Gay Erotic Stories

El siguiente relato es pura imaginación del autor y en nada tiene que ver con personajes o hechos de la vida real. Si les desagrada relatos con contenido familiar, favor de no continuar ya que esta historia no es para usted. Siempre nos han dicho que debemos compartir todo. Somos tres hermanos y yo el del medio vivo en casa de mis padres. El hermano mayor, Rafael, 22 años vive con su esposa y niño recién nacido. Juan, el menor, 18 años vive en los dormitorios del colegio con su novia. Y yo, Manuel 20 años, siempre los espero durante el fin de semana ya que hicimos un pacto. No importa que extemos haciendo, nos reuniremos como siempre. Por la tarde cenamos los cinco, luego mis hermanos y yo entre copas nos contamos todo lo ocurrido durante la semana. Cansados nos retiramos al dormitorio donde compartimos las camas. Yo duermo en una solito y mis dos hermanos comparten la otra. Al rato de acostarnos se sienten los ruidos y veo como mis hermanos se besan enloquecidamente y en posición 69 se gozan de las partes más calientes que tienen: culo y pene. Se maman y chupan como el indio y el llanero solitario. Hemos sdio dotados y cada uno tiene aproximadamente un pene de 0 pulgadas y bastante grueso. Mi hermano menor se acuesta bocabajo, con las piernas separadas y las nalgas levantadas un poco para que Rafael le coloque una almohada. al estar cómodo, rafael se engrasa y se va por encima de Juan quien lo espera ansioso. Entra una y luego otra hasta que lo entierra todo. Al sentir que sus bolas tocan las nalgas velludas de Juan, comienza a entrar y sacar lentamente mientras lo besa por el cuello y Juan se voltea ofreciébole los labios carnosos y se enredan las lenguas e intercambian los jugos salivales. Rafael entonces comienza a darle duro y se mueve con rapidez extrema y los gemidos no se dejan esperar. papi toca a la puerta y dice que nos mantengamos callados o vamos a despertar a nuestra madre. En eso entra y nos dá un beso a los tres y se despide. No se acueten tarde. Y Rafael se lo saca a Juan y me invita a la cama. Sin dejarme esperar me engrasa el ano y Juan se voltea quedando bocarriba y yo me trepo a la cama y me siento sobre él y su pene va entrando suavecito hasta sentir sus bolas y me echo hacia adelante y Juan me abraza fuertemente y me besa y Rafael se va por detrás y siento su pene entrar lentamente y siento un dolor leve combinado con un gran placer y veo estrellitas y se acuesta sobre mi y me braza y siento los dos penes dentro de mí y comienzan a entrar y sacar rítmicamente sin dejarme vacío y con cada embestida un grito de placer y con cada embestida sieno el gran amor de mis hermanos y gozamos y se desbordan dentro de mí y yo sobre Juan y nos besamos y quedamos dormidos hasta el próximo día cuando tenemos compañía.