levantarme, me bajo mis slips y juntamos nuestros cuerpos, piel contra piel, sentimos nuestro calor, nuestras vergas duras y tiesas ya están una junto a otra, rozándose la piel. Comenzamos a besarnos muy profundamente de nuevo, estamos tan calientes y nos besamos tan apasionadamente que se nos escapan algunas gotas de saliva de nuestras bocas y resbalan cara abajo. Me pongo a tu espalda, y empiezo a frotar mi pene duro y tieso contra la raja de tu culo. Te separo las nalgas para que mi pene pueda frotarte más profundo, hasta que te rozo tu agujero. Mientras, te pellizco suavemente los pezones, te muerdo y lamo tu cuello y hombros, y luego bajo las manos y mientras una de mis manos sujeta tus huevos, la otra empieza a masturbarte lentamente. Después, te tumbo en la cama y me dirijo a tus pies, y con tus calcetines puestos, empiezo a masajeártelos, los pongo rodeando a mi pene y empiezo a masturbarme con ellos, subiendo y bajando lentamente, los froto contra mi pecho, sigo subiendo los pies por mi cuerpo hasta llegar a mi cara, los pongo sobre mi cara, te los beso, te quito los calcetines y te los empiezo a lamer, haciéndote unas cosquillas increíbles. Tu te levantas, y tras darme un leve y cariñoso beso en los labios, me invitas a sentarme en el borde se la cama. Te acuestas boca abajo sobre mis piernas como un niño, me suplicas te castigue por haberte portado mal. Quieres que te golpee con una de tus zapatillas deportivas. Me opongo a ello, prefiero darte con mi mano y así palpar tus nalgas. Me pides que te pegue más y más duro, me dices que eso te excita mucho, trato de complacerte pero no quiero hacerte daño. Tus nalgas están roja y queman como el fuego tu verga ha crecido y choca con la mía con cada nalgada que te doy, es como si ellas se besaran entre si. Me pides que me acueste boca arriba y empiezas a masturbarme suavemente. Diriges tu cara a mi pene, dejas caer una buena cantidad de saliva y empiezas a meneármela con ella como lubricante. Te sientas encima de mí juntando nuestras vergas, te reclinas hacia adelante y me muerdes los pezones, mi verga esta tan dura que me duele, necesito correrme enseguida o reventará. Te sientas encima de mi boca, abriéndote bien el culo para que pueda hacerte un beso negro de lo mas profundo. Te lamo mientras tu gimes de placer. Es hora de chupar penes, te tumbas encima de mí, pero invertido, y comenzamos a hacer un 69 que dura mas de 15 minutos, haciendo algunas pausas para lamer los huevos y así no corrernos tan pronto. Llega la hora de la penetración, estamos tan calientes que nuestras vergas casi chorrean pre-semen y están todas pringosas del líquido y de nuestra saliva. Primero me das tú, me tumbo en la cama boca-abajo con una almohada bajo mi pene, tu me abres bien el culo y me lo lames hasta mojármelo todo, después me pones lubricante, te pones el condón, te lubricas tú y empiezas a metérmela muy lentamente. Yo doy pequeños gemidos de dolor, tengo tiempo sin que me follen y mi culito no esta muy acostumbrado todavía. Me duele, pero poco a poco un fuego empieza a quemarme desde mis entrañas y un placer indescriptible y salvaje empieza a invadirme. Te siento dentro de mí, siento toda tu verga, su forma, como entra y sale, me estas atravesando y yo me muero de dolor y de placer al mismo tiempo. Sales de mi y ahora soy yo el que te penetra. Te pongo boca arriba en la cama, para follarte levanto tus piernas y las pones encima de mis hombros. Primero vuelvo a meter mi lengua en ti, saboreo bien tu culito, te lo lamo todo, desde los huevos a las nalgas, meto un dedo, lo meto bien, lo saco y te lo llevo a la boca para que te saborees bien, ese culito va a ser mío ahora mismo. Nos lubricamos y me dispongo a follarte. Me cuesta encontrar tu agujero con mi pene, tú me guías hasta que por fin entra mi glande, y empiezo a empujar muuuuuy lentamente, tu gimes de placer, me agarras del culo para que te penetre del todo más de prisa, llego hasta el final, toda mi pene esta dentro de ti, somos una misma cosa, ardientes de semen y placer. Empiezo a entrar y a salir lentamente, luego más rápidamente, al tiempo que te masturbo con una mano. Siento un calor y una presión en mi pene que casi quiere reventar. Salgo de tí y me corro en tu pecho y en tu vientre, y luego me tumbo encima tuyo, esparciendo mi leche hasta el ultimo rincón de nuestros cuerpos. Nos levantamos, y vuelvo a tu pene para mamártela. Te la chupo con todo el cariño y el cuidado del mundo, como si fuera lo más valioso que he tenido en mi boca en toda mi vida. Recorro todo tu sexo, desde los huevos hasta la punta, intento meterte mi lengua hasta el último rincón de tu sexo, saboreo tu piel, tu pre-semen, al tiempo que uno de mis dedos juguetea en tu culo y se desliza hacia dentro con mucha facilidad, pues tu culo esta recién follado y muy suave y abierto. Sigo mamando y empiezo a succionar como si estuviera comiéndome un helado y quisiera sacarle todo su jugo. Tu gritas de placer y derramas tu liquido precioso dentro de mi boca. Es tal la cantidad de leche que me das que me llenas toda la boca y se sale de ella, resbalando por mis labios. Noto un dulce y a la vez salado sabor en mi boca. Eso me excita mucho más aun. Sigo lamiéndote la pene, hasta que has expulsado hasta la última gota de semen de tus huevos. Es entonces cuando, con mi boca aun llena de tu leche, me dirijo a tu boca para que la saborees junto conmigo. Te doy un beso y te doy en tu boca el liquido más preciado del mundo, el semen, la leche de un chico gay. Lo saboreamos juntos, nuestras bocas se llenan de más y más saliva de lo bueno y sabroso que está tu leche. Hemos terminado de hacer el amor, somos los dos seres mas felices del mundo. Ahora tenemos que ducharnos, enjabonándonos uno al otro, nos frotamos y nos limpiamos los restos de la follada que acabamos de tener. Me siento tan afortunado que no me importaría morir después de hacer lo que hemos hecho juntos, soy el ser más feliz del mundo. Pako_gerte@hotmail.com