Gay Erotic Stories

Era la mañana de un sábado...esos sábados en que uno amanece más caliente que nunca (y el bulto en mis boxers no me dejaría mentir). Me había quedado hasta tarde el día anterior en la oficina sin haber podido resolver una enorme cantidad de trabajo atrasado y Ricardo, mi asistente, se había propuesto terminarlo, así que me dijo que pasaría por mi apartamento el sábado. Inicialmente me opuse (a quién le gusta trabajar los días libres)pero cuando ví sus ojos comprendí que el trabajo era lo que menos tenía en mente... Ricardo es el típico universitario...alto como unos 1.80m, ojos y pelo negros, con un cuerpo atlético de músculos muy bien definidos, brazos y piernas que eran su prueba evidente de visitas frecuentes al gimnasio y un culo..que hace voltear hasta al más macho, él sabe que es atractivo por lo que usa ropa ajustada pues disfruta las miradas de lujuria a su alrededor. Habíamos ido al gimnasio junto en algunas ocasiones e incluso habíamos jugado basketball; pero yo siempre me iba con mi novia al apartamento pues por alguna razón esas sesiones "deportivas" me dejaban más arrecho que nunca, pero éste fin de semana ella se iba a ir con sus amigas a la playa y yo no podía ir por el asunto del trabajo.Y es que socialmente soy un tipo con suerte: 1.82m, ojos cafés claros, cabello castaño y un cuerpo atlético que me ha costado mantener aunque definitivamente es el bulto que se dibuja en el entrepierna lo que me ha conseguido más de un contrato (pero esa es otra historia) Y allí estaba yo, en mi cama, con una erección increíble...y con ganas de culear hasta el día siguiente. Decidí que mejor era olvidarme del asunto, tomar una ducha fría y arreglar los documentos antes que llegara Ricardo. El remedio fue peor que la enfermedad, el jabón sobre los músculos de mi pecho me hacía sentir más sensual, sentía un placer enorme acariciando mi abdomen...mis muslos y allí estaba otra vez era erección de 8 pulgadas recibiendo toda mi atención, meneaba mis caderas al ritmo de mi mano derecha mientras que la otra acariciaba mi pecho...la sensación era increíble mi punto de gravedad se encontraba en la punta de mi verga a la vez que el ritmo aumentaba cada vez más y una gota de precum se asomaba... Riiinnnnggggggg...el timbre del portero eléctrico detuvo mi diversión, me puse una bata rápidamente y fui a abrirle a Ricardo, cuando abrí la puerta del apartamento no creía lo que veía... Mi asistente había venido en un t-shirt cortado en su parte inferior que dejaba ver su abdomen plano y con algunos vellos prepúbicos. Su short para correr era increíblemente ajustado, le llegaba a medio muslo lo que me permitía apreciar unas piernas musculosas...yo no salía de mi asombro cuando caí en cuenta que su mirada hacia mi bata entreabierta me estaba desnudando, a la vez que se mordía su labio inferior. Noté que el bulto en su short comenzó a crecer mientras él, sin el menor pudor trataba de acomodarselo lo mejor posible. - "Puedo pasar?" - me preguntó con una sonrisa. - "Por supuesto, siéntete en tu casa, en la sala están los papeles, deseas algo de beber?"- - "Sí..." - y allí se detuvo a la vez que me miró como tratando de decirme algo, yo preferí ignorarlo aunque sabía perfectamente a qué se refería - "Vuelvo enseguida, solo me visto y regreso"- le dije mientras le servía una Coke. - "En realidad, no me quedaré mucho tiempo, porqué mejor no me das los documentos del contrato anterior y tú solo te dedicas a los proyectos de la próxima semana?"- -"Ah, ok, si así lo quieres"- le contesté a la vez que me senté junto a él en el sofá. Mientras yo buscaba sus documentos, el se recostó acariciando su bulto mientras encendía el televisor, cambió los canales hasta dejarlo en Playboy TV donde mostraban una chica desnuda en una piscina. -"Te ves tenso"- me dijo a la vez que masajeaba mi cuello y espalda -"Eso es...wow, realmente estupendo"- le contesté mientras cerraba los ojos. Cuando las caricias bajaron a mis piernas supe que el masaje había terminado hacía rato...Ricardo se había quitado el t-shirt y el short y estaba acariciándome en un bikini azul que hacía todo lo posible por contener su carne latina. Decidí corresponder a sus caricias y terminamos en el suelo besándonos como dos animales en celo..yo le acariciaba sus piernas mientras el agarraba mis nalgas y lamía mis pectorales . Era insaciable, asi que decidí darle la culiada de su vida...le separé las piernas mientras lo besaba apasionadamente...le metí un dedo gentilmente, sólo cerró sus ojos y comenzó a moverse como fiera, así que de un empujón le metí toda esa pobre carne que había estado toda la mañana sin desayunar - "Fucking cabrón..querías trabajar hoy no? Aquí esta tu contrato" - le decía mientras me besaba como si quisiera comer mis labios...el chico estaba dispuesto a darme todo el placer posible. - "Sí jefe, asi, no te detengas, por favor , así así, siempre lo has querido hacer no; como cuando me miras cuando salgo de tu oficina"- me decía con un rostro pálido y ardiente de pasión...mientras yo disfrutaba el meneo de sus caderas. Fue una larga mañana, estuvimos culiando en todas las formas posibles, descargando todas las ganas que nos teníamos desde hace tiempo...lo rellene de leche como 3 veces y el chico no paraba de excitarme mamando la verga como nunca me lo habían hecho. Sudamos a cántaros pero aún así nos lamíamos el cuerpo cual sedientos de placer. Nos dejamos varias marcas en el cuerpo por la locura de sexo a la que habíamos llegado -"Vamos al gimnasio ahora?"- me susurró mientras nos comíamos a besos en la cama. -"pero van a ser las 3 de la tarde?" respondí mientras que empecé a sentir una erección bajo las sábanas...y estaba seguro que Ricardo también la sintió"... (Continuará) Due to international translation technology this story may contain spelling or grammatical errors. To the best of our knowledge it meets our guidelines. If there are any concerns please e-mail us at: CustomerService@MenontheNet