Desde que lo vi al inicio de su primer año de preparatoria, me llamo la atención, inquieto y vivaz, tendría apenas unos 16 años, de ojos expresivos café claros, de piel blanca y pelo lacio castaño, casi siempre algo largo, que él acomoda en un movimiento viril y provocativo. Pude apreciar la evolución magnifica de su cuerpo con el paso de los años, ahora en su tercer año de preparatoria, con sus 18 años, suelo deleitarme viéndolo jugar básquetbol o voleibol, su cuerpo sudado, en desarrollo, donde se marca sus bien tornadas nalgas y su enorme bulto delantero. Cuando se limpia el sudor de la cara con su camiseta, puedo ver el naciente bello púbico que nace de su ombligo. Lo observo sobre todo con sus miradas furtivas de reojo viéndome sosteniendo la mirada, entre inocente y pícaro. Cuando lo vi en el salón de clases, como mi alumno, me desconcerté, lo he deseado y soñado con él desde que lo conocí hace tres años, pero en mi posición de maestro con casi 50 años de edad, con dos hijos mayores que él (soy divorciado), en donde mis preferencias son un secreto que he mantenido y procuro mantener y donde el único antecedente entre nosotros son nuestras cómplices miradas ¡Una situación difícil para mí!. Me resigne al tormento de su cercanía y el refuerzo de mi distancia hacia él, pude constatar su éxito con las mujeres y para rematar conocí a su novia, una hermosa muchacha un poco mas chica que él. Todo parecía normal y distante entre nosotros, lo discordante fue su fuerte interés por la materia y su MIRADA...... Cada vez que yo sé que tenía clases con él, me esmeraba en mi arreglo personal y percibí que él hacía otro tanto. Hace poco cambio todo, se acerco a mí para preguntarme algo de la clase, estábamos solos, yo apoyaba mi mano sobre el barandal mientras hablábamos, distraídamente apoya su cadera en mi mano, trate de retirarla, pero él sigue platicando como si nada, yo quedo tan turbado que me quedo inmóvil, mientras él poniendo énfasis en lo que dice acomoda su cuerpo de tal forma que su verga queda sobre mi mano, noto como crece y se endurece, nos quedamos viendo sin decir nada sin inmutarnos, él presionando yo también, hasta que oímos ruido de alguien que se acercaba, él se alejo, dejándome temblando. En la clase siguiente no me atrevía a verlo, pero sentía su mirada, al terminar la clase se acerco a mí Y me dijo con voz entrecortada - Maestro puedo pedirle un favor, necesito que me ayude a preparar el examen Ante mi silencio, continuo. _ Necesito aclarar una duda y sé que solo usted puede sacarme de ella ¿Puede ser el sábado en la tarde?, si usted puede, paso a su casa. Acepte con un movimiento de cabeza. No dormí de los nervios, estuve distraído, esperando ansiosamente la cita, me asegure estar solo en la casa. Llego puntual, vestía informalmente pero deliciosamente provocativo, comenzamos a platicar como si nada de cosas intrascendentes, lo invite una cerveza. Con las cervezas nuestras miradas se volvieron más sugestivas, le estaba explicando sobre un cuadro que estaba en la pared, cuando él se fue acercando lentamente atrás de mí, a tal punto que sentí su respiración y el calor por la cercanía de su cuerpo, me quede callado, mientras el continuo acercándose hasta tocarme levemente, al ver que no me movía, pegó su cuerpo al mío, comenzó a acariciarme con una gran ternura, mientras su verga erecta se posiciono exactamente en medio de mis glúteos. Con sus manos acariciaba suavemente mi pecho, mientras con su aliento sopla en mi cuello y oídos, sus manos bajan hasta tocar mi cadera y acariciándome me jala para presionar su falo, me suelta y con suavidad me jala rítmicamente hacia él, mis nalgas responden dilatándose, esperando el vaivén que me lleva a su caliente y dilatada verga. Con sus manos dentro de mis bolsas delanteras busca hasta encontrar mi verga ya completamente erecta, con una gran delicadeza la acaricia y presiona al empujarme hacia él. Me voltea y nos quedamos viendo un largo rato, me sonríe y acercamos nuestros labios para darnos un profundo beso acompañado de un abrazo en que nuestras vergas se ponen en contacto, acariciándose, golpeándose, deseándose. Me besa con timidez, pero no tarda su lengua en buscar llegar hasta el fondo de mi boca, mientras aprovecho para acariciar sus nalgas, mientras él hace otro tanto. Nos vamos a la recamara y me pide que me acueste boca abajo pues quiere darme un masaje. Se sienta sobre mis nalgas mientras inicia el masaje, comienza en la espalda mientras siento su verga sobre mis glúteos. Mientras se desarrolla el masaje vamos desvistiéndonos. Sus manos se concentran en mi culo, abriéndolo acariciándolo. Sus dedos humedecidos con saliva circundan el culo, hasta meter uno de ellos despacio, acariciándome, dilatándome. Sustituye el dedo por su lengua, besándome. Abriendo los nalgas para poder meter profundamente su lengua. ¡¡¡QUE DELICIA!!!!. Me voltea de lado mientras me pone su verga frente a mi cara, su verga de buen tamaño, gruesa, recta hermosa, con su prepurcio hasta atras dejando al descubierto la cabeza, sale de su uretra una gotas de presemen, esta erecta frente a mis labios, mientras el continua metiéndome la lengua en el culo, mueve sugestivo su estaca invitándome a devorarla, al unísono que entra su lengua más profundamente en mi culo, me deja ir su verga en la boca, con su sabor salino riquísimo. Se la mamo con un enorme deseo, mi lengua recorren todo ese enorme tronco. Busco su huevos, quiero lamérselos, bajo recorriéndolos el olor abajo de sus huevos se vuelve penetrantemente sexual, un olor tan peculiar, que me parece el mas dulce perfume, busco con mi boca su culo, quiero besarlo también, el se acomoda para dejarme pasar, mientras con su boca mama mi verga. ¡¡Que culo tan hermoso, sin bellos, virgen!! Mientras mama mi verga con gran pericia. Yo beso su culo. Regresamos a la posición inicial, yo boca abajo recibiendo sus caricias y la punta de su verga alrededor de mi culo. Comenzó a decirme con pasión, - Quiero sentirte por dentro. - Quiero metértertela hasta adentro - Papito, dame tus nalgas, - Así damelas, Me dice al momento que me acaricia y con sus manos me masturba, me besa en el cuello y las orejas, Me besaba mis axilas, me beso el pecho, hasta poner los pezones erectos, yo me retuerzo de placer, mi culo se dilata, queriendo recibir ese enorme tronco. La punta de la verga ensalivada comenzó a vencer la resistencia, hasta que lentamente queda toda dentro de mí. La dejo adentro sin moverse, solo acariciándome, hasta que se me pase el dolor, después vinieron movimientos circulares que terminan empujando su pelvis para golpear con sus huevos mis nalgas. No tarde en responder a sus embestidas, con mi culo procure acariciar su verga, en ese momento nos entregamos ambos uno al otro, el sacando y metiendo su verga dentro de mi, yo recibiéndola, acariciándola, amándolo. Nuestra respiración, nuestros jadeos, incrementan la pasión, y me dice al oído - Toma papito, hasta adentro. - Es tuya gózala, papito te quiero. - Desde hace cuanto quería hacerte esto. - Así papaíto dame tus nalguitas Cambiamos de posición queremos vernos a la cara, mis piernas levantadas sobre sus hombros mientras vuelve a embestirme, su cara roja, jadeante, ¡Se ve hermoso!!, me besa con pasión su lengua sigue el mismo ritmo que su verga, me masturba, siento como se pone más rígido su tronco dentro y el fluir de su semen dentro de mi. Yo aprieto para darle más placer, saca su verga aun escurriendo y me la mete en la boca, yo la recibo con gusto. Mientras la recibo agarro sus nalgas, le meto un dedo y eyaculo yo también. Nos abrazamos y besamos con ternura y cariño un buen rato. Supe después que fue su primera vez con un hombre. El no se considera homosexual. Sigue muy formal con su novia, pero le gusta visitarme con frecuencia. Agradeceré cualquier comentario al mail: o_olo@hotmail.com Due to international translation technology this story may contain spelling or grammatical errors. To the best of our knowledge it meets our guidelines. If there are any concerns please e-mail us at: CustomerService@MenontheNet