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Gay Por Casualidad

by Rolando


Aquellas vacaciones nos visitaba un primo de mi novia. El estaba intrigado con una vieja costumbre de mi región. Me dijo que si yo la había practicado. Yo le dije que sí. El me pidió que le enseñara. Yo accedí. Esa tradición es la de practicar la zoofilia, con semovientes asnales del sexo femenino. Como él no sabía que hacer, yo inicié la lección. El miró lo que yo hacía. Encontrar un animal, llevarlo a la vera del camino tras un matorral y luego irla tocando en su parte genital suavemente para que se tranquilice. Mi alumno resultó muy aventajado y me superó, en el sentido de que se despojó toda su ropa. Me dejó a la vista el trasero mas lindo y velludo que yo haya visto en mi vida. El era un chico de aspecto latino muy guapo, como eran vacaciones, andaba en pantalonetas, lo que me dejaba ver sus velludas piernas. Luego se quitó la camisa. Su pecho era de película, sin ser exagerado. Velludo, todo por donde se le mirara. El me estaba provocando con su manera de proceder. Pero no hice más que observarlo de reojo, para que el espectáculo que él me estaba dando no fuera tan notorio. Hizo lo que tenía que hacer, se vino dentro del animal. Luego vinimos a mi casa, me dijo que le había gustado la experiencia. Yo también lucía una pantaloneta. mis piernas también son velludas. Nos pusimos a escuchas música. Noté que él se me encimaba mucho, los vellos de sus piernas rozaban los míos. Eso me exitó. Por la noche fuimos con unas chicas a bailar a una discoteca. El quedó a mi lado, motivo por el cual nuestras piernas se rozaban. Noté que él me estaba acariciando disimuladamente. Creí que estaba bromeando. Yo respondí a su leve caricia, lo que sirvió de combustible para sus deseos. El estaba alojado en casa de unos primos. Y le cayó la insistencia de que me fuera a dormir a casa de mis primos. Al ver tanta insistencia, mi primo me invitó a su casa a quella noche. Como todos eramos varones, decidimos dormir en calzoncillos. En la alcoba sólo habían dos camas. Y para que no hubiera sospecha alguna, mi primo sugirió que las juntáramos. Eso hicimos. Pero nuestro amigo se apoderó del centro de la cama, para que no quedaramos distanciados el uno del otro. Cuando las luces se apagaron, mi amigo mandó su mano a mi paquete. Al principio me sorprendí, no hice bulla, pero luego de pasada la emoción de la sorpresa, mi verga comenzó a crecer entre sus manos. Comenzó a salirme la gota del deseo en forma intensa, razón por la cual me puse demasiado exitado y húmedo. Acto seguido, mi amigo empezó a acariciarme, a besarme, Yo le correspondí. El se despojó de sus calzoncillos y luego quitó los míos. A todas estas, en el lado contrario, mi primo dormía profundamente. Mi amigo se dió la media vuelta y comencé a clavarlo inmisericordemente, lo que le gustó enormemente. Mientras lo clavaba, comencé a acariciarle las peludas huevas, hasta que le agarre la verga. No era muy grande, medía aproximadamente unos 14 o 15 cms. La mía mide 20 cms. Cuando ya estaba para venirme, hizo que se la sacara y me dió un apasionado beso. Me relajé y evité venirme. Luego se puso boca arriba con las piernas levantadas y le hundí mi gruesa herramienta tiernamente. Me envolvió con sus piernas. Tocaba mis nalgas. Comenzó a acariciar mi espalda y a besarme apasionadamente. Hice todo lo posible por bajar mi mano a su verga, pero no me dejó que se la tocara, por que ya estaba a punto de venirse. Al oído le susurré un Te Amo, cosa que le sorprendió y me abrazó más fuerte. De tanto embate, de entra y sale, los chorros de mis líquidos fueron a dar con todas las indescriptibles emociones, dentro de su peludo culo. Lo besé apasionadamente, hasta quedar exahusto. Simultáneamente, él se venía con todos sus líquidos sobre su peludo abdómen. Nos dimos un beso final de buenas noches y dormimos plácidamente. Al día siguiente, estaba yo arrepentido de lo que había hecho, ni él ni yo fuimos capaces de mirarnos a los ojos. Cada uno salió por su lado. Mi primo no sospechó nada. El sólo sintió que nuestro amigo había estado inquieto toda la noche. Mucho tiempo después le comenté sobre el incidente. Ese día mi amigo me buscó, y yo al principio lo rechacé. Luego lo toleré, hasta que con el tiempo aprendí a amarlo. Cuando podíamos, nos visitábamos, nos besábamos apasionadamente. Les confieso que me llegué a enamorar de él. Hoy los dos ya somos un poco mayores. El no tuvo precaución en lo que a su reputación se refería. Tuvo contactos con muchos chicos cuando todo era posible, y la mala fama se fué acrecentando. Antes de que a oídos de sus padres llegaran los comentarios, el se mudó a los Angeles, dejándome sólo, con el más tierno de los recuerdos del primer amor. Hoy en día es un hombre felizmente casado con dos hijos varones que son un primor, eso he sabido. Yo nunca lo volví a ver. No sé si allá siguió con sus aberracioncitas, cosa que es muy peligrosa, por el alto índice de contagios. Hasta ahora creo que se ha cuidado por que sus hijos son la luz de sus ojos. Yo por mi parte, fuera de algunos toque aquí y allá, ir a sitios donde se pueda observar y tocar, he limitado mis actividades.

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Gay Por Casualidad

Aquellas vacaciones nos visitaba un primo de mi novia. El estaba intrigado con una vieja costumbre de mi región. Me dijo que si yo la había practicado. Yo le dije que sí. El me pidió que le enseñara. Yo accedí. Esa tradición es la de practicar la zoofilia, con semovientes asnales del sexo femenino. Como él no sabía que hacer, yo inicié la lección. El miró lo que yo hacía.

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Web-02: vampire_2.0.3.07
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