Gay Erotic Stories

Nunca pense que viviria para contar esto, es mas despues de lo que pasó no quería seguir viviendo. Fui violado y hecho esclavo sexual por unos maleantes en la cárcel. Todo comenzó cuando elegí el mal camino de unirme a una pandilla de mi barrio, viviendo donde yo vivía era casi inevitable que no me uniera a una. Entre nuestros actos delictivos estaban el robar a personas indefensas y quitarles hasta lo último de valor que poseían. Con lo que conseguíamos nos ibamos a discotecas de juerga y conseguíamos chicas para pasar la noche. Cuando ingrese al grupo tenia 18 años, a los 18 ya era uno de los de mayor jerarquía dentro de la pandilla y podía ordenar a los de menor rango que hicieran cualquier cosa por mi. Pero toda la diversión acabó durante una redada que hicieron por donde vivía, como ya era conocido como uno de los jefes de la pandilla fueron tras de mi, todos corrimos, pero para mi mala suerte tropecé y me doble el tobillo, traté de levantarme y seguir corriendo pero el dolor no me lo permitía, los policias me alcanzaron, esposaron y llevaron en un patrullero a la delegación. Despues de un corto juicio fui sentenciado a 2 años en la carcel. Cuando llegué, me sentí un poco intimidado, ya que habia gente de todo tipo, incluso miembros de pandillas rivales y era la primera vez que me metían preso. Pero luego me sentí mas seguro, ya que soy alto y fuerte, mido 1.85, hago pesas y se defenderme, asi que seguí hasta la celda que me correspondía y me recosté en la cama. Al poco tiempo entraron tres chicos que por su pinta supe que eran de una pandilla. Uno de ellos me preguntó porque estaba ahí, yo no les hablé porque sabía que habían venido a fregar, en eso se acerca y me dice: "Eres el chico más bello que ha llegado a este lugar, nos han dado ganas de cogerte". Yo al instante que dijo eso me pare, me aparté de ellos y entre nervioso y molesto le dije que ni hablar, que era muy hombre y que no le iba a esas mariconadas. El chico se me acercó, yo lo empujé y me preparaba para darle un golpe, cuando los otros dos me agarraron de los brazos, mientras el tercero empezó a golpearme en el estómago, yo trataba de zafarme de ellos y defenderme, pero ellos eran tres y no podía hacer mucho, mas que resistirme, en eso golpearon mi cabeza contra la pared y perdí el conocimiento por un momento. Cuando me levanté, uno de los pandilleros me estaba bajando el pantalón, ya me habían sacado la camisa y los otros dos me sostenían para que no escapara. "Quiero que sientas esto" me dijo, el que parecia ser el jefe, sacando su verga y frotandola contra mi muslo. Les grité que me soltaran o se las verían conmigo, empecé a desesperarme y empujarlos tratando de levantarme, pero no pude hacer mucho, ya que ellos me sostenían con fuerza. Me pusieron boca abajo y sin previo aviso el jefe me metió toda su verga en mi culo. Fue el dolor mas grande que he sentido en toda mi vida, di un grito que debe haberse escuchado a varios kilómetros a la redonda. Otro de los chicos metio mis boxers en mi boca para que no siguiera gritando. El que me cogía empezó a mover su verga dentro de mi, metiendola y sacandola con fuerza, dando gemidos de placer, mientras a mi me pasaban mil cosas por la cabeza y se me caían las primeras lágrimas por el dolor y la ira que sentía en esos momentos. Los otros dos que me sostenían lo alentaban: "Vamos móntalo duro, rómpele el culo al maricón", entre otras cosas. El jefe seguía violándome y al poco rato se vino dentro de mi y sacó su verga. Sentí un gran alivio que no duró mucho ya que el segundo me insertó su verga que era mucho más grande que la del anterior y empezó a cogerme salvajemente. Yo trataba de gritar a traves de los boxers, pero solo alcanzaba a hacer leves sonidos que nadie podia escuchar. Me sentí impotente al ver que destruían mi hombría y no podía hacer nada, cuando el tercero me penetró y empezó a cogerme me dí cuenta que tenía la verga parada y sentía un extraño placer, quería masturbarme pero sentía verguenza de que creyeran que yo era marica. Cuando terminaron me dejaron tirado en el suelo, dijeron que lo había hecho muy bien y que lo habían disfrutado mucho, que pronto regresarían por más y se fueron. Yo no me movía por el dolor de los golpes y de la violación, me sentía avergonzado y sucio, traté de levantarme y no pude, me desmayé. Cuando recuperé el conocimiento, ya estaba amaneciendo. A las 6:00 am. abrían las celdas para ir a las duchas. Yo me quedé en la mía para esperar a que todos salieran , ya que tenía miedo de encontrarme con los tres pandilleros. Los espié y cuando salieron, yo entre, ya no había nadie. Empecé a ducharme, en eso entra un hombre mayor, de unos 30 a 35 años aproximadamente, se me acerca por la espalda y me dice: " Vi lo que te hicieron ayer, ahora me toca a mi". Yo le di un puñetazo y lo lancé al piso, el se levantó y empezamos a pelear. Al poco tiempo entraron los tres pandilleros, cuando los vi me quede petrificado y el hombre mayor me dio un golpe que me hizo caer. Los pandilleros lo agarraron y lo empezaron a golpear, diciendole: "El chico es nuestro y nadie más que nosotros puede disponer de él". Dejaron al hombre sangrando. Vinieron hacia mi, me levantaron y me llevaron a su celda. "De ahora en adelante vas a dormir aqui con nosotros" dijo el jefe. "Vas a satisfacernos cuando querramos y como querramos". Yo quería luchar y escaparme,pero sabía que todo sería inútil, ellos eran más. El de la verga gigante, se la sacó y me dijo que se la mamara, yo no quise, pero el me agarró de la cabeza y me jalo de los pelos yo di un grito y el me insertó toda su verga en la boca hasta el fondo, casi me atraganto, el empezo a metermela y sacarmela, mientras el jefe me bajaba los pantalones y empezó a cogerme por el culo. El tercero comenzó a besarme el cuello, luego siguió por el hombro y me lamió las tetillas, las cuales se pararon. A pesar del dolor y la humillación me sentí excitado y se me paró la verga, como estaba en una posición en cuatro patas, ellos se dieron cuenta y dijeron: "Creo que al cabrón le esta empezando a gustar esto". En eso y sin previo aviso el que me estaba besando y lamiendo se metió mi verga en su boca y empezó a mamarmela. Yo me excité mucho más. El que me cogía por la boca empezó a moverse más rápido y me dí cuenta de que se iba a vernir, yo traté de quitarme su verga de mi boca pero el tomó fuerte mi cabeza y lo impidió, eyaculó su semen dentro de mi boca y no me quedó otra que tragarmela toda, aunque un poco se derramó por mis labios, ya que era gran cantidad. El tipo sacó su verga y cayó cansado en su cama y empezó a ver como los otros me cogían por el culo y me chupaban la verga. Mientras el jeje me cogía, me acariciaba el pecho y pinchaba mis tetillas, lo cual me excitaba aún más, los dos llegamos al mismo tiempo y yo explote dentro de la boca del chico, el cual se tragó todo mi semen. Todos quedamos exhaustos. El jefe me dijo: " Lo ves, si te portas bien, no te haremos daño, solo cumple con lo que te ordenamos y nada te pasará, es más, te protegeremos de los otros prisioneros, como lo hicimos en las duchas hoy". Así pasaron los siguientes días cogiéndome por el culo y la boca, nunca más me la chuparon ni permitieron que yo los penetrara. Ya no me trataban tan mal, me protrgían e incluso a veces se comportaban como amigos míos. Al poco tiempo empezaron a venderme a otros prisioneros por cierta cantidad de dinero, los cuales me hacían de todo, pero eso ya es otra historia. Si quieres escribeme a: escritoranonimo@usa.net