Gay Erotic Stories

Nos conocíamos desde niños, nuestros padres aamigos y socios del mismo negocio,vivíamos en el mismo rumbo y asistimos a las mismas escuelas. Yo era dos años mayor que él.Crecimos juntos con los mismos amigos. De niños jugabamos todos los días, beisbol, patinar y esas cosas propias de los vecinos. Nunca nos imaginamos lo que iba a suceder. Crecimos y yo era muy popular, las muchachas me asediaban pues mi tamaño y colorido aunque de cuerpo delgado era atractivo. él era más bien bajito, pero tenía un cuerpo musculoso de primera sin ser un adonis. Ibamos a los bailes y la pasabamos muy bien, aunque debo decir, que de reojo me gustaba más ver a los muchachos con sus jeasn apretaditos. No había nada que me gustara más que ver un par de nalguitas redonditas duritas.Las deseaba en mis sueños. Eso me preocupaba pues pensaba más en ellos que en ellas. Mñas tarde cuándo cumplí los 21, aún era virgen y no había tenido contacto sexual con nadie, solo me masturbaba bastante pero siempre pensando en ellos, más que en ellas. Resulta que me recibí de administrador y me puse a trabajar en las empresa de mi padre. Poco tiempo después se nos unió Ernesto y empezamos una vida nueva juntos, pues conviviamos en el negocio y en ls fiestas. Cuándo el creció, se le pusieron las nalguitas hermosísimas y yo todo el tiempo babeaba por ellas y me masturbaba pensando en él noche y día. POr razones de trabajo fuimos juntos a Chicago a una expposiciòn. NOs alojamos en el mismo cuarto. Al tiempo que llegamos el se bañó y se queddó en ropa interior sobre su cama. Yo entré a la regadera para hacer lo mismo. Sorpresa mayùscula me llevé cuándo vi que en el espejo del baño, con el calor del agua de la regadera se había quedado una especie de rocío y estaba escrito sin duda ninguna con el dedo de Ernesto " quiero cogerte". Me bañe nerviosamente y sin saber que decir, salí con la toalla enredada en mi cintura. Me recosté en la cama viendo al techo un poco asombrado. él volteó hacia mi y directaamente me preguntó que si había visto un letrerito en el espejo, esto mientras se acariciaba la verga por encima del jockey. Yo le dije muy quedito que si lo había leído. Presa de miedo y deseo a la vez, pues la proposición aunque era la primera que recibía directamente, ya había sufrido algunas insinuaciones de otros gays, a los que nunca les había hecho caso. Tímidamente le pregunté el porque de esa proposición,me repondió yo se que te gusta ver mi trasero me he dado cuenta muchas veces que lo deseas pero también me he fijado que se te van los ojos cuándo me agarro la entreepierna. Me dio pena el ser descubierto, pero el sinverguenza tenía años dandose cuenta de mi gusto por él.Mira, le dije, no te voy a decir mentiras, si me gustas y me gustas mucho, pero de ahi a que me quieras coger, hay una enorme diferencia, sobretodo porque yo no he tenido estas experiencias. Yo si, me respondió y te aseguro que no tye va a pasar nada y la vas a gozar de lo lindo, Dew verdad no te miento, agregó, dejame metertela y sabrás de nuevos y mejores placeres. La oferta me dejó anonadado, y me animé a darle el si. Pronto brinco de su cama y se vino a la mía, me arrebató la toalla y quedé desnudo y a su mercde, pues ya para ese momento la traía bien parada. Me la tomó suavemente inclinandose sobre ella se la metió en la boca y comenzó a mamarmela, lo que me prendió casi con locura, pues nunca había imaginado la delicia de esta acción. Yo boca arriba, el se fue delizando lentamente, hasta encontrar la apaertura de mi culo el que besó afanosamente y lamió. Después lentamente me hizo recoger las piernas y quedaron mis nalgas y agujero a su merced. De un solo golpe hundiò su lengua en mi interior, provocando automáticamente una venida salvaje de mi parte, pues por todas partes saltó mi semen. Lo hice a un lado y corri al baño a lavarme pues me llene todo. Cuándo salí del baño y regresé a la habitción él estaba desnudo boca arriba y masajeando su verga, su linda verga que era más grande y bonita que la mía. Con una señal me indicó que la tomara con mi boca, lo que hice de la misma manera que él hizo conmigo.El sentir su sinstrumemnto en mi boca me pareció algo verdaderamente asombroso, parecía su piel de terciopelo y yo lamìa y besaba la cabeza de su verga con sin igual placer, pero pensando que eso iba introducirse por mi culo me hacía más ardoroso, pues ya aflojado y entregado a este placer homosexual, no me importaba parecer una vil puta entregada a dar placer a su amante. Ernesto en realidad siempre me había atraído y muchas veces soñsé con esta acción, pero rea solamente esto un sueño. Pues nada, que se convirtió en realidad. En estos pensamientos estaba cúando Ernesto retiró su instrumento de mi boca y me indicó que me recostara de lado mostrandole mis nalgas parta que el a su vez volviera a lamer mi culo y me preparara para la introducciòn de su hermoso pene. Un empujón de la cabeza de sus verga dentro demi culo y casi un alarido de mi parte. Oye, le dije me rajo pues duele mucho, mejor no, Parale. El se sonrió maliciosamente y me djo espera te voy a poner una cremita que traigo enmi veliz, y sin más se separó momentáneamente de mi cama fue por la famosa cremita, que me metiò en mi culo con sus dedos y volvió a la carga, pero esta vez me dijo que me pusiera sobre una almohada para que mis nalgas quedaran en mejor posiciòn y poder metermela con mas facilidad. Otro empujón y esta vez no sentí tanto dolor, pero de cualquier manera le dije que me dolía. él se detuvo un momento mientras me besaba el cueloo y me mordía las orejas, loq ue me calentò de tal forma que le dije por favor métemela, métemela ya que estoy ardiendo. Otro empujón y esta vez se metiò hasta el fondo. Un ay nuevo de dolor. El no se movió, me la dejó toda adentro y luego de unos segundos mi culo se acostumbró a sentir el pasajero dentro de mi tren. La retiró un poco y volviò a embestir, asì lo hizo por una ratito, yo me di cuenta que había cierto ritmo en sus embates y empecé a acompañarlo en ese ritmo. Pronto parecíamos dos expertos y las ondas de placer empezaron a sentirse.Cuándo ya estaba acostumbrado a ese enorme placer me dijo que cambiaramos de posiciòn, me volteó boca arriba levantó mispiernas sosbre sus hombros y me la volvio a meter, denro y fuera dentro y fuera y volvimos a es ritmo enloquecedor. Confieso que no me imaginaba para nada lo que significaba el gigantesco placer que es tener una buena verga trabajando sobre tu culo. él se inclinaba sobre mipecho y me besaba ardorosamente, lo que me fascinó, sentir su lengua sobar mi lengua ak mismo tiempo que me metía la verga hasta lo mas profundo es algo que siempre le voy a agradecer. Un rato después me volvió a posicionar esta vez como él dijo, de perrito. Me dijo que así podía gozar más la visat de mi espalda y tomarme por las nalgas. De esta forma y otras pasamos un buen rato, como yo estaba calientísimo terminé por venirme de nueva cuenta, por lo que me incliné de lado y el volvió a introducir su miembro dando los últimos golpes y con un grrrr, se vino fuertemente dentro de mi culo. NOs quedamos laxos reposando sobre la cama y abrazados. después nos levantamos y en silencio nos fuimos a la regadera juntos. Yo un poco escamado y él no, él se veía muy felíz. Me enjabonó todo mi cuerpo luego yo hice lo mismo sobre´el suyo. Salimos de la regadera y cuándo nos estabamos secando me dijo ¿ te gustó? Yo sentí timidamente con la cabeza. ¿ Me la quieres meter, me dijo ? Yo respondí que preferiría no hacerlo en ese momento, pues todavía estaba muy excitado con lo que había pasado y que tenía que madurar esta experiencia pues estaba realmente azorado de mi consentimiento de ser cogido sin resistencia ninguna. No dijimos más salaimos del baño y cada quién a su cama. Tras de unos minutos, me volvió a preguntar que si se la quería meter, pues estaba dispuesto a entregarse conmigo. Yo le respondí que si ya otros se lo habían cogido, me dijo que si.Yo me sentí un pooc celoso y le dije firmemente, a mi es la primera vez que me la meten, tú has sido el primero, y la verdad es que la goce bastante, pero necesito experimentar más placer, así que dejate de tonter´´ias, vente a mi cama y métemela toda la noche y si es posible toda la vida. Ni un segundo se tardo en brincar sobre mi de nueva cuenta darme otra cogida histórica pues me estuvo metiendo la verga por cerca de una hora. Que hermoso placer! Y desde ese día ya no somos solamente amigos, socios, sino amantes, amantes de verdad. Nuestros padres están muy orgullosos de nuestra íntima amistad, sin sospechar lo que realmente somos. Hasta la fecha no me he animado a cogermelo, lo más que disfruto es el de tomar sus nalguitas, besarlas, morderlas y lamerlas. EL en cambio sigue sumergiendo su adorable miembro en mi boca y en mi culo.