Gay Erotic Stories

Recuerdo que una tarde, tenía que cortarme el cabello, tome el autobus que me llevaría al salón donde me cortaría y un poco después, se subieron dos chavos, eran las personas más guapas que he visto en mi vida. Ellos avanzaron hacia el fondo del autobus, donde yo estaba, y uno de ellos se sentó, yo veía al que iba de pie y noté que él también me miraba. Junto de mi, había un lugar vacio, por lo que me recorrí al otro asiento y este chavo se sentó juanto a mí. De pronto, él empezó a tocarme la pierna, yo estaba supernervioso y también muy excitado. En el momento en que él se puso de pie para bajar del autobus, me llamó y yo me baje con él. Avanzamos un poco y me pregunto mi nombre, yo se lo dí y después de un rato, llegamos a su casa, donde me invito a pasar, yo acceedí y me ofreció un refresco. Al estar platicando, poco a poco nos fu{imos acercando, hasta que llegamos a besarnos, él era guapísimo y yo no podía negar que me estaba gustando lo que hacíamos, poco a poco nos desvestimos y de una manera muy tierna, que núnca voy a olvidar, me acostó en su cama y él se acostó sobre mi. Él empezó a meterme los dedos en mi agujero y poco despues me lo chupaba de una manera deliciosa. Empezó a mamarme el pene y yo gemía de placer. Después me pidió que me volteara y yo lo hice, él me metio su gran palo y yo sentí placer como núnca en mi vida, después de un rato se vino y me dijo que yo se lo metiera, yo accedí con gusto y la verdad, es que ese hoyito estaba muy rico y apretado, sentía como él apretaba aún más y ya no me pude contener, me vine en él y después de un rato, los dos nos vestímos de nuevo. Desde ese entonces nos vemos de vez en cuando para chambear un rato. Si quieres, puedes escribirme a: juaneal@starmedia.com Atte: Eduardo